MURCIA.- En la XXV Convención de Directivos de Caja Murcia, celebrada en el Auditorio y Palacio de Congresos, se pudieron en esta coyuntura oir frases, como las que siguen, de labios de su director general, Carlos Egea, que probablemente pronto pasarán a los anales de alguna antología para poder estudiar en su día este momento histórico.
«Cajamurcia es la entidad líder de la Región, con una cuota aproximada del 34% de los depósitos, y una presencia creciente en otros mercados, donde se genera ya el 30% del negocio».
Egea destacó que la excelente posición de la Caja le permitirá afrontar con garantías un nuevo entorno de menor crecimiento económico.
También, se refirió al hecho de que Cajamurcia realizó en 2007 el mejor ejercicio de su historia, con 35.350 millones de euros de volumen de negocio y un millón de clientes.
Egea resaltó el crecimiento equilibrado, eficiente y solvente de la Caja, poniendo de manifiesto que el beneficio de 235 millones de euros, alcanzado en 2007, se ha basado en una sólida base de clientes que le permiten una adecuada posición de liquidez.
La solvencia de la entidad se apoya en un coeficiente de recursos propios situado en torno al 12 por ciento, 4 puntos por encima de lo exigido por la normativa.
Según Egea, esta solvencia se reafirma con unas plusvalías latentes de 1.370 millones de euros a finales de 2007, y una morosidad en niveles mínimos, muy inferior a la media del sector.
Ninguna alusión a los rumores de todo tipo: intencionados, falsos o medio ciertos, que circulan en ambientes empresariales y financieros de la Región, ni a las titulizaciones de la deuda (se ha hecho hasta con la de créditos personales y toda la ingente de "Polaris"), lo que evidencia una tremenda falta de liquidez de la entidad. Pero de esto, ni palabra a su capital humano de vanguardia.
Ni un desmentido, ni una puntualización, ni una precisión, ni una confirmación tampoco, pese a la que hay montada en el sector financiero internacional, desde la dirección de la entidad que, como se ve, no se da por aludida; muy al contrario. "Somos los mejores", que suena a burda fuga hacia delante cuando algo no huele bien en esta parte del Mediterráneo.
Después del 9-M parece que habrá sorpresas en toda la zona, según aseguran y coinciden fuentes como Eduardo Zaplana, el Citigroup, The Financial Times y alguna otra entidad internacional mas que solvente en estas cuestiones. ¿Conspiración judeo-masónica internacional contra el poder económico valenciano-alicantino-murciano? ¿O rigor en el análisis de verdaderos especialistas insobornables?
Un dato se le olvidó comentar a Egea: que su entidad lleva practicamente intervenida "in situ" desde hace meses por el Banco de España por una pésima gestión del riesgo e inversiones, que eso lo saben los empresarios murcianos, y que ocultar el dato, el calado y las causas de la crisis específica, es mucho más perjudicial que decir a tiempo la verdad relativa a impositores y empleados.
Ahora sólo falta echarle la culpa a los periodistas, que cumplen con su obligación profesional, de todo lo que pueda devenir y algunos avisados dicen veían venir desde hace meses.
Bancaja ya se ha venido, con su filial, de las islas Caimán a Castellón. ¿Cuando piensa imitarla Egea, con "CajaMurcia Finance Limited", o es que no puede hacerlo todavía por algo que se nos escapa? Eso tampoco se explicó, como tantas otras cosas, en la XXV Convención de Directivos, a la que asistieron un millar de empleados.
Se presume que la próxima, y XXVI, puede resultar mucho más interesante por la gran cantidad de novedades.
Egea destacó que la excelente posición de la Caja le permitirá afrontar con garantías un nuevo entorno de menor crecimiento económico.
También, se refirió al hecho de que Cajamurcia realizó en 2007 el mejor ejercicio de su historia, con 35.350 millones de euros de volumen de negocio y un millón de clientes.
Egea resaltó el crecimiento equilibrado, eficiente y solvente de la Caja, poniendo de manifiesto que el beneficio de 235 millones de euros, alcanzado en 2007, se ha basado en una sólida base de clientes que le permiten una adecuada posición de liquidez.
La solvencia de la entidad se apoya en un coeficiente de recursos propios situado en torno al 12 por ciento, 4 puntos por encima de lo exigido por la normativa.
Según Egea, esta solvencia se reafirma con unas plusvalías latentes de 1.370 millones de euros a finales de 2007, y una morosidad en niveles mínimos, muy inferior a la media del sector.
Ninguna alusión a los rumores de todo tipo: intencionados, falsos o medio ciertos, que circulan en ambientes empresariales y financieros de la Región, ni a las titulizaciones de la deuda (se ha hecho hasta con la de créditos personales y toda la ingente de "Polaris"), lo que evidencia una tremenda falta de liquidez de la entidad. Pero de esto, ni palabra a su capital humano de vanguardia.
Ni un desmentido, ni una puntualización, ni una precisión, ni una confirmación tampoco, pese a la que hay montada en el sector financiero internacional, desde la dirección de la entidad que, como se ve, no se da por aludida; muy al contrario. "Somos los mejores", que suena a burda fuga hacia delante cuando algo no huele bien en esta parte del Mediterráneo.
Después del 9-M parece que habrá sorpresas en toda la zona, según aseguran y coinciden fuentes como Eduardo Zaplana, el Citigroup, The Financial Times y alguna otra entidad internacional mas que solvente en estas cuestiones. ¿Conspiración judeo-masónica internacional contra el poder económico valenciano-alicantino-murciano? ¿O rigor en el análisis de verdaderos especialistas insobornables?
Un dato se le olvidó comentar a Egea: que su entidad lleva practicamente intervenida "in situ" desde hace meses por el Banco de España por una pésima gestión del riesgo e inversiones, que eso lo saben los empresarios murcianos, y que ocultar el dato, el calado y las causas de la crisis específica, es mucho más perjudicial que decir a tiempo la verdad relativa a impositores y empleados.
Ahora sólo falta echarle la culpa a los periodistas, que cumplen con su obligación profesional, de todo lo que pueda devenir y algunos avisados dicen veían venir desde hace meses.
Bancaja ya se ha venido, con su filial, de las islas Caimán a Castellón. ¿Cuando piensa imitarla Egea, con "CajaMurcia Finance Limited", o es que no puede hacerlo todavía por algo que se nos escapa? Eso tampoco se explicó, como tantas otras cosas, en la XXV Convención de Directivos, a la que asistieron un millar de empleados.
Se presume que la próxima, y XXVI, puede resultar mucho más interesante por la gran cantidad de novedades.
