domingo, 28 de febrero de 2010

Puntos de fricción / Mateo Peñaranda


FEBRERO, CORTO, PERO SUSTANCIOSO EN DISPARATES


A partir de hoy y, al final de cada mes, voy a intentar explicar el trasfondo de las noticias más relevantes que se produzcan o produzca la Región de Murcia por aquello de que vivimos ya unos tiempos históricos que nos colocarán en un nuevo sitio dentro de la mundialización.


Y vamos a comenzar por febrero tras observar que todos los pájaros que pasan por aquí se le meten en la cabeza a los tontos de turno; y lo digo sin acritud porque llevo algunos años viviendo-trabajando en Madrid y no tengo roce físico alguno con estos protagonistas del desastre a que han abocado a mi tierra con un índice aterrador de desempleo estructural.

El presidente Valcárcel sigue con sus promesas vanas, apuestas carísimas y proyectos inviables por alucinantes en una región tan pobre e ignorante como la nuestra. No sé si es que es así de pobre hombre o que estamos ante un pillo redomado, que se ríe de todos nosotros, los votantes.

A mí y a otra mucha gente de mi edad -estamos en la treintena larga- nos parece hoy un personaje patético y un "yogur caducado" que, además, creo que tiene encima la espada de Damocles de un procedimiento judicial que progresa convenientemente y le podría amargar fácilmente su lejano turno en la presidencia del Comité de las Regiones, en Bruselas, si el abogado Mazón se empeñase y a cuenta del fiasco de la balsa Jenni. He oído algo de los idus de marzo a otro famoso abogado andaluz, de nombre Salvador, a punto de la jubilación.

En Cajamurcia también cuecen habas aunque pueda no parecerlo. Me dice un tío mío que allí trabaja, que sus compañeros quieren creer el mensaje que destila la dirección pero que, cada vez más burdo, hace dificil pensar que la entidad está al margen de la tormenta financiera internacional. Al final veremos en que quedan las cuentas que se presentan como impecables gracias a cierta ingeniería financiera tras ocultar a sus consejeros y opinión pública la fuerte depreciación del patrimonio de la Caja. No creo que sea nada fácil que lidere una fusión, si es que antes no queda aislada de todos los procesos en marcha, ni que su presidente sea el próximo de la CECA tras los errores estratégicos cometidos durante el inicio de reestructuración del sector.

La polémica en torno al Sagrado Corazón de Monteagudo (siempre a la vista desde mi casa de Cabezo de Torres) ha servido para comprobar el deterioro de poder del alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, en su ámbito de actuación. Ha querido liderar un movimiento de rechazo y se ha encontrado con el único apoyo de parte de una pedanía y cuatro cabecillas subvencionados. La gente del pueblo llano le ha dado políticamente la espalda pese a estar la gran mayoría en contra de remover la estatua. Y todo ha servido para descubrir que, en realidad, el fuerte deterioro del paraje es de exclusiva responsabilidad del Ayuntamiento de Murcia. Le ha salido el tiro por la culata y se ha tenido que parar en seco aunque copiando la iniciativa jurídica puesta en marcha por el abogado católico Diego de Ramón. El alcalde seguidista es otro caducado claro.

Febrero también nos ha puesto en guardia frente al vicepresidente de Caja Mediterráneo, Ángel Martínez, un huertano que presume de conocimientos que no tiene y de libros que él no escribe aunque figure como autor, a tenor de lo que dicen en voz baja a un amigo mío sus compañeros en el consejo de administración. Su osadía parece no conocer límites y se ve claro que el muy pródigo utiliza los recursos de la entidad para su propia promoción personal, buscando proyección pública como político frustrado y pasado de fecha. Los empleados de Caja Mediterráneo en la ciudad de Murcia cuentan sin parar sobre este ocurrente con pretensiones de genio del ferrocarril como paradigma del fraude intelectual tolerado pero a desterrar con la crisis.

Otro a desterrar pronto sería el pretendido líder socialista regional, Pedro Saura, tras la sarta de "pedroladas" a que nos tiene acostumbrados cada día. Su fuerte apuesta a estas alturas del desastre por el sector construcción para salir de la crisis tiene asombrada a toda la izquierda sociológica murciana (no creo que tanto a la "entregada" IU, hoy en plena luna de miel con el PP). Su agotado discurso, tanto o más que el de Valcárcel, es simple, cansino y corto de cortedad. Y todavía tiene pendiente de que le aflore el escándalo de corrupción continuada en los arrabales del socialismo cartagenero. Huele muy mal la colaboración urbanística privada y depredadora - ahí está Cala Reona- entre la alcaldesa del PP y los ex alcaldes socialistas, comenzando por Alonso, gran financiador de mítines y campañas del PSRM para vergüenza de Oñate.

