jueves, 6 de julio de 2006

Independientes en las listas del PSRM-PSOE e IU

Las listas electorales del PSRM-PSOE y de IU en los comicios autonómicos y municipales de 2007 estarán trufadas de jovenes e ilustradas figuras independientes extraídas de los movimientos de vanguardia de la sociedad civil, algunas de los cuales ya están participando en los borradores y propuestas de los correspondientes programas electorales, por decisión personal de Pedro Saura en el caso del PSRM por la total aprobación de este proceso de sumar líderes con poder social por parte de la Ejecutiva Federal.

Para demostrar y afianzar su propio liderazgo, el secretario general de los socialistas murcianos lleva trabajando semanas en ir integrando un equipo de primera división y concretando un programa alternativo de gobierno, el más realista, creíble, necesario y avanzado, para lograr una amplia confianza de los murcianos, ya que su adversario no cesa de perderla cada día que pasa por los escándalos de presunta corrupción que le saltan alrededor desde su entorno más próximo, y por una amplia percepción del electorado de que trabaja a todo pedal para sus financiadores y no para la sociedad regional en su conjunto. Saura, Pujante y Marset destilan una honestidad con la que Valcárcel no puede competir en público, sin riesgo objetivo de terminar en el banquillo del TSJ (al igual que su predecesor socialista, Collado, luego absuelto) por sus reiterados presuntos abusos de poder, ¡oh casualidad! siempre a favor de ciertos ladrillos.

La alianza entre los promotores inmobiliarios y el actual poder regional es de tal calado que, ante el desastre electoral que se le avecina al PP, aquellos se han puesto en marcha para formar y financiar campañas de candidaturas independientes títere en varias poblaciones clave para sus intereses al objeto de apoyar a un PP en caída libre o condicionar a un insuficiente PSRM con los votos de descontentos de la derecha que puedan recoger. En el caso de Lorca, la mueven el exdelegado del Gobierno, Peñarrubia, y su socio y presidente de la Cámara de Comercio, Eusebio Abellán; estará encabezada por el industrial del Mármol, José María Miñarro, expresidente del Paso Encarnado, y gozará del apoyo, además, del aparato local del sindicato agrario COAG, de la Comunidad de Regantes presidida por el tal Soler, y por líderes sociales de las pedanías altas. San Esteban ningunea y humilla así a su propio candidato, Jódar, un dirigente que ha venido denunciando internamente la corrupción y que tendrá que gobernar, si pierde el PSOE y desaparece IU, a las órdenes del aparejador y presidente de los promotores inmobiliarios de la Región, el tal Eusebio Abellán, a través del alcaldable Miñarro.

El candidato a la alcaldía de la ciudad de Murcia por parte de los socialistas -Zapatero no ha fijado todavía nuestra capital autonómica como uno de sus objetivos estratégicos al contrario que Alicante, por ejemplo- podría ser una personalidad de fuerte atracción y proyección pública pero que no milita en el partido. Se habla de una mujer profesora en la UMU. En Cartagena ese sacrificio se le podría pedir a la actual portavoz Teresa Rosique tras lo demostrado en la Asamblea Regional, hasta lograr la exasperación y pérdida de compostura de un Valcárcel muy desasosegado y al que sus propios mentores han tachado públicamente de "débil y cobarde". Y en Lorca, está más que "cantada" la opción de un Leoncio Collado, por cierto, sin ningún perfil ni tirón, que no teme a un cuestionado Navarro, ahora muy desatado con la lengua por los bares de la ciudad. Valcárcel le podría recompensar con la gerencia del Plan de Actuación Especial en Cabo Cope, en su calidad de funcionario autonómico y de converso a su política. Se descarta su pase a las filas del PP lorquino pero anima en la sombra, y ayuda a vertebrar, la citada candidatura independiente para dañar al PSRM.

La primera circunstancia condicionaría bastante la composición de una candidatura al Ayuntamiento de Murcia, en la que tendría mucho que ver el concurso de la sede federal de Ferraz. Y, firmemente, la no repetición como candidatos del PSOE de los actuales alcaldes de Lorca y Los Alcázares y, probablemente, también de La Unión y Jumilla. En septiembre Escudero, y en octubre Navarro, anunciarán su intención de no volver a presentarse con las mismas siglas. No es descartable, en absoluto, que ambos conformen o animen públicamente otras independientes en la órbita económica del PP, aspecto improbable en los casos de Sanes y Abellán, mucho más de fiar pese a sus últimas fechorías urbanísticas.

