martes, 10 de julio de 2012

Iberdrola trata, con dos cajas en apuros, de sacar a flote su macroproyecto urbanístico en la costa murciana

MADRID.- Iberdrola sigue decidida a mantener su vela encendida en el altar del diablo y apuesta decididamente por desarrollar un macroproyecto urbanístico cuya viabilidad genera muchas dudas. En el empeño tiene atadas a dos cajas con problemas, como son Bancaja --integrada en Bankia y con su continuidad en el aire- y Cajamurcia -integrada en BMN, cuya deuda fue rebajada por la agencia de calificación Fitch al nivel de bono basura-, según publica hoy 'El Confidencial'.

Según declaraciones hechas por el delegado regional en Murcia de Iberdrola, Patricio Valverde, la eléctrica mantiene su apuesta por el desarrollo de un gran complejo turístico en las costas de los municipios murcianos de Águilas y Lorca que supondría la construcción de 22.000 plazas hoteleras, una marina interior con 2.000 puntos de amarre, chalets sin cuantificar, cinco campos de golf e infraestructuras que necesitarían, en conjunto, unos 4.000 millones de euros para hacerse realidad en una superficie total de 21,2 millones de metros cuadrados.
El delegado de Iberdrola en la Región de Murcia, que no ha atendido la solicitud de información de este diario, ha vuelto esperanzado de la reciente junta general de la compañía en Bilbao, en la que obtuvo el apoyo personal del presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, al proyecto urbanizador situado en Marina de Cope, según publicó un diario local por indicación de Valverde. Un portavoz de Iberdrola en Murcia indicó que el delegado regional facilitaba esa información solo a los medios que él mismo había invitado a la junta general en Bilbao: la cadena autonómica murciana 7RM y el diario local de Vocento, La Verdad.
Marina de Cope es un área controvertida, puesto que para facilitar el proyecto hace ya 12 años que el Gobierno Regional de Murcia cambió los límites del parque del mismo nombre que el proyecto, lo que motivó un recurso de inconstitucionalidad del grupo socialista en el Congreso, aún por resolver, y desató una cadena de protestas y críticas por parte de colectivos ecologistas y vecinales. A ellos se suman urbanistas que dudan de la viabilidad del complejo.

El proyecto genera dudas entre los expertos
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria deja sin perspectivas de futuro a ese proyecto, según expertos urbanistas consultados por este diario en diversas ocasiones.
En octubre pasado, Cajamurcia anunció que dentro de su “salida ordenada del ladrillo”, iniciada hace varios años, la entidad “lo que tiene son unos terrenos desde hace ya varios años, que en estos momentos pretende vender”. El portavoz de Cajamurcia añadió que la entidad “no quiere desarrollar directamente iniciativa urbanística alguna”.
El anuncio de Iberdrola tras su junta general en Bilbao se produce pocas semanas después de que la Comunidad informara de la finalización de los trámites administrativos para autorizar el proyecto. Ahora falta la adaptación de los planes urbanísticos de Águilas y Lorca, cosa que puede tardar aún varios años, según fuentes urbanísticas.
No obstante, Iberdrola, por boca de Patricio Valverde, ha insistido en que la eléctrica ha constituido una sociedad con Bancaja y Cajamurcia para gestionar los tres millones de metros cuadrados que poseen conjuntamente del total de 21,2 millones de Marina de Cope. Esa alianza con los dos bancos, la eléctrica controla el 60% de superficie.
El portavoz de Cajamurcia aseguró a El Confidencial que la salida del ladrillo de la entidad “es un tema de desinversión, pero mientras no haya comprador estamos ahí. No es que se haya puesto el cartel de 'se vende' (a esos terrenos). Si no se han vendido es porque no hay compradores”, explicó. Precisó, además, que la caja murciana ya no puede tomar decisiones en solitario puesto que está integrada en Banco Mare Nostrum (BMN) junto con Caja de Granada, Sa Nostra y Caixa Penedès.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que los compre la comunidad y no se urbanicen. Es lo mejor.