LORCA.- El presidente de la sociedad cooperativa Alimentos del Mediterráneo
(Alimer), Julián Díaz, ha asegurado que la empresa, con 1.655 socios,
«lo ha pasado muy mal con el veto ruso» este verano, aunque entiende que
la situación «está superada».
Según explicó, la desviación del mercado que ha supuesto la pérdida
de sus clientes rusos ha tenido que ser compensada «reforzando la
relación comercial con otros clientes».
Esa reorganización ha
pasado por reconducir parte de la producción al mercado nacional y por
una mayor apertura a otros mercados internacionales, como los países
árabes, en particular Dubai, pero el proceso ha generado "momentos de
mucho nerviosismo".
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