MURCIA.- Llegó como un empresario madrileño dispuesto a hacerse cargo de un
club de fútbol histórico a punto de desaparecer y que nadie quería. Eso
fue hace diecisiete años. Y al cabo del tiempo se ha convertido en una
especie de factotum económico de operaciones urbanísticas en Murcia con el que se cuenta para casi todo. Por lo menos, para todo lo caro. Y también ha devenido esa mala compañía que puede ser peligrosa, como muestra la imputación judicial, el martes, del alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, recuerda hoy 'El Confidencial'.
Él es Jesús Samper,
el negociante bajo cuyos auspicios se puso el jueves la primera piedra
de lo que será el parque cinematográfico de atracciones Paramount
Pictures y el centro de ocio LifeStyle, “que prevé recibir más de 3
millones de visitantes al año y generar más de 22.600 puestos de
trabajo” a partir de su conclusión, en 2015, en medio millón de metros
cuadrados adquiridos por Premursa (Promociones Emblemáticas Murcianas),
la nueva etiqueta del prohombre del fútbol.
Cuando Samper llegó a Murcia, sempiternamente acompañado de su hermano y brazo derecho Juan Antonio,
poco se sabía de él. Pero era alguien en España. Tenía información de
primera mano de la situación del Real Murcia, puesto que fue secretario
de la Liga de Fútbol Profesional. Después, su empresa Santa Mónica
Sports Management se hizo con los derechos publicitarios de la selección española de fútbol.
Quizá por eso, José Luis Morga,
que fue presidente de la Federación Murciana de Fútbol, pensó en él
cuando en 1994 el histórico Real Murcia estaba abocado a la desaparición
por la incapacidad de convertirse en sociedad anónima deportiva y la
negativa de una veintena de ilustres empresarios murcianos a comprar las
acciones.
Los prebostes económicos locales fueron
convocados al efecto nada menos que por el entonces presidente regional
de Murcia, el socialista Carlos Collado. Se negaron. Y apareció
Samper de la mano de Morga. Desde entonces, este empresario madrileño
con muy buenas conexiones futbolísticas en España y en varios países
latinoamericanos, se ha convertido en una especie de clave sobre la que se cierran muchos buenos negocios.
Pero también otros no tan claros. A pesar de lo cual está ampliando su
influencia promocional desde el municipio capitalino a otras zonas de la
región murciana.
Samper llegó como un terremoto. Se hizo
cargo del club de fútbol, construyó un nuevo estadio a cambio de
terrenos reclasificados para una inversión millonaria y construir un
centro comercial anexo al campo de juego. También provocó algún
resquemor y alguna variación en el guión previsto: al final, en la zona
norte de la capital murciana hubo dos grandes centros comerciales (Nueva
Condomina y Thader), porque Metrovacesa tenía derechos adquiridos y la
pelea por las competencias al respecto entre comunidad autónoma y
ayuntamiento se saldó con la dimisión del consejero de Economía, Patricio Valverde, y la del concejal de Urbanismo, Ginés Navarro.
Samper
siguió adelante con su proyecto urbanístico: el Centro Comercial Nueva
Condomina, de 110.000 metros cuadrados, “el más grande de todo el arco
mediterráneo”, según su página web.
Se cambió la normativa
para que los dos pudieran ser construidos y coexistir apenas a un
kilómetro de distancia entre ellos. Entre los dos grandes centros
comerciales le hicieron la cama al comercio tradicional del centro de la
ciudad y ahora, con la crisis, son grandes extensiones de galerías
vacías de lunes a jueves, con muchos locales cerrados, en alquiler o
venta. Un espejismo en el que se basó el desarrollo de la zona norte de
la ciudad que se propuso el Ayuntamiento que el secretario general del
PP murciano, Miguel Ángel Cámara, preside desde 1995.
Al
mismo tiempo que la crisis mostró la irrealidad de tamañas superficies
comerciales, la Fiscalía inició investigaciones por irregularidades en
la construcción y desarrollo del auspiciado por el dueño del Real
Murcia, Jesús Samper. El magnate está imputado por inducción a la prevaricación, blanqueo de capitales y delito fiscal. Desde el martes, el alcalde Cámara está en la misma situación procesal.
Entretanto,
el centro comercial Nueva Condomina ha cambiado tres veces de gestores y
propietarios. En marzo de 2007 la dueña del centro Deparcom –gestionada
por Juan Manuel Trujillo, cuñado de Samper– lo vendió a Brithish
Land y PREF por unos 350 millones de euros. A principios de mayo se ha
sabido que BNP ParisBas se hará cargo de él porque los actuales
propietarios no pueden hacer frente al crédito que obtuvieron para
comprarlo. De su rentabilidad económica da idea también el anuncio de
que el 16 de junio el supermercado Eroski cierra sus instalaciones allí.
Y entonces llegó la Paramount
Nada
de esto preocupa al promotor inicial. Jesús Samper presentó el jueves en
Alhama de Murcia –rodeado del presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, el alcalde Alhama y la creme de la creme
murciana– su siguiente promoción bajo la franquicia de Paramount
Pictures: el parque temático cinematográfico adosado al centro de ocio
LifeStyle.
Esto ocurría dos días después de conocerse la
imputación del alcalde de Murcia, Cámara, junto a Samper, el ex concejal
de Urbanismo, Fernando Berberena, y tres altos funcionarios y ex
funcionarios del ayuntamiento capitalino, entre otros, en el ‘Caso
Umbra’, en el que el juez intenta aclarar si hubo prevaricación,
negociaciones prohibidas a funcionarios, entre otros cargos, por los
convenios urbanísticos que se firmaron para que Samper construyera el
estadio Nueva Condomina, “regalado” al ayuntamiento, y el centro
comercial del mismo nombre, a cambio de reclasificaciones urbanísticas
en la zona norte del municipio que quintuplicaban las edificabilidades
inicialmente previstas.
Y ocurría también en medio de una
polémica desatada el mismo miércoles cuando se supo que la Comunidad
puede avalar la inversión que se supone van a hacer inversores aún
desconocidos para que se construya el parque Paramount Pictures y el
LifeStyle Center sobre un millón de metros cuadrados en Alhama de
Murcia.
Resulta que Premursa puso la primera piedra del
nuevo parque sin tener inversores asegurados para construirlo, y por eso
ha pedido a la Comunidad que avale la inversión con 25 millones de
euros. La administración regional ya participó con un 10% en el capital
inicial de cien millones de euros de Premursa, aunque el PP dijo que era
totalmente privada y no entraría en el capital.
Y también
parece que todo el mundo en Murcia está dispuesto a comer en la mano de
Samper: el martes, el rector de la Universidad pública (UMU), José Antonio Cobacho,
firmaba un acuerdo con el controvertido empresario para que los alumnos
de la Escuela de Turismo hagan prácticas en el parque Paramount del que
el jueves se ponía la primera piedra. Como testigo del anuncio figuró
el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz.
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