viernes, 5 de enero de 2007

"Hefame" pierde gas por incapacidad de gestión



La situación estratégica de la primera empresa de la Región de Murcia, todavía por delante incluso, de “Caja Murcia”, “El Pozo” y “García Carrión”, la cooperativa farmacéutica “Hefame”, hoy tercera distribuidora de medicamentos en España por detrás de “Cofares” y “Cecofar”, atraviesa un momento más que incierto tras el rechazo de sus socios a una fusión con la primera y decidir continuar en solitario su singladura en medio del proceloso mar de unos márgenes comerciales a la baja porque su residual situación de fondo continúa siendo buena y se lo permite.

La incapacidad manifiesta de gestión de su actual presidente, el farmacéutico lorquino Antonio Abril, y la ignorancia del sector evidenciada por su actual director general, el veterinario turolense y ex consejero del gobierno autónomo murciano, Francisco Marqués, denotan una continuada gestión muy deficiente, que aflora al fallar la política comercial y el día a día de esta cooperativa de distribución farmacéutica. “Hefame” está perdiendo gas mientras vuelven los rumores sobre su eventual venta a “Safa”, una de las principales multinacionales europeas del sector asentadas en nuestro país, e interesada desde hace unos años en llegar a un acuerdo de adquisición.

Un retorno al planteamiento de fusión con la madrileña “Cofares” o la andaluza “Cecofar” no parece probable por más alejado de la segunda e incompatible con la primera debido al recelo suscitado por su verdadera situación patrimonial y contable. “Cofares” tampoco parece estar en su mejor momento y relativamente puede estar peor que “Hefame”. La fusión no nata era más ventajosa para la cooperativa madrileña que para la murciana que, sin embargo, necesita salir de su actual “impasse” para asegurar el largo plazo sin pretendientes que la necesiten vitalmente para salir de situaciones legalmente complicadas.

Su política de recursos humanos no es tampoco un dechado de virtudes desde la necesidad objetiva de reducir 800 de sus actuales empleos a base de un expediente de regulación, que, en el segundo semestre de 2006, ya se ha cobrado la cabeza de algunos gerentes discrepantes de la gestión del tándem Abril-Marqués. Hasta el despido del anterior director comercial, que lo fue también general, el alcoyano Joaquín Victoria, le ha costado a “Hefame” 40 millones de pesetas para que luego este le haga directamente la competencia con una pequeña empresa, que enseguida ha conseguido algunas emblemáticas exclusivas de distribución farmacéutica para España como “Shering”.

Mientras tanto, desde fuera, algunos socios y trabajadores de la cooperativa de Santomera siguen sosteniendo que existen unas pérdidas contables encubiertas, de entre 900 y 1.800 millones de pesetas como consecuencia de la forzada e ilegal revalorización de activos en el balance correspondiente al ejercicio 2001. Y que en 2001 y 2003, “Hefame” no presentó, como es legalmente preceptivo, sus cuentas en el Registro Mercantil correspondiente; es decir, el de Murcia capital.

Los mismos denunciantes en los juzgados afirman que se traspasaron reservas al capítulo de ingresos, con perjuicio económico para todos los socios de “Hefame”, tras la pérdida del 88% de esas reservas. Relacionan esas pérdidas con una ampliación de capital, dicen que se ocultaron y que se dieron unos beneficios inexistentes, por lo que hubo que ajustar la contabilidad y ahora la situación es peor que en esa fecha de 2001.