lunes, 11 de junio de 2012

Esta semana misma han surgido grandes dudas sobre las cuentas de Banco Mare Nostrum / Antonio Gallardo *

Por fin este sábado se cumplieron las expectativas y España solicitó ayuda a la Unión Europea para el rescate del sistema financiero. Esta petición ha despejado una de las grandes dudas, cómo se instrumentalizaría esta ayuda más que necesaria para evitar la quiebra de una buena parte de nuestras entidades financieras, pero deja muchas otras que tendrán que despejarse en el plazo más corto.

En primer lugar quién y cuánto. Sobre el primer punto hay cuatro fijos, Bankia, Catalunya Caixa, NovaGalicia Banco y Banco de Valencia, pero es seguro que se unirán muchos más. Esta semana misma han surgido grandes dudas sobre las cuentas de Banco Mare Nostrum, convirtiéndole en candidato firme, a lo que hay que unir con mucha seguridad ayudas millonarias a todos los procesos de fusión vigentes, como Ibercaja con Liberbank y Caja3 por un lado y Banco Ceiss (fusión de Caja España y Caja Duero) con Unicaja, y puede que tras la auditoría nos encontremos con más y peores sorpresas. Según el propio FMI, en el peor de los escenarios, sólo se salvarían de la quema BBVA y Banco Santander.

Y es que los 100.000 millones de euros, una cantidad que multiplica por más de dos lo estimado por el FMI, es un arma de doble filo. Por un lado, junto a la afirmación de que el rescate incluirá un “margen de seguridad”, intenta transmitir seguridad al mercado, un mensaje de un rescate definitivo. Pero por otro lado una cifra tan abultada puede transmitir que hay más problemas de los detectados, con lo que parece probable que tras la publicación de las dos auditorías independientes tengamos algún susto.

También nos queda saber el coste de la “factura millonaria”, sólo se nos ha dicho que será en “condiciones muy favorables, mejores que las de mercado”, eso implica un alivio, pero para nada que no haya coste. El organismo que nos prestará esta cifra desorbitante, Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), tiene que captar este dinero del mercado mediante una emisión de Deuda que luego prestará al FROB con un diferencial o spread, que aunque sea mínimo, su suma, ya supone una importante coste si tenemos en cuenta la cuantía máxima.

¿Qué significa? Si hasta ahora había dificultades para cumplir con el objetivo del déficit, ahora tenemos una partida más que representará muchos millones de euros que ajustar. Si a esto añadimos la propuesta de la Comisión Europea sobre un año de moratoria para cumplir el objetivo de déficit marcado a cambio de una nueva ronda de reformas que incluye retraso en la edad de jubilación y subida de impuestos indirectos, incluido el IVA, parece claro el camino a seguir. Desde luego que se “vendería” como algo independiente del rescate o ayuda recibida, y se separará en el tiempo, pero que una cosa es consecuencia de la otra, al menos en una parte importante, no queda ninguna duda.

Por último hay que despejar enormes incógnitas sobre el futuro de las entidades intervenidas, ¿Cuáles serán las medidas que se impondrán a los bancos? ¿Cómo quedará el sector tras la restructuración? En primer lugar tiene que someterse a un enorme adelgazamiento, tanto de sucursales como de estructura organizativas. Hasta ahora las fusiones han sido un enorme fracaso en ambas vertientes, se han cerrado oficinas, pero no las suficientes y en la parte organizativa los cambios eran mínimos, manteniéndose en algunos casos ¡todas las sedes corporativas! Estos desmanes se deben en buena parte por la falta de un poder claro en la dirección de las cajas. Mientras los bancos, tienen que rendir cuentas a sus accionistas, en el caso de las cajas sus organismos de gestión son un batiburrillo de políticos y sindicatos sin un control adecuado como se ha demostrado. Por ello, hay que ir más allá y finalizar la bancarización plena de las cajas que lleven a que se conviertan en verdad en órganos transparentes.

Pero también queda la duda si esta intervención beneficiará al ciudadano como dejo entrever el ministro de Economía. La respuesta en el corto plazo es negativa, y se entiende muy bien de las propias palabras del ministro, que abogaba para que las entidades hagan también un esfuerzo para destinar recursos propios a su saneamiento. Siendo esto así, es más que complicado que vuelva a fluir el crédito en cantidad adecuada para reactivar nuestra economía al menos en el corto plazo. En el medio, desde luego que unas entidades fuertes deberían ayudar a la reactivación, pero nos quedan muchos meses para verlo.

Y parte de esta respuesta está en como se articulará la restructuración de estas entidades “nacionalizadas”. Si se crea un enorme banco con titularidad estatal tenemos la ventaja de que el proceso de saneamiento será más duro, en cuanto se eliminarían más duplicidades. Por el contrario, su posterior venta es más complicada y habría que hacer el proceso inverso, volver a dividir para vender por partes.

En definitiva, nos enfrentamos a un complicado verano, con muchas incertidumbres y cuestiones que resolver.

(*) Antonio Gallardo, iAhorro.com
 

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