Noche de contradicciones en las sedes murcianas de los dos grandes partidos. Victoria amarga entre los populares. Han demostrado que su techo en la Región de Murcia no tiene límites, han superado la barrera del 60%, han conseguido que Arsenio Pacheco, el farmacéutico de Abanilla, continúe en el Congreso, pero no han conseguido que Mariano Rajoy esté en La Moncloa a pesar de sus esfuerzos.
Por el contrario la alegría era el síntoma en la “franquicia” de Zapatero en Murcia. Las huestes de Pedro Saura han entrado en la fase de caída electoral en picado en la Región. En cuatro años sus diferencias con los populares se han ido a nueve puntos. Descenso en las generales de 2004, debacle en las autonómicas y municipales del pasado año. Y menos de un tercio de los diputados en los comicios de ayer.
Ellos que apostaban ilusionados por acercarse al 5-5 y consideraban el 6-4 como un buen resultado, han sucumbido en un impensable 7-3. Nunca los populares habían llegado tan alto en la Región, ni los socialistas habían caído tan bajo. Y además en esta ocasión no se puede hablar de la incidencia de la abstención, porque la participación murciana ha sido la más alta de España.
Con estos resultados se establece un marco claro para los próximos cuatro años. El socialista Rodríguez Zapatero gobernará en Madrid, legitimado por el respaldo de los electores y el popular Ramón Luis Valcárcel estará al frente de la Comunidad Autónoma, con una amplia mayoría en la Asamblea y con un respaldo político regional superior al del resto de las autonomías.
La confrontación ha marcado estos cuatro años pasados. Ahora tocaría la cohabitación, la búsqueda de lugares de encuentro. “El Gobierno de España tiene que tener muy en cuenta las cosas que pasan en Murcia”, señalaba en la noche electoral el líder de los populares Ramón Luis Valcárcel, que incidió en la reflexión y en la responsabilidad. “Los murcianos pedimos un reparto equitativo, no queremos ser más, ni tampoco menos que el resto de los españoles”, ha repetido en varias ocasiones el titular del Ejecutivo murciano.
En el horizonte inmediato se plantean aspectos concretos en este cohabitación, según comentan veteranos observadores empresariales y sindicales. El déficit hídrico y las infraestructuras ferroviarias. Zapatero ha dejado claro que no habrá trasvase del Ebro, pero que las necesidades de agua de la Región estarán cubiertas. Velar por el cumplimiento de ese compromiso deberá ser el objetivo fundamental del Ejecutivo Regional, dejando aparcada la campaña “Agua para todos” para futuras convocatorias y colaborando en los proyectos de desalinización de Madrid. Con las infraestructuras ferroviarias y la llegada de los AVEs a Murcia, más de lo mismo.
El compromiso de Zapatero y de los socialistas deberá cumplirse y Valcárcel como presidente de todos los murcianos debería estar colaborador y vigilante, insisten estos analistas. Las transferencias de Justicia es otra de las asignaturas pendientes. Tanto Fernández Bermejo, que continuará como ministro de Justicia, como los representantes regionales con la consejera de Hacienda y el diputado regional popular, Manuel Campos, tienen las cosas encarriladas a falta de cerrar.
Los españoles y los murcianos se han pronunciado y ahora a esperar que se inicie una etapa de cohabitación, de colaboración y que la crispación y el enfrentamiento formen parte del pasado reciente.
Los municipios cuestionados por los tribunales se vuelcan con el PP
Tan sólo tres ayuntamientos de los 45 de la Región han conseguido salvar los socialistas del debacle electoral en la Región: Calasparra, Bullas y Moratalla. Los tres del viejo feudo socialista. En el resto la barrida popular ha pasado por el “Mar Menor rojo”, o los municipios de Mula y Beniel, con alcaldes del PSOE.
Los populares han reforzado posiciones en antiguos enclaves socialistas como Lorca y Ceutí y han conservado y aumentado sus respaldos en las grandes ciudades como Murcia y Cartagena, en esta última además se ha notado la presencia de su alcaldesa al frente de la candidatura al Congreso.