Aspira a suceder a Saura otro simple, políticamente hablando, como el delegado del Gobierno, Tovar, pese a su metedura de pata con Mazón, que ha precipitado el final de su atrevida aspiración sabidas sus limitaciones y demostradas con generosidad en esta ocasión. No ha sabido estar en su sitio institucional y posiblemente hasta haya arrastrado el dudoso futuro político de su hija en Madrid. José Blanco posiblemente dé buena cuenta de todos éstos melones pasada la Presidencia española de la Unión Europea y antes de la recta final hacia los procesos electorales inevitables.

Precisamente Bruselas es el espacio elegido por una parte sustantiva, y jurídicamente de altura en la sociedad civil de la Región de Murcia, para desarrollar la batalla legal contra el aval-subvención encubierta de 200 millones de euros a la concesionaria del aeropuerto de Corvera por las exhaustas arcas de la Comunidad Autónoma tras la inaceptable cesión del presidente ante el ex consejero Patricio Valverde para resarcir las pérdidas de los inversores en la mercantil privada Aeropuerto de Murcia S.A., fundamentalmente Cajamurcia, Caja Mediterráneo y El Pozo. La experiencia de la ruina de la autopista de peaje Cartagena-Vera, donde se repiten casi los mismos socios incluida la filial de "Sacyr", "Ploder", (con ERE en marcha y proceso concursal), ha hecho volar capitales hacia las islas Caimán y otros destinos caribeños.

Por eso es preocupante la serie de casualidades observadas en grandes empresas de la Región de Murcia en las últimas semanas: el enigmático incendio en El Pozo, la nocturna fuga de gas en García Carrión o el camino irreversible de salvación para Hefame de su cercana fusión con Cofares tras el contrato de abastecimiento al Servicio Murciano de Salud aunque se encuentre en quiebra técnica. Y, desde luego, que un teórico emporio como el de Jumilla tenga que refinanciarse al margen esta vez de Cajamurcia, ante la crisis de consumo y su desplazamiento junto a Fuertes de los lineales de "Mercadona", con 175 millones de euros. Nuestras cuatro grandes empresas no conocen obviamente sus mejores tiempos aunque mantengan la pose. Nuestra única verdad cierta es que todavía representamos el 20% de las exportaciones españolas de frutas y verduras y nada en el turismo aunque poco más en una industria obsoleta.

Eso no evita el desempleo galopante y la ruina de las arcas de la Comunidad Autónoma. Sólo uno de cada diez murcianos en paro volverá a trabajar. Y los funcionarios dependientes de Valcárcel tal vez dejen de cobrar hacia el verano como consecuencia de un gasto estructural desbocado y una crisis fiscal que va a más pese a las exigencias de Bruselas de contención y reducción del gasto para lo que no sea imprescindible. En la Región de Murcia, la recesión económica, el desempleo y la pobreza es el doble de la media española como consecuencia de la codicia de los amigos del poder.

(Lo de CROEM es de juicio sumarísimo: propicia hasta la exasperación un modelo económico regional insostenible y ahora denuncia sus efectos devastadores en plan salvadores de la patria. "Urge la jubilación del demente senil, a quien ya se le está haciendo tarde y puede encontrarse con sorpresas como siga midiendo tan mal el tiempo", como ha escrito hace poco otro buen amigo mío que presume de saber exactamente donde están los dos tumores principales de la metástasis que atenaza a nuestra tierra y nuestras gentes desde hace 35 años).

Una no noticia relevante es que se ha dejado de hablar de los males que asolan a "Polaris" (le han sustituido los robos de agua en Abarán a cargo de la llamada y muy oculta Mafia del Agua) y las circunstancias que han puesto por delante a "Trampolín" (una incógnita financiada desde la comarca de la Vega Baja, en Alicante), donde no me consta si todavía trabaja la esposa de un relevante magistrado de la Audiencia, ni sé si es la promotora llamada a urbanizar el entorno del Santuario de la Fuensanta, tan negada por el concejal de Urbanismo, el sin escrúpulos Berberena Loperena, un lobo a cargo del cuidado de las ovejas, esta vez de la mismísima Patrona de la Vega del Segura.

Pero la noticia más sorprendente del mes de febrero que hoy acaba, es el descubrimiento de Trini, la madre medium del consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, y asesora oculta de su hijo y del mismo Valcárcel. Ahí estamos para afrontar lo que se nos viene encima. Hasta el 31 de marzo, amigos.