martes, 16 de agosto de 2016

Rajoy convoca al Consejo de Ministros acuciado por las previsiones económicas / José Hervás *

Las previsiones económicas aventuran lo peor. La mayoría de instituciones coinciden con las dadas a conocer por la Comisión Europea el pasado viernes que anticipan que el crecimiento económico del año próximo se va a ralentizar. Otra dificultad más para el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy, que de forma excepcional ha convocado al Consejo de Ministros a mitad de agosto.
Es otro obs­táculo adi­cional para poder en­viar a Bruselas un pro­yecto pre­su­pues­tario creíble con el que evitar de forma de­fi­ni­tiva la multa de unos 6.000 mi­llones de euros por haber in­cum­plido los ob­je­tivos de dé­ficit en los úl­timos años. Parte del pro­yecto di­señado por Luis de Guindos para en­viar a las ins­ti­tu­ciones co­mu­ni­ta­rias se ci­menta en la ca­pa­cidad de re­caudar más gra­cias al cre­ci­miento. Si este se ra­len­tiza se pondrá en duda una parte sus­tan­cial del pro­yecto de Mariano Rajoy.
Ahora, pese a las dudas cre­cientes sobre las es­ti­ma­ciones ofi­ciales porque los Presupuestos no se han cum­plido ningún año desde la ins­tau­ra­ción de la Democracia, el pro­yecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017 se ha con­ver­tido en el pro­blema po­lí­tico y eco­nó­mico clave a re­solver para el ac­tual pre­si­dente del Gobierno en fun­ciones y pre­vi­sible fu­turo nuevo pre­si­dente, Mariano Rajoy.
La obli­ga­ción cons­ti­tu­cional de pre­sen­tarlos en el Congreso antes del 1 de oc­tubre y el acuerdo con Bruselas de en­viarle el pro­yecto antes del 15 de oc­tubre está acu­ciando a todo el equipo del pre­si­dente. Rajoy no quiere dejar pasar más días para tratar de llegar a los acuerdos ne­ce­sa­rios para lo­grar pri­mero la in­ves­ti­dura y tratar luego de poner en marcha las me­didas que com­pensen todas las fuerzas ne­ga­tivas que se ciernen de cara a man­tener el cre­ci­miento eco­nó­mico lo­grado este año.
Por ello, ha con­vo­cado en primer lugar este miér­coles a la Comisión Ejecutiva del Partido Popular para dar res­puesta a las siete con­di­ciones que ha plan­teado Ciudadanos con el fin de poder apoyar a Rajoy en la vo­ta­ción de in­ves­ti­dura. Aunque el pre­si­dente en fun­ciones no ha que­rido an­ti­cipar acon­te­ci­mientos no hay nadie en el par­tido que dude de que la Comisión Ejecutiva va a decir sí a las pro­puestas tan ge­né­ricas plan­teadas por el par­tido que li­dera Albert Rivera.
Dos días más tarde, Rajoy reúne al Consejo de Ministros, tras haber apro­bado el pa­sado día 29 el nuevo cuadro de pre­vi­siones ma­cro­eco­nó­micas para el año que viene, en la que tam­bién se con­tem­plaba una ra­len­ti­za­ción del cre­ci­miento para 2017. Así, mien­tras Luis de Guindos ele­vaba la pre­vi­sión de au­mento del PIB hasta el 2,9% para este año, en 2017 lo ha re­du­cido al 2,3%.

Es de­cir, que el Ejecutivo en fun­ciones de Mariano Rajoy es­tima que la eco­nomía es­pañola cre­cerá este año dos dé­cimas más que la pre­vi­sión rea­li­zada en abril, que era del 2,7%, y baja una dé­cima la del año que viene res­pecto a la ini­cial­mente pre­vista del 2,4%. La preo­cu­pa­ción ahora es lo que vaya a su­ceder el año pró­ximo. El cre­ci­miento de nuestro en­torno está en duda. Las eco­no­mías de la eu­ro­zona y del con­junto de la Unión ya han per­dido fuelle en el se­gundo tri­mestre con res­pecto a los tres pri­meros meses de año. El avance del PIB es del 0,3 % para la eu­ro­zona y del 0,4 % para todos los países de la UE, lo que su­pone una ra­len­ti­za­ción de tres y una dé­cima, res­pec­ti­va­mente, sobre el tri­mestre an­te­rior.
Son la muestra del an­ti­cipo de la ra­len­ti­za­ción que se va a ex­pe­ri­mentar a partir de ahora. Las pre­vi­siones son preo­cu­pan­tes. El mi­nistro ita­liano para el Desarrollo Económico, Carlo Calenda, ha lle­gado a decir que pe­dirán “a Europa toda la fle­xi­bi­lidad po­si­ble. Atravesamos el pe­riodo más di­fícil de los úl­timos 50 años” ha co­men­tado en de­cla­ra­ciones a La Stampa, mien­tras su Gobierno daba a co­nocer que va a pedir a Bruselas que sea más fle­xible con sus exi­gen­cias para el con­trol del dé­fi­cit.
Quizás pa­rezca exa­ge­rado el pro­nós­tico de Calenda, pero puede ayu­darnos a com­prender que llegan tiempos muy com­plejos donde de nuevo el ma­nejo de lo eco­nó­mico dará la clave del acierto de la nueva po­lí­tica.


(*) Periodista

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