Las denuncias sobre presuntas corruptelas y los desfiles de los “municipalistas” por los tribunales de Justicia no han sido muy tenidos en cuanta por los votantes. En Totana, donde la “Operación Tótem”, llevó al alcalde Martínez Andreo, casi dos meses a la cárcel y se encuentra en libertad bajo fianza, el respaldo de los vecinos al PP ha superado el de las pasadas municipales y han duplicado en votos a los socialistas.
En Torre Pacheco, con el alcalde del PP cuestionado, el respaldo de los vecinos se ha ido hasta el 70%. En cambio en Los Alcázares donde el ex socialista Escudero está imputado en la “Operación Ninette”, los socialistas se han quedado en minoría frente al triunfo de los partidarios de la candidatura del Partido Popular.
Y Saura, como el Real Murcia, sigue en descenso
A pesar del triunfo de Zapatero el secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura, no sale precisamente fortalecido de estas generales. El descenso de los votos socialistas en la Región en los últimos cuatro años empieza a ser alarmante y las distancias entre los votantes populares y socialistas aumentan porcentualmente. De las generales de 2004 a las autonómicas de mayo pasado la brecha se abrió en cuatro puntos. En estas ocasión los populares se han acercado al 62%.
Ni el efecto Zapatero, ni la presencia de Bermejo al frente de la candidatura socialista han aportado votos al PSRM, que se van a más de doscientos mil de los que apoyan a Valcárcel. Toca congreso federal del PSOE y luego congreso regional del PSRM, donde se podrá cuestionar la continuidad del secretario general.
Por el contrario la alegría era el síntoma en la “franquicia” de Zapatero en Murcia. Las huestes de Pedro Saura han entrado en la fase de caída electoral en picado en la Región. En cuatro años sus diferencias con los populares se han ido a nueve puntos. Descenso en las generales de 2004, debacle en las autonómicas y municipales del pasado año. Y menos de un tercio de los diputados en los comicios de ayer.
Ellos que apostaban ilusionados por acercarse al 5-5 y consideraban el 6-4 como un buen resultado, han sucumbido en un impensable 7-3. Nunca los populares habían llegado tan alto en la Región, ni los socialistas habían caído tan bajo. Y además en esta ocasión no se puede hablar de la incidencia de la abstención, porque la participación murciana ha sido la más alta de España.
Con estos resultados se establece un marco claro para los próximos cuatro años. El socialista Rodríguez Zapatero gobernará en Madrid, legitimado por el respaldo de los electores y el popular Ramón Luis Valcárcel estará al frente de la Comunidad Autónoma, con una amplia mayoría en la Asamblea y con un respaldo político regional superior al del resto de las autonomías.
La confrontación ha marcado estos cuatro años pasados. Ahora tocaría la cohabitación, la búsqueda de lugares de encuentro. “El Gobierno de España tiene que tener muy en cuenta las cosas que pasan en Murcia”, señalaba en la noche electoral el líder de los populares Ramón Luis Valcárcel, que incidió en la reflexión y en la responsabilidad. “Los murcianos pedimos un reparto equitativo, no queremos ser más, ni tampoco menos que el resto de los españoles”, ha repetido en varias ocasiones el titular del Ejecutivo murciano.
En el horizonte inmediato se plantean aspectos concretos en este cohabitación, según comentan veteranos observadores empresariales y sindicales. El déficit hídrico y las infraestructuras ferroviarias. Zapatero ha dejado claro que no habrá trasvase del Ebro, pero que las necesidades de agua de la Región estarán cubiertas. Velar por el cumplimiento de ese compromiso deberá ser el objetivo fundamental del Ejecutivo Regional, dejando aparcada la campaña “Agua para todos” para futuras convocatorias y colaborando en los proyectos de desalinización de Madrid. Con las infraestructuras ferroviarias y la llegada de los AVEs a Murcia, más de lo mismo.
El compromiso de Zapatero y de los socialistas deberá cumplirse y Valcárcel como presidente de todos los murcianos debería estar colaborador y vigilante, insisten estos analistas. Las transferencias de Justicia es otra de las asignaturas pendientes. Tanto Fernández Bermejo, que continuará como ministro de Justicia, como los representantes regionales con la consejera de Hacienda y el diputado regional popular, Manuel Campos, tienen las cosas encarriladas a falta de cerrar.