En Águilas, en cualquier caso, no encabezará un Alcolea situado fuera del perfil de candidato que ahora necesita el PSRM y, mucho más, en esa población emblemática para la izquierda y la derecha. Si no hay sorpresas, será Ramón Román, que tendrá que pactar con IU frente a sus excompañeros expulsados del partido, liderados ahora por el empresario Pedro Gil, y la candidatura que financie el promotor de La Zerrichera y presidente del Águilas Club de Fútbol, Trinitario Casanova Abadía, para intentar apuntalar conjuntamente a la candidatura de un PP local desprestigiado y que huele mal por sus componendas urbanísticas.

Las diversas encuestas fiables y solventes, tanto en poder del PP como del PSRM, dan todavía cierta ventaja en la intención de voto a favor de los primeros (60/40) respecto a la Comunidad Autónoma aunque los segundos confían en un definitivo "gol" en el último minuto, al menos que Valcárcel anuncie antes su retirada arguyendo "razones familiares". Su recurrente confirmación como candidato por parte de Génova 13 al no contar el errante Rajoy en Murcia con algo mejor que presentar, que una figura desgastada y bajo sospecha, indica el oculto propósito de la cúpula nacional de su partido de abandonarlo a su propia suerte y deshacerse de él a manos de la izquierda de cara a la segunda refundación de un PP que, presumiblemente, será derrotado por segunda vez consecutiva en las elecciones generales de 2008 (o anticipadas de 2007) ante su fuerte tendencia a deslizarse del centro político hasta la extrema derecha. A ninguna joven promesa del PP nacional, tipo Elorriaga, se le ocurrirá dejarse caer por aquí en la precampaña como telonero de Valcárcel.

Esa tendencia es mucho más acentuada en la Región de Murcia por la decisiva influencia de los neofranquistas vergonzantes, desde hace exactamente treinta años, Egea y García, enrocados como siempre en sus respectivas y dañadas instituciones pero incapaces de someterse al veredicto de las urnas para mandar sin necesidad de testaferros incapaces; algo perfectamente detectado con cierta preocupación desde Bruselas que, como ya se puede comprobar, no nos está dando la más mínima ventaja con un Valcárcel al frente de nuestros asuntos públicos. Allí se respiraría con cierto alivio si desapareciese de nuestra escena política y fuese sustituido por un demócrata moderado como Saura o, incluso, por una personalidad de su propio partido pero mucho más de centro, joven, preparada, integradora, no tan condicionada y tolerante.

La derecha sociológica murciana más europea y pensante, detesta la opción de Valcárcel a un cuarto mandato porque eso significaría, de nuevo, la vuelta de la izquierda por mucho tiempo. Además, puede pasar que perdida, como parece, la mayoría absoluta, el PP no pueda ni plantearse un gobierno regional en minoría ante una coalición postelectoral entre el PSRM e IU, de la que ya ha hablado Pujante respecto a Lorca, incluso si se presenta y obtiene escaños un nuevo partido regionalista de centro, ya en marcha con el objetivo de sacar de San Esteban a todos los presuntos corruptos para normalizar nuestra democracia regional con figuras de calidad extraídas de cierto empresariado y de profesionales de prestigio y confianza repartidos por toda la geografía murciana. Su financiación está más que asegurada desde instancias políticas foráneas, interesadas en la vuelta de la Región a un sistema democrático no asaltado por capos.

En el caso de IU, la opción más pro PSOE de Pujante que la de David Hernández en la pasada elección de coordinador general en la Región de Murcia y la presencia en el Ministerio del Interior, junto al socialista Rubalcaba como asesor, del histórico exdiputado regional y nacional, Pedro Antonio Ríos, no condicionaría la casi segura candidatura del catedrático de Medicina, Pedro Marset (arriba en la fotografía), a la alcaldía murciana como colofón de su, honesta y de calidad, trayectoria política, incluido su paso por el Parlamento Europeo. Su figura es admirada y respetada por amplios círculos de la izquierda y el centro progresista, y arrastraría la participación electoral de sectores muy reticentes con el PSRM y menos con una IU más combativa que en anteriores legislaturas regionales.

En cualquier caso, la izquierda murciana y el nuevo centro progresista guardan en la manga un arma electoral, más discreta que secreta, a utilizar sólo en el caso extremo de tener que desalojar, por exigencia histórica y obligación democrática, necesariamente de San Esteban a una extrema derecha controlada desde fuera por presuntos delincuentes de cuello blanco, dispuestos a desactivar el sistema, tal como se ha visto con la falta de respeto público al propio Valcárcel en cuanto ha desobedecido una sóla orden concerniente al interés particular de uno de los financiadores autóctono, que le sostiene y le apoya con un costoso aparato de propaganda diaria pagada por él para confundir y engañar a los murcianos no avisados o excesivamente confiados.