viernes, 6 de octubre de 2006

Negocios en San Esteban


El consejero De la Cierva y altos funcionarios destinados en San Esteban parece están haciendo lucrativos negocios a la sombra del poder, mediando en venta de terrenos a "Polaris" en el primer caso, algunos de los cuales atentan contra el medio ambiente de la región murciana. El político actúa por cuenta de su mandante, que en este caso no parece que sea su presidente.
En la feria inmobiliaria de IFEPA, la división correspondiente de Iberdrola ofrece ya a la venta 1.039 viviendas en Cabo Cope sin que legalmente se haya calificado todavía el terreno de la no nata central nuclear como urbanizable. Otra empresa de nuevo cuño, presente en este certamen, ha hecho de la cruz de Caravaca su logotipo comercial para ofrecer casas en nuevas urbanizaciones de este término municipal.
En Sucina, la agresión ambiental alcanza cotas intolerables, al igual que en el valle de Ricote, Los Alcázares, La Manga (San Javier), Mazarrón, Cartagena (La Azohía), San Pedro y Águilas. La amenaza se cierne también sobre La Unión, Jumilla, Calasparra y Lorca, según se desprende de la gran cantidad de oferta exhibida de vivienda residencial unifamiliar en este salón especializado.

http://murcia-digital-news.blogspot.com

Bascuñana sale por una puerta lateral en el SIRMU


TORRE PACHECO, Noticias Económicas del Mediterráneo (NEM)

Los escandalosos claxon individuales de aire comprimido y las consignas contrarias a la muestra, coreadas por los pacíficos activistas de la plataforma ciudadana “Murcia no se vende”, han asustado tanto al consejero de Territorio y Vivienda, Joaquín Bascuñana, tras la inauguración hoy del SIRMU (Salón Inmobiliario de la Región de Murcia) en las instalaciones de IFEPA, en Torre Pacheco, que escapó raudo a su coche oficial por una puerta lateral del recinto para no encontrarse de frente con los concentrados y escuchar cosas como “consejero, sal de tu agujero” o “Bascuñana, no queremos esperar toda la mañana”, ante la conducta del político de dilatar al máximo su visita a este polémico salón, en la confianza vana de que los integrantes presentes de “Murcia no se vende” decidiesen la dispersión por aburrimiento. Como no lo consiguió, optó por la huída dando un rodeo por detrás a las instalaciones.

Los numerosos jóvenes con pancarta frente a la puerta principal del recinto ferial también lanzaron gritos contra los especuladores y clamaron justicia contra el blanqueo de capitales en la construcción, durante más de una hora. Los escasos visitantes extranjeros o foráneos, tras la apertura al mediodía, se sorprendieron de lo radical y valiente de la protesta, que pronto acaparó la atención de los medios de comunicación presentes en el acto con las únicas excepciones de “La 7” de la televisión autonómica, y “La verdad”, medio oficial junto a patrocinadores y colaboradores del evento como “Porcelanosa” o “Cajamurcia”. La verdadera noticia para todos estaba en la calle y no dentro de la remozada y ampliada nave de IFEPA. La noticia fue la protesta y no la apertura del algo que muchos ciudadanos consideran una provocación contra la esencia de la democracia regional. Tres televisiones, al menos, filmaron el acto.

Con el lanzamiento de unas octavillas, que recogían un manifiesto de la coordinadora “Murcia no se vende” al efecto, comenzó la protesta de esta vanguardia de la sociedad civil murciana poco antes de la apertura de esta oferta de las principales empresas promotoras de vivienda residencial en la Región de Murcia, a la que no acudió por vez primera el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, del PP, quien optó por mandar a un telonero de su gabinete para cubrir el expediente ante un sector económico muy cuestionado, a muy pocos meses de las elecciones autonómicas y municipales.

Junto a Bascuñana presidió el acto el alcalde pachequero, Daniel García, también del PP e investigado por la Fiscalía del TSJ. Desbordado por la inesperada presencia de la ciudadanía organizada, optó por avisar a la Guardia Civil, a través de la Policía Local, para que procediera a la identificación de quienes se hicieron responsables de este ejercicio del derecho constitucional a la libertad de expresión. El responsable de seguridad de “Murcia no se vende”, Joaquín Pastor, explicó a los agentes de la Benemérita el carácter absolutamente pacífico de la protesta, que en todo momento se desarrolló sin incidentes y con mucha flema ante los diversos comentarios de los asistentes, la mayoría conocidos promotores de la Región, y para estos activistas, sospechosos de blanqueo de dinero, aunque no todos, y de actuar con su modelo de “resort” contra los intereses generales de todos los murcianos. La Policía Local hizo fotos de la protesta y de sus participantes venidos de diversos puntos de la geografía murciana.

La pancarta de esos participantes rebautizaba a esta feria como “Salón de la Destrucción de la Región de Murcia” y fue la única exhibida durante la hora larga que permanecieron frente a la entrada principal de IFEPA. En el manifiesto entregado a los visitantes, colocado en los parabrisas de los vehículos estacionados, o lanzado al aire (y pronto recogido por empleados de la organización) ante la misma puerta del recinto, la plataforma “Murcia no se vende” considera que esta muestra es el punto de encuentro de la actividad “que más está perjudicando al medio ambiente y los recursos de esta región, impidiendo una adecuada ordenación del territorio”. El manifiesto recuerda los numerosos casos de especulación, corrupción política y delitos urbanísticos, asociados a esta actividad entre nosotros.

Para “Murcia no se vende” el SIRMU es “la feria del actual y único modelo de desarrollo murciano basado en la especulación urbanística (…) insostenible, muy poco esperanzador para el futuro de esta región”. El manifiesto habla de negocios mafiosos y del grave perjuicio a los pequeños promotores de siempre por funcionar “a golpe de talonario” y sin planificación territorial alguna. En ese sentido, insisten en el peligro que corren los espacios naturales, “patrimonio vital de todos los murcianos”, en Calblanque, Marina de Cope, Puerto Mayor, Mar Menor, La Zerrichera, dentro de los intereses generales de toda la población frente a lo que denominan “club del ladrillo y del enriquecimiento rápido”. También hay una alusión de censura a los políticos “que están vendiendo su municipio y su gente, al mejor postor”.

“Ustedes sobran en esta tierra”, dice “Murcia no se vende” en su manifiesto a los promotores y constructores que amenazan a ciudadanos e instituciones “para obligarlos a doblegarse a sus intereses”.Y concluye que son “todos los murcianos y murcianas, a través de procesos democráticos”, y no ustedes, “quienes han de dibujar y decidir qué futuro y qué tipo de desarrollo queremos”.
www.vegamediapress.com