sábado, 1 de octubre de 2016

Crónica del golpe / Ángel Montiel *


Las noticias son todavía confusas, pero podemos intentar resumirlas. El pasado miércoles, el teniente coronel Antonio Puerta irrumpió en la sede de Ferraz al grito de “Quieto todo el mundo”, interrumpiendo así las negociaciones para la constitución de un Gobierno alternativo. Después dijo a voz alzada:”Todo el mundo a la calle”, y al observar resistencia, añadió: ” Se salgan, coño”. En su mano derecha esgrimía un puñado de dimisiones con las firmas de los adelantados del complot. Anunció que la Ejecutiva quedaba suspendida a la espera de la llegada de una autoridad competente (“andaluza, por supuesto”, detalló) para hacerse cargo de la gobernación. Y señaló que en pocas horas haría su aparición en la sede “el elefante blanco”.

El elefante resultó ser elefanta. Se trataba de la generala Verónica Pérez, que el jueves pretendió acceder a la sede con el pretexto de ” La autoridad soy yo”. Mientas tranto, en la tercera región militante, la teniente general Susana sacaba los tanques a la calle y proclamaba el estado de sitio mediante un bando en el que aseguraba su disposición a “coser y restablecer” la unidad de España y el Gobierno natural de Rajoy, así como la suscripción de La Moncloa al diario Marca. Otras regiones militantes, como las de Castilla-La Mancha o Valencia se han unido a la rebelión, pero existe la sospecha de que la mayoría de los soldados son contrarios al alzamiento.

Todas estas acciones han sido llevadas a cabo por tropas y mandos a los que se les ha hecho saber la conformidad previa de Su Majestad Felipe Décimo, es decir, el Señor X. Desde las primeras horas, a la puerta de Ferraz se reparte una edición especial del diario El País, con el título de un valiente editorial en la portada:”El País, con el golpe”.

En el interior de la sede todo parece estar en relativa calma, aunque llegan noticias de que se produjo un forcejeo entre el teniente coronel Puerta y el general Patxi López, leal a la Ejecutiva constituida, cuando éste se negó a ser desalojado. Del edificio sitiado no han salido siquiera las mujeres embarazadas, como la murciana María González.

La rebelión parece que se explica en el intento de impedir que el sábado se consumara democráticamente la continuidad de la actual dirección. Para impedirlo, el teniente coronel Puerta irrumpió en Ferraz con el truco de hacerse pasar por el exdiputado Nuñez Encabo.

Se dice que Javier Cercas ya está escribiendo una novela sobre todo esto.


(*) Columnista 


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