lunes, 19 de marzo de 2007

Zapatero desenmascara la estrategia de escalada y tensión permanente que aquí y ahora practica el PP


ZARAGOZA.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recordado que mientras en España crece la economía, el empleo, los derechos sociales o la igualdad, "más crecen, lamentablemente, los insultos y mentiras del PP", y asegura que "no cuela" que tape los éxitos del Ejecutivo con falsedades.

En su intervención en un mitin para arropar a los candidatos del PSOE en Aragón a las elecciones municipales y autonómicas, celebrado en Zaragoza, Zapatero no ha hecho referencia expresa alguna a la manifestación celebrada en Pamplona, convocada por el gobierno navarro y respaldada por la dirección del PP.

Sin embargo, ha apuntado que "ahora el PP ha cogido esta vocación -que está bien, a mí no me disgusta- de reivindicar cosas todos los días", y se ha preguntado cuándo estuvo en la calle reivindicando otras cosas como, por ejemplo, la igualdad de hombres y mujeres.

Tras resaltar la buena evolución económica de España y los nuevos derechos sociales adquiridos gracias a su Ejecutivo, Zapatero acusó al PP de querer "callar y tapar" la buena marcha del país. "Pero ¿sabéis una cosa? no cuela, porque los ciudadanos de este país saben cómo van las cosas".

"España crece económicamente, crece en empleo, crecen los derechos sociales, crece la igualdad entre hombres y mujeres, y cuantas más cosas positivas crecen, más crecen los insultos y las mentiras del PP", proclamó el presidente del Gobierno durante un mitin en el Pabellón Príncipe Felipe, de Zaragoza. Según Zapatero, los ciudadanos asisten "atónitos" a la estrategia del PP, que "cuantos más éxitos económicos, de empleo, sociales, de igualdad", cuanto más aparece España "como una fuerza de paz en el mundo", más malhumorados están.

"Esto es lo que ven los ciudadanos todos los días, y no cuela", sentenció. "Ahora que el PP ha cogido esta vocación de reivindicar cosas todos los días", algo que a Zapatero no le "disgusta, sino todo lo contrario", cuándo estuvo el PP "en la calle" reivindicando la igualdad entre hombres y mujeres, se preguntó el jefe del Ejecutivo. "Cuántas decenas de años con pensamientos y gobiernos conservadores", añadió.

"Pero ya sabéis lo que le pasa a la derecha de este país, que unas veces miente y otras calla", continuó, "miente con la guerra de Irak y ahora calla y se abstiene ante la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres". "Y algunas otras veces, primero miente y luego se calla", afirmó, poniendo como ejemplo "la tragedia del 11-M", asunto sobre el que el PP "primero mintió a los españoles y ahora no tiene más remedio que estar callado, cuando estamos viendo lo que estamos viendo en el juicio".

En esta línea, Zapatero no dudó en vaticinar un crecimiento del PSOE en las próximas elecciones generales, tras las cuales, los populares "van a tener tiempo para descansar y para cambiar".

"Mientras tanto vamos a mantener el buen tono, haciendo un esfuerzo cotidiano de convivencia, de pedagogía democrática, sabiendo que no van a parar esta excitación que tienen, hasta las próximas elecciones generales", afirmó, animando al auditorio a "estar preparados para todo y tomárselo con sentido del humor", que es lo que él va hacer, aseguró.

Además, aunque sin dejar de referirse al PP, Zapatero enumeró las mejoras impulsadas por su Gobierno, como la ley de la autonomía personal y para la dependencia, "que va a cambiar la vida a muchas familias" y que "va a ser un gran esfuerzo financiero", la ley de Igualdad, y la ley "que reconoció el matrimonio a las personas independientemente de su orientación sexual". En relación con esta última, preguntó a su auditorio si recordaban "que se rompía la familia" y ahora "mirad la salud que tiene", subrayó.

