sábado, 20 de noviembre de 2010

Controles, confinamientos y expulsiones en las fronteras de Europa

PARÍS.- En su segundo informe anual sobre las fronteras de Europa, la red Migreurop se centra en tres cuestiones claves del combate que llevan las autoridades contra las personas candidatas a la migración : los obstáculos a su desplazamiento, el confinamiento y la expulsión.

Sobre la base de encuestas propias en los lugares investigados, el informe proporciona ejemplos dramáticos de las consecuencias de la puesta en práctica de esta guerra contra las personas migrantes, que implica un retroceso generalizado de los derechos que protegen las libertades y la integridad de las personas.

Denunciando el proceso de “externalización” por la Unión Europea de su política migratoria, Migreurop muestra cómo los países terceros se ven obligados, bajo la amenaza del cuestionamiento de los acuerdos de cooperación y de ayuda al desarrollo, a readmitir en su territorio a las personas migrantes expulsadas de Europa y a impedirles reemprender el viaje hacia sus fronteras.

De la región de Calais, en Francia, a las fronteras de Turquía y del mar Adriático, de los parajes de Gibraltar al desierto sahelo-sahariano y a los nuevos países miembros al este de la Unión Europea, la subcontratación de los controles migratorios se efectúa en cadena, a veces muy lejos de la Unión pero también en su interior, muy en particular cuando se trata de reenviar de país en país a solicitantes de asilo considerados indeseables.

Toda una población de exilados se encuentra así sometida, desde ambos lados de las fronteras de Europa, sea al encarcelamiento arbitrario, sea a un continuo vagar y a las vejaciones permanentes de un entorno hostil.
 
En el momento en que, por primera vez desde su creación, la agencia Frontex despliega sus equipos militarizados de intervención rápida para enfrentar la “afluencia masiva” de migrantes en la frontera griega como si se tratara de enemigos peligrosos, el informe de Migreurop insiste en que el derecho, reconocido en los tratados internacionales, a abandonar todo país y a buscar protección en otro lugar, queda sin sentido si las personas candidatas a la emigración o al asilo son confinadas o retenidas en el camino.

Los insaciables y los dormidos / Francisco Morote

Desde que la HOAC, la Alianza Regional Contra la Pobreza, Ecologistas en Acción, la Asamblea de Personas Paradas y Afectadas por la Crisis de Molina de Segura, el Foro Ciudadano y el Foro Social de Murcia, en el pasado mes de julio constituimos en la región murciana la Plataforma Ciudadana de Apoyo a la Huelga General del 29-S, hemos volcado todo nuestro esfuerzo para lograr el éxito innegable de la misma.

Los que se enriquecieron de forma brutal en los años de falsa bonanza generaron con su especulación burbujas (financieras, inmobiliarias y otras) que al estallar les provocaron a ellos mismos una enorme deuda privada, transformada por los Gobiernos en deuda pública de los Estados que ahora hemos de pagar todos nosotros. Para ello, han destinado enormes cantidades de dinero público, procedente de los impuestos, la rebaja salarial a los empleados públicos, la congelación de las pensiones o la reducción de diferentes partidas sociales, para que los bancos saneen sus cuentas.

Desde julio hasta aquí, el paro ha seguido aumentando. Cada vez son más las personas paradas que no reciben ninguna ayuda, y el próximo febrero caducarán los subsidios de 426 euros a unas 243.000 personas. La ministra Salgado ya anunciado que no se renovarán porque no hay dinero y porque incrementaría el déficit. No paran los embargos por impago de hipotecas: la pobreza, la precariedad y la exclusión sociales aumentan progresivamente.

El empecinamiento en que rebajar el déficit es la medida más importante para salir de la crisis está causando sufrimiento en la población más desfavorecida, y va a seguir alejando la recuperación, ya que conforme se reduce el gasto público se reduce también la actividad económica que genera y los ingresos que revierten al Estado, por lo que la pescadilla acaba mordiéndose la cola: menos gasto, igual a menos ingresos, igual a menos reducción del déficit o, al menos, más lenta. Es el paro y no el déficit el principal problema, ya que las personas sin trabajo no tienen ingresos que gastar, y no generan ingresos con los que reducir el déficit.

El Gobierno puso a disposición de la banca 139.000 millones de euros a principios de 2009 que no han servido ni para reducir el déficit ni el paro. Sin embargo, ha recortado enormemente la inversión pública en los Presupuestos Generales del Estado de 2011, impidiendo con ello la contratación de decenas de miles de trabajadores que habrían revertido al Estado miles de millones de euros en forma de IVA, cotizaciones a la Seguridad Social, IRPF, etc., además de mover la economía privada.

Pese a las ayudas para rescatar bancos, todo el mundo sabe que sigue sin haber crédito disponible; los empresarios lo recuerdan siempre. Esto no habría sucedido si esa ingente cantidad de dinero hubiera sido prestada por una Banca pública. Si no se hubiera cerrado el grifo del crédito no hubieran tenido que cerrar muchas de las empresas que lo han hecho, ni los autónomos ni las familias, en consecuencia habría menos gente en paro, más consumo y menos défict, aunque algún banco hubiera podido quebrar por su propia mala gestión anterior, avalada por el Banco de España. Además, el déficit no viene de que haya aumentado el gasto público, sino de la reducción de ingresos, que casi en un 40% deriva de la reducción de impuestos: el de sucesiones, el de patrimonio, el de sociedades, las SICAV… En fin, de la de impuestos a los ricos.

¿Por qué siguen con esas políticas? Pues porque no aceptan que lo que ha quebrado es el modelo de globalización neoliberal. Intentan reflotarlo a cualquier precio. No les importa el sufrimiento de la gente, el desmantelamiento del Estado del Bienestar…Nada dicen de reforma fiscal, ni de persecución del fraude y la economía sumergida. Sólo parecen buscar saciar la voracidad avara de los bancos, los mercados y los inversores que, como todo el mundo sabe, son la misma cosa aunque utilicen diferentes nombres.

El modelo de globalización neoliberal no sólo ha quebrado, sino que además se ha mostrado claramente incompatible con la justicia y los derechos sociales. Es muy clarificador que con el paro galopante en casi toda Europa salgan todos como uno sólo a salvar a la banca irlandesa, eso sí, a costa del sacrificio de los irlandeses, que apuesto a que no llegan al 3% los que son banqueros.

Ni los gobernantes actuales en la UE, España y en la Región de Murcia, responsables cada uno en su nivel, ni los que pueden venir en sucesivas elecciones tienen opinión distinta en esta materia, lo que hace imprescindible la lucha decidida y unida de los pueblos de Europa, España y nuestra región para obligarles a cambiar esas políticas tan injustas como equivocadas.

Por todo, la Plataforma Ciudadana de Apoyo a la Huelga General del 29-S considera que no sólo no cabe disolverse, sino que es necesaria nuestra continuidad para mantener viva la llama de la protesta frente a las injusticias que denunciamos, y para seguir exigiendo desde la ciudadanía que los poderes públicos sean más democráticos y respetuosos con la voluntad popular, que no sólo se expresa en las urnas. Así que pasamos a denominarnos Plataforma Por los Derechos Sociales de la Región de Murcia.

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