miércoles, 24 de febrero de 2010

Saura sigue apostando por la Construcción

MURCIA.- El secretario general del PSRM, Pedro Saura, declaró hoy, que su partido estará "codo con codo, arrimando el hombro" en estos momentos tan difíciles, para buscar acuerdos en la Región "con el objetivo, en primer lugar, de que se produzca una reactivación del sector inmobiliario; y de que haya un crecimiento sostenible en el tiempo".

Saura dijo a los empresarios del sector que, "en cuanto al corto plazo, estamos por la labor de que haya más financiación de las entidades financieras hacia el sector inmobiliario, tanto desde la banca privada como desde las cajas de ahorro". Según el líder socialista, "se puede hacer mucho más".

Saura comentó que ha enviado una carta a Ramón Luis Valcárcel, en la que le transmite la necesidad de un acuerdo "para que haya más financiación hacia las empresas en general y también hacia el sector inmobiliario".

"También estamos dispuestos, y se lo he dicho por carta al presidente, a que haya un acuerdo en materia de regulación urbanística, medioambiental y de ordenación del territorio, que sea estable y homologable en Europa. Eso va a dar confianza al sector inmobiliario", añadió Saura.

"El sector inmobiliario, el sector de la construcción en general, es un sector que tendrá que dedicarse a productos distintos, tendrá que hacer su propia reconversión pero en todo caso es un sector de futuro". A su juicio, el cambio de modelo de crecimiento de la Región de Murcia "no se puede plantear de una manera brusca, ni de hacer cosas que no se deben hacer".

Se trata de que "los sectores que son de valor añadido, que son de ventaja comparativa en nuestra Región, tengan un futuro, porque hagan las cosas con mucha calidad, pensando más claramente en los mercados".

El sector de la construcción probablemente no tenga el mismo peso en el PIB que en el pasado, "pero es un sector de futuro en el que hay que pensar a la hora de generar empleo y riqueza en la Región de Murcia", concluyó Saura.

Fallece en Madrid el escritor y periodista murciano Alfonso Martínez-Mena

MURCIA.- El escritor y periodista murciano Alfonso Martínez-Mena, que será enterrado mañana en Alhama de Murcia, su pueblo natal, ha fallecido hoy en su domicilio de Madrid a los 81 años, como consecuencia de un cáncer de pulmón.

