MADRID.- Iberdrola sigue decidida a mantener su vela encendida en el altar del diablo y apuesta decididamente por desarrollar un macroproyecto urbanístico cuya viabilidad genera muchas dudas. En el empeño tiene atadas
a dos cajas con problemas, como son Bancaja --integrada en Bankia y con
su continuidad en el aire- y Cajamurcia -integrada en BMN, cuya deuda
fue rebajada por la agencia de calificación Fitch al nivel de bono
basura-, según publica hoy 'El Confidencial'.
Según declaraciones hechas por el delegado regional en Murcia de Iberdrola, Patricio Valverde,
la eléctrica mantiene su apuesta por el desarrollo de un gran complejo
turístico en las costas de los municipios murcianos de Águilas y Lorca
que supondría la construcción de 22.000 plazas hoteleras, una marina
interior con 2.000 puntos de amarre, chalets sin cuantificar, cinco
campos de golf e infraestructuras que necesitarían, en conjunto, unos
4.000 millones de euros para hacerse realidad en una superficie total de
21,2 millones de metros cuadrados.
El delegado de Iberdrola en
la Región de Murcia, que no ha atendido la solicitud de información de
este diario, ha vuelto esperanzado de la reciente junta general de la
compañía en Bilbao, en la que obtuvo el apoyo personal del presidente de
la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, al proyecto urbanizador
situado en Marina de Cope, según publicó un diario local por indicación
de Valverde. Un portavoz de Iberdrola en Murcia indicó que el delegado
regional facilitaba esa información solo a los medios que él mismo había
invitado a la junta general en Bilbao: la cadena autonómica murciana
7RM y el diario local de Vocento, La Verdad.
Marina de
Cope es un área controvertida, puesto que para facilitar el proyecto
hace ya 12 años que el Gobierno Regional de Murcia cambió los límites
del parque del mismo nombre que el proyecto, lo que motivó un recurso de
inconstitucionalidad del grupo socialista en el Congreso, aún por
resolver, y desató una cadena de protestas y críticas por parte de
colectivos ecologistas y vecinales. A ellos se suman urbanistas que
dudan de la viabilidad del complejo.
El proyecto genera dudas entre los expertos
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria deja sin perspectivas de futuro a ese proyecto, según expertos urbanistas consultados por este diario en diversas ocasiones.
En
octubre pasado, Cajamurcia anunció que dentro de su “salida ordenada
del ladrillo”, iniciada hace varios años, la entidad “lo que tiene son
unos terrenos desde hace ya varios años, que en estos momentos pretende
vender”. El portavoz de Cajamurcia añadió que la entidad “no quiere desarrollar directamente iniciativa urbanística alguna”.
El
anuncio de Iberdrola tras su junta general en Bilbao se produce pocas
semanas después de que la Comunidad informara de la finalización de los
trámites administrativos para autorizar el proyecto. Ahora falta la
adaptación de los planes urbanísticos de Águilas y Lorca, cosa que puede
tardar aún varios años, según fuentes urbanísticas.
No obstante, Iberdrola, por boca de Patricio Valverde,
ha insistido en que la eléctrica ha constituido una sociedad con
Bancaja y Cajamurcia para gestionar los tres millones de metros
cuadrados que poseen conjuntamente del total de 21,2 millones de Marina
de Cope. Esa alianza con los dos bancos, la eléctrica controla el 60% de
superficie.
El portavoz de Cajamurcia aseguró a El Confidencial
que la salida del ladrillo de la entidad “es un tema de desinversión,
pero mientras no haya comprador estamos ahí. No es que se haya puesto el
cartel de 'se vende' (a esos terrenos). Si no se han vendido es porque
no hay compradores”, explicó. Precisó, además, que la caja murciana ya
no puede tomar decisiones en solitario puesto que está integrada en
Banco Mare Nostrum (BMN) junto con Caja de Granada, Sa Nostra y Caixa
Penedès.
1 comentario:
Que los compre la comunidad y no se urbanicen. Es lo mejor.
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