"Hace un año se rompía España cuando reformábamos los Estatutos de Autonomía y resulta que el 2006 ha sido el mejor año en que ha ido la economía", proclamó, señalando que "algunos sólo hablan de España, España, España", mientras que el Gobierno va a trabajar "no sólo acordándonos de España" sino también "de los españoles y españolas, de sus vidas, problemas, necesidades, derechos, libertades, educación y becas" porque "vamos a trabajar con honestidad y haciendo que la democracia sea más fuerte, más viva".

Como ejemplo, señaló, "hemos cambiando la televisión pública, que ahora es de todos, y ya no la maneja el gobierno como pasaba antes", cuando "las manifestaciones no salían; ahora salen todas las que hagan, como tiene que ser en una televisión publica al servicio de todos", declaró. Por último, Rodríguez Zapatero se comprometió a trabajar "porque nuestro país sea reconocido en el mundo como un país que está a la cabeza en la lucha contra la pobreza y el hambre", que sea reconocido "por tener la bandera de la paz y del diálogo" y por su apuesta por una energía "renovable, limpia y cada vez menos contaminante" y "reduciendo progresivamente la energía nuclear".

El presidente ha dedicado gran parte de su intervención a la Ley de Igualdad aprobada el pasado jueves en el Congreso con la abstención del PP, una norma que "supone que, de manera definitiva, la historia política y económica de España la van a escribir hombres y mujeres a partes iguales".

Por eso, se ha preguntado qué tiene de malo que vaya a haber paridad en las listas electorales o que se estimule el aumento de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas.- (Agencias)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las Fallas quemarán este año a algunos jueces del Supremo y al cuestionado presidente Hernando

La invitación de la alcaldesa de Valencia a los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, así como también al presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), José Francisco Hernando, para pasar las Fallas a cuerpo de rey, pone de relieve, antes que nada, la falta de pudor de Rita Barberá.
Claro que peor ha sido la contestación afirmativa de algunos de los jueces a tan sugestiva, por lo demás, propuesta fallera, según publica hoy elplural.com. La mayor parte de los integrantes de la citada Sala se encuentran en la capital de la Comunidad de Valencia, felices y contentos, gozando a cuenta del erario público de esa hermosa y ruidosa fiesta popular. No están solos. Los capitanea en la alegre juerga fallera –gratis total- el polémico, lenguaraz y cuestionado Hernando, uno de los hombres con más poder judicial de España, a quien acompaña el consejero conservador Javier Laorden.

El costo económico, irrelevante
Digamos de inmediato que el costo de esta expedición judicial a las Fallas debe ser considerado, a priori, irrelevante. Valencia es una próspera ciudad -bellísima sin duda- que puede y hasta debe permitirse invitar a personas de fama y de reconocido prestigio. En términos de marketing es una inversión en imagen de Valencia y poco cabría aducir negativamente. Es lógico que estén Sus Señorías alojados en hoteles de alto standing y que el Ayuntamiento de Valencia les otorgue un trato preferente. Hurgar en exceso por ahí parece una cuestión, a primera vista, menor, anecdótica y, sobre todo cicatera. El problema es otro. Y de enorme calado público y, por supuesto, político.

Estos señores magistrados

Estos señores magistrados del Tribunal Supremo han tenido, tienen o pueden tener en su ámbito de actuación sumarios en los que aparezcan compañeros y compañeras de Rita Barberá en el Partido Popular. El delito urbanístico, la fiebre del ladrillo, la especulación ilegal del suelo y de la vivienda, los pelotazos escandalosos en los que participan con frecuencia numerosos políticos, alcaldes, tenientes de alcaldes, concejales y cargos autonómicos del PP, no sólo no es algo ajeno a la Comunidad Valenciana, sino que la corrupción en el País Valencià es noticia casi cotidiana en los medios de comunicación.

Hace 17 años

Fue en Valencia, por cierto, hará pronto 17 años, donde estalló el estruendo caso Naseiro, en el que estaba implicado el en aquellas fechas edil Palop y que pudo llevarse por delante a la plana mayor del PP, incluido el entonces novato Eduardo Zaplana, cuyas palabras –grabadas por orden judicial- fueron inequívocas en orden a su carencia de escrúpulos. ¿Cómo se salvó el PP del desastre? Gracias precisamente a la interpretación dada -desde la legalidad vigente y por el ¡Tribunal Supremo!- a los hechos presuntamente delictivos. Una cuestión de procedimiento evitó que el Supremo entrara en el fondo de la cuestión.

