MADRID.- El Gobierno central y el medio centenar de bancos
acreedores de las autopistas en quiebra han acercado posturas sobre el
proyecto por el que se rescatarán estas vías, que suman una deuda de
3.800 millones de euros, mediante su integración en una empresa pública.
El Ejecutivo ha manifestado a la banca su disposición a otorgar
garantía del Estado y una mayor rentabilidad (de entre el 2,5% y el
2,6%) al bono a treinta años en el que se convertirá la deuda financiera
de estas vías que resulte tras la quita del 50% que se le practicará,
según informaron fuentes del sector.
De esta forma, se da un paso más en la concreción del proyecto que
los ministerios de Fomento y Hacienda presentaron a finales del pasado
mes de marzo para rescatar a la decena de autopistas en concurso de
acreedores.
El plan pasa por constituir con estas vías una nueva empresa
nacional de autopistas, de capital 100% público, que explotaría las
autopistas para garantizar su viabilidad y generar recursos para pagar
su deuda y evitar así inyecciones de capital público.
Respecto a la deuda de 3.800 millones de euros que actualmente
soportan estas infraestructuras, el rescate pasa por aplicar una quita
del 50% a este pasivo, y convertir el importe restante en un bono a
treinta años.
El plan inicial establecía que este bono tuviera como garantía la
nueva sociedad pública de autopistas y devengara un 1% anual más un
porcentaje variable adicional en función del tráfico. Estos dos aspectos
fueron rechazados por la banca, que estimó que el cupón del 1%, "por
debajo del mercado", constituía una segunda quita de deuda.
Tras meses de negociaciones, esta pasada semana el Gobierno ha
manifestado a la banca acreedora su disposición a otorgar tanto garantía
estatal al bono, como una mayor rentabilidad.
En paralelo, el Ejecutivo, a través de la Abogacía del Estado,
evitó el viernes la eventual liquidación de la primera de las vías
quebradas que llegó al final del proceso concursal, la AP-36 Ocaña-La
Roda, al solicitar aplazar hasta septiembre su junta de acreedores.
Bankia, Banco Sabadell, CaixaBank, el ICO, el Santander, BBVA, y
Banco Popular son las principales entidades financieras acreedoras las
autopistas.
Las vías, participadas por grandes constructoras, son las cuatro
radiales de Madrid, la que une la capital con el Aeropuerto de Barajas y
las que conectan Madrid-Toledo, Ocaña-La Roda, Cartagena-Vera y la
circunvalación de Alicante.
El desplome del tráfico por la crisis y el sobrecoste por
expropiaciones que afrontaron son las principales causas del
desequilibrio económico que presentan.
En la primera mitad del año, estas autopistas contabilizaron una
intensidad media diaria de tráfico de 5.751 vehículos, un 4,6% menos que
el año anterior, según datos de Fomento.
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