"Pues bien los valores cristianos son unos valores sociales que pacifican la crispación de la sociedad civil, cuando se rompe el equilibrio entre creyentes y no creyentes. Siendo por tanto una acción popular legitima del ordenamiento social-cultural para poder compatiblizar la defensa de unos valores civiles reconocidos en el Tratado de la Unión Europea, Carta de Derechos Fundamentales, en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales (CDH);despertando así las conciencias en una sociedad fuertemente anestesiada e instrumentalizada por los medios de comunicación", dice De Ramón en su escrito de personación.
"Todo ello responde a la necesidad del respeto de todo lo establecido hasta ahora, como derecho consolidado en nuestras tradiciones culturales, religiosas y agnósticas que puedan convivir en equilibrio y paz, en una sociedad estabilizada en antecedentes historicos, creados por el hombre para otros hombres de las mismas creencias y para los que no las tienen, para que éstos sepan que existen otros con distintas ideas, conviviendo así ambas opciones de forma pacifica", añade el letrado murciano.
Finalmente, De Ramón suplica al Tribunal tenga por presentado su escrito de declarar su interes religioso y "en defender tambien el legado historico cultural, con el respeto de los no creyentes, sin comprometer al Estado Español en su confesionalidad, (pues no es un monumento que se ha creado ahora sino antes de que el Estado Español se adhieriera a la Unión Europea y aprobase la Constitución Española), manteniendo así las tradiciones religiosas de los creyentes, culturales, historicas e identidad regional, local, de todos los murcianos; esperando así cumplir con el objetivo de describir el interés de este abogado en defender estos derechos que, considera, se encuentran violentados con tal acción legal emprendida...".