jueves, 23 de octubre de 2014

La jueza aprueba una reconstrucción de los hechos para aclarar el crimen de Cala Cortina

CARTAGENA.- La titular del juzgado de Instrucción nº 4 de Cartagena, María Antonia Martínez Noguera, ha aceptado efectuar una reconstrucción de los hechos que tuvieron lugar la madrugada del pasado 11 de marzo en la que desapareció el vecino del barrio cartagenero de Las Seiscientas, Diego Pérez Tomás, cuyo cadáver fue encontrado dos semanas después flotando en aguas de Cala Cortina. En concreto, la jueza ha autorizado que el lunes, 3 de noviembre, se vuelva a tomar declaración al testigo que asegura que vio a Diego vivo días después de que se le perdiera la pista.

En la mañana del miércoles, 5 de noviembre, tendrá lugar la rueda de reconocimiento a la que se someterá a otros dos testigos protegidos, trabajadores de la Autoridad Portuaria de Cartagena que, al parecer, esa misma noche de la desaparición se cruzaron con los coches patrulla de la Policía Nacional y llegaron a interpelar a los agentes.
El objetivo de esta rueda de reconocimiento es que estos dos funcionarios de la Autoridad Portuaria identifiquen a los agentes con los que se encontraron aquella madrugada.
En la tarde del miércoles, 5 de noviembre, se llevará a cabo la reconstrucción de los hechos acaecidos en la noche de la desaparición, con la presencia de los seis agentes detenidos y empleando para ello los tres coches patrulla que usaron en el traslado de Diego Pérez Tomás desde su domicilio hasta Cala Cortina.
Los abogados solicitaron esta reconstrucción con el fin de determinar el tiempo real que los agentes pudieron permanecer en los aparcamientos de Cala Cortina o en los alrededores esa noche, al sostener que sus clientes no pudieron cometer el delito que se les imputa al haber estado solo entre dos y cinco minutos en esa zona.
Fue el testigo 'B-83' quien advirtió que no fueron dos, sino seis los policías que acudieron la noche de autos a la calle Estanislao Rolandi del barrio de 'Las Seiscientas' y que se llevaron a un hombre después de agredirle. No obstante, según consta en un informe policial, esta persona confundió al fallecido con otro vecino.
Según el testimonio del testigo, eran las 4.25 de la madrugada del día 11 de marzo y "fuera de dos vehículos policiales de color azul se hallaban cinco policías uniformados, permaneciendo un sexto en el interior de un vehículo policial de color blanco, en el lado del conductor". El testigo declaró haber escuchado una voz que le resultaba familiar y que preguntaba a los agentes: "¿Para que me aporreas la puerta?".
El nivel de detalle del testimonio ofrecido describía casi a la perfección al agente que llevaba la voz cantante: "el más alto de todos, moreno con el pelo corto, entradas pronunciadas, de complexión fuerte". Según el relato, este agente cacheó a Diego Pérez, le quitó una chaqueta que quedó tirada en el suelo y tras encontrar algo entre sus pertenencias le agredió "propinándole un golpe con la mano abierta en la cara".
"Acho, ¿Estás loco o qué?", dice que le contestó su vecino.
"Sube al coche", dice que escuchó a uno de los agentes decirle ya desde dentro de uno de los vehículos policiales. Y Diego Pérez se subió a uno de los dos coches azules, uno en el que no estaba el agente que le había agredido. "En ese momento, un agente del coche blanco preguntó a otro: ¿Lo llevamos a Comisaría", contestándole este: "No, lo llevamos a la guarida", declaró haber oído 'B-83'.
Esta frase es de importancia para los investigadores porque tras este testimonio revisaron las cámaras de seguridad de la zona y comprobaron que los tres coches se habían dirigido a la playa de Cala Cortina, donde apareció el cadáver de Diego Pérez. Es por ello que en Asuntos Internos relacionan "la guarida" con Cala Cortina.
Sin embargo, pese al aparente nivel de detalle en el testimonio, 'B-83' admite que a la mañana siguiente "se encontró a la persona que pensó se había llevado la Policía la noche anterior, preguntándole: "Acho ¿pero no eras tú el que te fuiste?", contestándole este: "Pero que dices... ¡si yo me he tirado toda la noche durmiendo!".
Fue entonces este vecino quien advirtió al testigo clave de que a Diego Pérez le buscaba su hermano: "Sabes que Enrique está buscando a su hermano Diego?". "Ante lo cual el testigo se percató en ese momento de que la persona que se había llevado la Policía la noche anterior era Diego, un conocido de la zona", recoge el informe policial.
Juan Francisco Pérez Avilés, abogado de uno de los policías acusados en relación al crimen de Cala Cortina, ha solicitado la nulidad de las escuchas efectuadas por el departamento de Asuntos Internos de la Policía Nacional en el interior de los coches patrulla utilizados por los detenidos, al entender que fueron tomadas sin "amparo jurídico".
Pérez Avilés ha afirmado que este mismo jueves ha presentado el escrito en el que pide la nulidad "radical" de las intervenciones mediante los aparatos de comunicaciones ambiente que se implantaron en los vehículos policiales.
El abogado apoya su solicitud en una sentencia del Tribunal Constitucional del pasado 22 de septiembre sobre un caso que ha definido como "similar" en el que declaró nula la utilización de aparatos parecidos para captar las escuchas de dos detenidos en los calabozos de sede policial.
Aquella sentencia anuló esas escuchas (aunque no sirvió para exonerar al procesado) y la resolución ya ha sido aplicada en el 'caso Asunta'. La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña, con sede en Santiago de Compostela, ha acordado la nulidad de las conversaciones obtenidas en los calabozos de Lonzas de los padres de Asunta Basterra, Alfonso Basterra y Rosario Porto.
En concreto, Pérez Avilés recuerda que el Tribunal Constitucional declara en su sentencia que esta práctica "viola el artículo 18 que protege el secreto de las comunicaciones" y añade que este tipo de escuchas "no tiene ningún tipo de regulación legal", a diferencia de las intervenciones telefónicas, postales o telegráficas que sí que tienen amparo jurídico en el artículo 579 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Pérez Avilés explica que "corresponde al legislador" cubrir esta "laguna legal", ya que "es la única garantía del justiciable que conozca las reglas legales". En "ausencia" de una norma que regule este otro tipo de comunicaciones, el letrado considera que procede "anular las escuchas".
El abogado recuerda que, a raíz de esta sentencia del Tribunal Constitucional, también se han anulado las escuchas de otro caso "con igual o más alarma social que nos ocupa, que es el de la niña Asunta en Santiago de Compostela".
La sección sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña ha dictado un Auto el 20 de octubre que "también anula las escuchas practicadas a los padres de Asunta mediante el empleo de un micrófono en los calabozos".
 En el caso de los policías detenidos en Cartagena, Pérez Avilés se ha mostrado "plenamente convencido" de que "se ha violado el derecho fundamental a las comunicaciones que recoge el artículo 18".

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