Se trata de uno de los autores murcianos cuyos trabajos han tenido una mayor trascendencia literaria con numerosos premios, reconocimientos y publicaciones. A lo largo de su vida ha recibido numerosos galardones, más de cincuenta, que avalan la obra de este escritor, otorgándole prestigio y una destacada reputación.
Martínez-Mena está siendo todavía velado en Madrid, pero sus restos serán trasladados hasta la iglesia de la parroquia de San Lázaro, mañana, 25 de febrero, donde llegarán a las 12.30 horas y donde se oficiará el funeral. Después, su cuerpo será trasladado hasta el Cementerio de Nuestra Señora del Carmen, de Alhama, donde recibirá sepultura.
En 2006 el pueblo de Alhama de Murcia rindió un homenaje a este escritor, colocando en su domicilio una placa en honor por los 44 años de “El Espejo de Narciso”, cuento en el que el autor rememora su infancia en la Villa de Alhama, además, se inauguró una calle en la localidad que lleva su nombre.
Martínez-Mena Rodríguez nació en Alhama de Murcia en 1931. Su currículum profesional es amplio; comenzó estudiando Derecho en Murcia y Salamanca, y más tarde realizó el doctorado en Madrid, donde transcurrió su época de estudiante; durante estos años cursó Periodismo, y posteriormente trabajó en el Ministerio de Cultura de Madrid.
Fue director de un programa de radio dedicado a las letras en Radio Popular de Madrid, y también colaboró en los diarios “Pueblo” y “ABC”, así como en las revistas “Diario S. P”, “Revista S. P”, y “Ánfora Nova” y como crítico literario en otras revistas de ámbito intelectual.
Novelista, cuentista y autor de literatura infantil y juvenil, Martínez Mena nació en Alhama de Murcia, localidad que dio su nombre al certamen de relatos cortos que se celebra desde hace una década. Ha ganado el Premio Barco de Vapor.
Entre los principales galardones obtenidos como reconocimiento a su obra destacan los premios 'Gabriel Miró', de cuentos; 'Ciudad de Murcia', de novela; o 'Álvarez Quintero', de relatos cortos.
Logró también el 'Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil', el 'Camilo José Cela', de narrativa, y el 'Antonio Machado', de narraciones breves.
No se puede encajar a Alfonso Martínez-Mena en ninguna corriente concreta. Sigue su propio estilo a la hora de crear fantasías y ficciones. Es cierto que en sus textos existen elementos propios del realismo, la crítica social, la moralidad, el existencialismo y el costumbrismo, pero ninguno de estos principios define su obra.
Él prefiere usar un lenguaje, unos personajes y unos ambientes populares. Ello le sirve de marco para que llevarnos a mundos imaginarios y poéticos. Es decir, combina lo popular y lo culto sin incurrir en ninguna contradicción.
Es Martínez-Mena un escritor de relatos muy importante, perteneciente a la generación del Medio Siglo. Comparte con Aldecoa, Fernández Santos o Martín Gaite el gusto por las gentes sencillas y humildes, aunque al contrario que ellos, su obra no incide en el sentido social y crítico. Sus libros muestran optimismo y un gran apego a la vida y los sentimientos.
Sus relatos se dividen en dos grandes tipos. Por un lado, los que presentan una estructura tradicional, con la triple disposición: presentación, nudo y desenlace. Por otro lado, los relatos de carácter simbólico y hermético, que tienden a la complejidad formal y carecen de continuidad argumental.
Son temas recurrentes en sus cuentos la soledad, el recuerdo, el paso del tiempo y la muerte. En la mayor parte de estos relatos existe un personaje herido, insatisfecho o ignorado. Para este autor, el cuento y el poema son parecidos por las limitaciones de sus estructura, pero el cuento le resulta más sugerente por ser un mundo lleno de referencias en pocas páginas. En el fondo, Martínez-Mena es un poeta y como tal lo reflejan sus obras, aunque éstas no sean propiamente líricas.
Alfonso Martínez-Mena pertenece a la amplia lista de autores de cuentos murcianos (Francisco Alemán Sainz, Salvador García Jiménez, Miguel Espinosa, Asensio Sáez, Pedro García Montalvo, Antonio Núñez Molina, Juan García Abellán...) que pueden figurar en cualquier antología nacional por derecho propio.
Sin duda, ha sido en el ámbito de los cuentos donde el autor alhameño ha cosechado sus mayores éxitos, jalonados por casi todos los premios literarios de España. Cabe mencionar las colecciones El extraño (1967), Antifiguraciones (1977), Hombres con toro dentro (1984), Incidentario (1986) y Otrosí (1987), que lo elevan a los altares del relato breve, junto a Medardo Fraile, Fernando Quiñones, Meliano Peraile y Vicente Soto.
Posee unas grandes dotes de narrador, tanto en el terreno de la novela psicológica como en el del realismo. Por otra parte, parece que sus novelas sean también, en cierto modo, cuentos, si bien más largos y densos, y con una independencia estructural.
Con Conozco tu vida, John (1969), Martínez-Mena ingresa en el ámbito de la novela corta, con influencia del surrealismo. En 1972 publicó El arca de Noé, novela juvenil de corte fantástico y extensión breve, en la que partiendo de la imaginación bíblica se expresa un mensaje solidario y humanístico.
A inicios de la década de 1970 publica tres novelas largas, completando así su ciclo narrativo, pues ya era bastante conocido como autor de cuentos y novelas cortas. Las alimañas (1971) es una novela realista en la que también están presentes creencias y supersticiones populares. Con Introito a la esperanza (1971) ganó el Premio ¿Ciudad de Murcia¿ de novela en 1971.
En esta obra el punto de partida es la amistad de tres amigos, enamorados de una misma mujer, lo cual da lugar a una serie de reflexiones morales sobre la guerra y la religión. Por último, El címbalo estruendoso (1972) versa sobre el egoísmo y la insolidaridad. En 1981, regresó a la novela corta juvenil con La tierra de nadie, Premio Nacional de Literatura Infantil de ese año.

Es en el relato breve donde Martínez-Mena despliega toda su imaginación, volviéndose único entre los escritores españoles contemporáneos.
Son su lenguaje, mezcla de lo popular y lo culto, y su particular forma de reflejar el día a día lo que hacen tan singular a este escritor.
Su madera de poeta se refleja en su estilo pese a que sus obras no sean propiamente líricas. Sus relatos son por lo general optimistas, sin embargo, como bien dice Ramón Jiménez, “evita el sentido social y crítico” en sus obras, por lo que nos encontramos con un escritor lleno de fantasía y júbilo.
La estructura interna de sus relatos puede diferenciarse en: obras con cuerpo definido, presentación, nudo y desenlace; o bien en una organización más hermética, sin un nudo argumental determinado. Sus publicaciones han sido traducidas a varios idiomas.
Principales obras
  1. Las alimañas [Monografía] (1972) Editorial/es: Ediciones Picazo
  2. Antifiguraciones (1977) Editorial Magisterio Español, S.A.
  3. El Arca de Noé (historia de un trampero (Edelvives)
  4. La cigüeña Robustiana : aventura en busca de una corrida de toros Ediciones Libertarias-Prodhufi, S.A.
  5. Címbalo estruendoso, el (1972) Bruguera, S.A.
  6. Cuentos, cuentos (1996) Ediciones Libertarias-Prodhufi, S.A.
  7. Desencantamientos : cuentos Huerga y Fierro Editores, S.L.
  8. Hombres con toro dentro (1983) Almarabú
  9. Necrólogo, el (1989) Mondadori
  10. La tierra de nadie [Monografía] (2006) Noguer Ediciones, S.A.
Obras Completas

