MURCIA.- Un Juzgado de Instrucción de Murcia ha acordado abrir diligencias previas y ha ordenado la práctica de diversas
pruebas por la presunta falsificación de cuadros de pintores murcianos
del siglo XIX, además de imputar al marchante Alfonso Ortega, presidente
de la fundación que lleva su nombre.
Así se recoge en un auto judicial, en el que se indica que los hechos
a investigar pueden ser constitutivos de los delitos de estafa y
falsedad documental, y añade que de las actuaciones realizadas hasta
ahora "únicamente resultan indicios suficientes respecto de este
imputado".
Esos indicios, añade la resolución, se concretan en que, a través de
una casa de subastas de Madrid, vendió un cuadro atribuido al pintor
Pedro Sánchez Picazo que, según el dictamen emitido por el Centro de
Restauración de la Región de Murcia, es falso.
Igualmente, el auto señala que también entregó a la misma casa de
subastas dos obras atribuidas a Ramón Gaya que, según el director del
Museo que lleva el nombre de este pintor, no pertenecen al mismo.
El Juzgado considera, por otro lado, que de lo actuado hasta ahora no
resultan indicios suficientes para dirigir el procedimiento, "en este
momento", también contra los demás investigados, el historiador de Arte y
exdirector del Palacio Almudí del ayuntamiento de Murcia Martín Páez y
el coleccionista Melchor López.
No obstante, y a instancias de su abogado, el letrado Raúl
Pardo-Geijo Ruiz, se tiene a Páez como personado en las actuaciones. En
una ronda de declaraciones que se llevarán a cabo el próximo abril, el
juzgado ha citado como imputado a Ortega y, como testigos y perjudicados
por la compra de obras supuestamente falsas, a José Luis Cáceres y
Ángel Tomás, este último, empresario y expresidente de la Cámara de
Comercio de Murcia.
En la misma condición de testigo ha convocado al catedrático jubilado
de la Universidad de Murcia Francisco Flores Arroyuelo, gran conocedor
de la obra de Gaya. También han sido llamados a declarar, en este caso,
como peritos, los expertos en Arte, María Victoria S. y Francisco L.