Situación insinuada

“Usted entiende mucho de ladrillo”, le espetó el ministro Mariano Fernández Bermejo, al portavoz parlamentario del Grupo Popular, Zaplana, en la primera sesión de control al Gobierno del nuevo titular de Justicia. Los magistrados falleros saben de la situación insinuada. Probablemente tendrán que pronunciarse un día u otro, en este affaire o en otro, en sentencia firme. Su responsabilidad es extraordinaria. Su decisión puede ser fundamental.

Su crédito, sin embargo, es más bien escaso y este viaje a las Fallas, a cuenta de la alcaldesa de Valencia, lo recorta todavía más. Las Fallas, este año, quemarán –ante la opinión pública- a los magistrados de la Sala Penal del Supremo y al presidente Hernando. Únicamente, los magistrados que han rechazado la invitación, todos ellos progresistas, se han comportado como los romanos exigían a la mujer del César. Hay que ser honrada/o y parecerlo.

E.S.

Anónimo dijo...

La escopeta nacional

Muerta por fin la dictadura, Luis García Berlanga, el Billy Wilder español, dejó de tener en cuenta el remate con el que terminaban los montajes de sus películas: las tijeras. Con la desaparición de la censura no se hacía necesario ya buscar metáforas o juegos para eludir la actividad de los represores culturales del régimen. De este modo, las ácidas y ocultas críticas de Los jueves, milagro (1957); Bienvenido, Míster Marshall (1952); Plácido (1961) y El Verdugo (1963), fueron evolucionando hacia descaradas sátiras que buscaban dinamitar los restos de una sociedad fósil impuesta anacrónicamente a los españoles: la dirigida por el dictador Franco.
Si los seguidores y fans del aclamado director conocieran la noticia publicada y analizada hoy por elplural.com, sobre la amable invitación que la hospitalaria alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha ofrecido y dispensado a magistrados del Tribunal Supremo, seguramente recordarían La escopeta nacional, filmada por él en 1978. La cinta recrea una cacería en la que coinciden viejos aristócratas en clara decadencia, caciques, ministros del Movimiento y otros prohombres del Régimen de Franco, que, por la época recreada en la película, comenzaba a sentir el ascenso y la influencia de los tecnócratas opusdeístas. El encuentro sirve para que estos privilegiados puedan establecer sus chanchullos y negocios privados, a cuenta de una ciudadanía siempre silenciada por el terror de la dictadura.

El género del cine de caza ha sido siempre utilizado por los cineastas disidentes para denunciar la corrupción y el nepotismo, propios de un anquilosado régimen totalitario como fue el español hasta 1976. José Luis Borau (Furtivos) y Carlos Saura (La caza), vienen a completar una trilogía de obras maestras que saca a la luz lo peor de la naturaleza humana: el aprovechamiento sin pudor alguno del poder desmedido.

Esto es, el rubor o la vergüenza, lo que le ha faltado a la señora alcaldesa de Valencia para invitar a la fiesta de las Fallas de Valencia a magistrados tan decisivos a la hora de decidir sobre tramas de corrupción urbanística, de las que su comunidad, la valenciana, se encuentra infectada, con un Zaplana incubando el mismísimo sarampión. Pero también la de los jueces, cuya conducta consistente en aceptar tales atenciones no hace sino vulnerar artículos de ese Código que tan bien conocen.

Vuelven a ponerse de manifiesto los poderes fácticos, las cacicadas y los alardes megalomaníacos de algunos políticos españoles. En los últimos meses, están siendo aquellos que quisieron ligar el concepto de socialismo a la corrupción y ahora se encuentran enfangados en lo que otrora denunciaran. Y, si la Justicia funciona, lo pagarán muy caro. La próxima vez, lléveselos de caza, señora alcaldesa.