Cuentos
  • Del libro El extraño (1967):
  • El extraño (Premio 'Sésamo', 1965).
  • La visita.
  • El taburete.
De la colección Antifiguraciones (1977), Premio 'Álvarez Quintero' de la Real Academia Española de la Lengua en 1978:
  • Echar la vida a gatos (Premio 'Gabriel Miró', 1967).
  • El pan para la luna (Premio Nacional 'Familia Española', 1968).
  • El faquir (Premio Internacional 'Caja de Ahorros de León', 1968).
  • La mano del buey (1968).
  • Se llamaba Ginés... seguramente (Premio 'Hucha de Oro', 1969).
  • Réquiem por el arbolito (Premio 'Grupo 13', 1970).
  • El pastelero (1970).
  • En otro lugar (1971).
  • La máquina (Premio 'Caja de Ahorros Provincial', 1972).
  • El calentador (1973).
  • Las musarañas (2º Premio Gabriel Sitjé, 1974).
  • Diospyros K (2º Premio 'Ciudad de Badalona', 1974).
  • Apenas nada (Premio 'Francisco García Pavón', 1975).
De Hombres con toro dentro (1984):
  • El torero.
  • El piquero.
  • El diestro.
De Incidentario (1986):
  • Taxidermización (Premio 'Los Llanos', Albacete, 1978).
  • El 'B. A.' (Premio 'Ciudad de Villajoyosa', 1979).
  • El funámbulo (1982).
  • La Circasiana.
De Otrosí (Premio 'Tiflos', 1987):
  • Génesis 53/84.
  • Daguerrotipo.
  • Querida Marcia.
  • Cuentos ciudadanos y otras historias (1993).
Novelas
  • Conozco tu vida, John (1969).
  • Las alimañas (1971).
  • Introito a la esperanza (Premio 'Ciudad de Murcia', 1971).
  • El címbalo estruendoso(1972).
  • El arca de Noé (1972).
  • La tierra de nadie (1982).
  • El necrólogo (1989).

Blanco y Zapatero / José María Carrascal

Ha causado sorpresa el ascenso de José Blanco en el escalafón ministerial, donde, tras desplazar a la vicepresidenta primera, según unos, ocupa ya la posición de valido, según otros. Se quedan cortos. José Blanco no es una invención de Zapatero. Zapatero es la invención de José Blanco.

No pueden darse dos personalidades más distintas, física, humana e intelectualmente. Zapatero es un señorito de Valladolid que se buscó un pedigrí republicano-obrero en León para lograr un escaño socialista en el Congreso, donde iba a eternizarse, hasta que Blanco lo descubrió y convirtió en príncipe de las Españas.

A diferencia de Zapatero, a Pepe Blanco nada le ha sido regalado en la vida. Nacido en el corazón de la Galicia rural, tierra de políticos, dejó los estudios de Derecho para hacer carrera en el PSOE desde el último peldaño, e irlos subiendo uno a uno hasta la Secretaría General. Nadie conoce mejor su partido que él; puede que Alfonso Guerra, pero Guerra es ya historia. Mientras Blanco es el presente.

Un «apparatchik» en el más estricto sentido de la palabra, ha hecho favores a todos y todos se los deben. Sin él, que muñó la coalición entre descontentos con el viejo aparato y guerristas, Zapatero nunca hubiera sido candidato a la presidencia en 2004. Aunque también es verdad que sin el 11-M, tampoco Zapatero hubiera ganado las elecciones. Pero la suerte es de quien la busca, y Pepe Blanco sabe buscarla como pocos.

De su maestría en el manejo de tiempos, personas y lugares habla que no quisiera ocupar un cargo de relumbrón en la primera legislatura de Zapatero, contentándose con seguir al frente del partido. Su aparición en la segunda, como ministro de Fomento, desde donde se distribuyen las mercedes, y, ahora, como «primer ministro» en la sombra, advierte de la emergencia que vislumbra, a la que intenta atajar.

Su principal problema no es el PP, paralizado por sus luchas internas, ni siquiera la crisis, con ser gravísima. Es su criatura, que ha empezado a actuar por su cuenta y riesgo, y en vez de seguir las pautas cautelosas de su creador, da bandazos, como esos muñecos a los que se les ha saltado la cuerda y tanto van en un sentido como en otro, contradiciéndose cada día, alarmando a los mercados, espantando a los suyos y dando munición a los rivales.

Al frente de ese gabinete de crisis que es la comisión triministerial, José Blanco va a tratar de que los sindicatos no se desmanden, los inversores no huyan, los banqueros obedezcan y el PP siga siendo la casa de tócame Roque o como te llames. Pero su tarea más urgente es controlar a su pupilo, que ha terminado creyéndose un estadista capaz de solucionar los problemas seculares de España, aliar las más enfrentadas civilizaciones y resolver las mayores crisis, cuando es la simple creación de un chico listo de Palas de Rey.

http://www.abc.es/20100224/opinion-firmas/blanco-zapatero-20100224.html