miércoles, 12 de julio de 2006

Nuevo centro regional progresista


Un nuevo partido, regionalista y de centro progresista, podría concurrir a las próximas elecciones autonómicas y municipales para recoger el voto perdido por un PP en trance de quedar muy pronto en testimonio político (ver artículo del director de "ABC" del pasado día 2 de julio) y un PSRM que, en sus primeras decisiones, ya ha demostrado que no es aquí todavía una alternativa madura de poder ni de gobierno, pese a una teórica renovación, que no alcanza a las esencias de la calidad democrática interna mínima exigible y se queda en las formas, el voluntarismo, la declaración de intenciones y una falta de suficiente seriedad, que resta aún mucha credibilidad a todas sus propuestas. La sociedad civil murciana avanzada no termina de confiar en la actual dirección de este partido y busca otras opciones propias de mayor nivel.

El PSRM no ha dejado de ser todavía lo que ha sido durante tanto tiempo, hasta llegar a perjudicar seriamente a esta región, y por eso sigue sacando a pasear a la menor ocasión a sus viejos fantasmas de siempre, como los Albacete Viudes, los Fuentes Zorita, los Miguel Navarro... Necesita una bisagra de control en la Asamblea Regional ante el derrumbe del PP valcarceliano y una IU, no menos fundamenta, para conformar una nueva mayoría de progreso que saque a esta región de la sima de inmundicia en la que está sumida por la irresponsabilidad histórica de unos cuantos, que no todos tienen despacho en el mismo San Esteban.

En ese sentido, y para recoger el voto de los descontentos con la política de clan de Valcárcel, y de un PSOE que no logra superar las hipotecas y lastres de su pasado, la sociedad civil más numerosa, progresista y de centro, ya se mueve intensamente para, a semejanza de las clases medias urbanas de Cataluña, Canarias, Cantabria, Navarra, Andalucía, Baleares, Aragón y Asturias, ofrecer aquí una tercera vía alternativa a dos proyectos regionales, inexistentes y/o agotados, y para evitar unas nuevas mayorías absolutas en España, que de nada sirven ante el Gobierno central de turno, desde su contribución murciana, a la hora de conseguir inversiones estratégicas sostenidas en la Región de Murcia. Lo que, de verdad, vale en las Cortes son los votos propios soberanos, que le falten a una minoría mayoritaria para asegurar su estabilidad en el Gobierno.

Esta nueva formación, parece que Unión Democrática de la Región de Murcia o algo así, es una fuga hacia delante de quienes no se identifican con el pasado de Valcárcel y no tienen confianza en un Saura, prácticamente inédito en cualquier clase de gestión, y, como ha demostrado, en rodaje. En esta etapa de gestación, profesionales, empresarios, funcionarios y docentes son los viveros de sus integrantes. En octubre se celebrará en Murcia su congreso constituyente, y a él vendrán invitados los líderes de todos los partidos regionalistas progresistas que hoy funcionan en nuestro país.

El verano se presenta bastante intenso para sus promotores y, a su vuelta, ofrecerán su programa y sus gestores a través de una página web en Internet. Habrá sorpresas cuando trasciendan algunos nombres de los promotores más comprometidos. El centro-derecha, está claro, abandona a un Valcárcel muy en manos de las mafias, los clanes y las sectas. Y de una conjura de necios, no menos determinante de su estrategia interna. Está dejado a su suerte.

La sinagoga de Valcárcel


Mientras el presidente Valcárcel Sisó comulgaba de manos del mismísimo Benedicto XVI en una ciudad de Valencia engalanada como nunca (de muy mal gusto esas camisetas que rezaban "Rita, ¿el Papa sabe lo tuyo?"), ignoraba lo que se estaba cociendo a su espalda: el retraso involuntario de su mudanza a la mansión de 250 m2, adquirida a más que muy buen precio en la zona más noble de la Gran Vía Salzillo, como consecuencia del hallazgo en los accesos al garaje subterráneo, desde una servidumbre de paso con entrada por la calle Pascual, de los restos muy bien conservados de una sinagoga sefardí del siglo XIII-XIV. La noticia puede ser de alcance nacional y que toda España descubra, de paso, el chollo encontrado por nuestro primer dirigente regional.

Su existencia documental, por pertenecer a una ruta de sinagogas de su época, ya la conoce extraoficialmente la poderosa e influyente Embajada de Israel en Madrid desde 72 horas antes de la misa celebrada por el Papa en el V Encuentro Mundial de las Familias, en el que también pudo verse deambulando el sábado entre la multitud, a su hermano Carlos, prestigioso abogado de la plaza y promotor inmobiliaro adjunto, amén de Hermano Mayor de la más que histórica Cofradía de la Preciosisima Sangre, que desfila el Miércoles Santo murciano. La agregada cultural de la legación israelí ya debe haber dado los pasos pertinentes mientras el PSRM ha sido informado al mismo tiempo para que inicie el procedimiento parlamentario que crea más oportuno, tanto en el Ayuntamiento de Murcia como en la Asamblea Regional.

La cuestión puede afectar, inesperadamente, a las previstas mudanzas, hacia final de año, del alcalde de Murcia, profesor Cámara, y de los concejales del PP en el Ayuntamiento de Murcia, Moya Angeler y Antonio Sánchez Carrillo, amigos íntimos y futuros vecinos todos del todavía presidente de la Comunidad Autónoma, porque el Ministerio de Cultura podría solicitar de inmediato, a instancia de la citada representacion diplomática judía, la paralización de la obra, mediante interdicto judicial si no se garantiza suficientemente por el Ayuntamiento y los promotores de la reforma en marcha del inmueble, la conservación íntegra y segura de las ruinas arqueológicas adyacentes por detrás al antiguo edificio del Banco Exterior, adquirido en 300 millones de pesetas por la cooperativa que entonces presidía Valcárcel, a la par que detentaba su actual cargo. En ese mismo precio la avispada cooperativa valcarceliana le vendió todo el bajo comercial a la marca gallega de ropa de moda, "Zara", en una más que curiosa operación muy ventajosa, perfectamente detallada en su día ante notario (¿Berberena?).

Dicen los expertos, que se corre el riesgo, sin la citada intervención política del Ministerio de Cultura, de que el arqueólogo municipal (bajo la jerarquía indirecta de Cámara) quite importancia o minimice el estado de conservación de lo que fue sinagoga sefardita de la Murcia medieval, e informe favorablemente de que ya se puede tapar con hormigón para que la capacidad del garaje de la nueva comunidad de propietarios de Valcárcel Sisó no se vea mermada ante la necesidad de restarle superficie para construir la rampa, si se han de conservar intactos los mencionados restos. El precio medio de una plaza de garaje en la zona oscila ya entre los quince y los diecisiete millones de las antiguas pesetas. Y, al parecer, Valcárcel posee varios coches que, por cilindrada, no debieran dormir en la calle, y mucho más cuando próximamente deje su actual cargo.

Ahora se espera un pronunciamiento al respecto del Departamento de Arqueología de la Universidad de Murcia. E, incluso, del profesor emérito medievalista, Juan Torres Fontes, inexplicablemente dado por muerto en las páginas de la centenaria gaceta local, hace tan sólo unos días, cuando se le podía ver tranquilamente paseando por la avenida de Alfonso X el Sabio. Dado lo poco que queda de la presencia judía en nuestra ciudad, cabe pensar que estos restos arqueológicos serán debidamente preservados para evitar el agravio comparativo que supondría su discriminación con respecto a la gran arqueología protegida de origen árabe y musulmán.