Los españoles y los murcianos se han pronunciado y ahora a esperar que se inicie una etapa de cohabitación, de colaboración y que la crispación y el enfrentamiento formen parte del pasado reciente.
Los municipios cuestionados por los tribunales se vuelcan con el PP
Tan sólo tres ayuntamientos de los 45 de la Región han conseguido salvar los socialistas del debacle electoral en la Región: Calasparra, Bullas y Moratalla. Los tres del viejo feudo socialista. En el resto la barrida popular ha pasado por el “Mar Menor rojo”, o los municipios de Mula y Beniel, con alcaldes del PSOE.
Los populares han reforzado posiciones en antiguos enclaves socialistas como Lorca y Ceutí y han conservado y aumentado sus respaldos en las grandes ciudades como Murcia y Cartagena, en esta última además se ha notado la presencia de su alcaldesa al frente de la candidatura al Congreso.
Las denuncias sobre presuntas corruptelas y los desfiles de los “municipalistas” por los tribunales de Justicia no han sido muy tenidos en cuanta por los votantes. En Totana, donde la “Operación Tótem”, llevó al alcalde Martínez Andreo, casi dos meses a la cárcel y se encuentra en libertad bajo fianza, el respaldo de los vecinos al PP ha superado el de las pasadas municipales y han duplicado en votos a los socialistas.
En Torre Pacheco, con el alcalde del PP cuestionado, el respaldo de los vecinos se ha ido hasta el 70%. En cambio en Los Alcázares donde el ex socialista Escudero está imputado en la “Operación Ninette”, los socialistas se han quedado en minoría frente al triunfo de los partidarios de la candidatura del Partido Popular.
Y Saura, como el Real Murcia, sigue en descenso
A pesar del triunfo de Zapatero el secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura, no sale precisamente fortalecido de estas generales. El descenso de los votos socialistas en la Región en los últimos cuatro años empieza a ser alarmante y las distancias entre los votantes populares y socialistas aumentan porcentualmente. De las generales de 2004 a las autonómicas de mayo pasado la brecha se abrió en cuatro puntos. En estas ocasión los populares se han acercado al 62%.
Ni el efecto Zapatero, ni la presencia de Bermejo al frente de la candidatura socialista han aportado votos al PSRM, que se van a más de doscientos mil de los que apoyan a Valcárcel. Toca congreso federal del PSOE y luego congreso regional del PSRM, donde se podrá cuestionar la continuidad del secretario general.
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3 comentarios:
Tras mi satisfacción por el resultado electoral, no puedo por menos de abochornarme por el resultado en la región de Murcia. Sinceramente, me alegro mucho de no tener ninguna vinculación con esta región, en la que la corrupción salpica desmesuradamente a tantos alcaldes y concejales, incluso a su presidente,y a pesar de eso cada vez son más votados.
Les deseo lo mejor, pero cada pueblo (dicen) tiene lo que se merece. En fín, será que todos los murcianos son millonarios (o masoquistas). Pues nada, sufran otros cuatro años.
El anónimo anterior debería reflexionar, pues, entre los alcaldes y concejales murcianos investigados por corrupción, hay también algún ejemplo señero del PSOE.
A estas alturas queda claro que en España gobierna un único partido oligárquico, que se compone de dos "alas": una "progresista", el PSOE y otra "moderada", el PP. Como en la Restauración canovista.
Así que, lo que es sufrir, no sufriremos sólo en Murcia, sino en el conjunto de España, gobernada por el PPSOE.
Yo me borro de ser murciano, su pudiera uno apostatar del origen lo haría con mucho gusto.
Dicen que cada pueblo tiene lo que se merece y debe ser verdad, un pueblo que vota a los corruptos y presuntos delincuentes, es porque ese pueblo es también corrupto y falto de moral y a ese paso nos hemos convertido en la reserva espiritual de occidente, hemos descendido a los tiempos del más negro nacionalcatolicísmo de infausto recuerdo.
Lo dicho me avergüenzo de esta región analfabeta y corrupta y renuncio a ser murciano.
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