lunes, 3 de octubre de 2016

Tovarich y la Tovaricha / Apunte de Argárico *

El sábado pasado el peso político de la Región de Murcia alcanzó su cénit histórico de influencia en la política española ya que el 20% de los traidores a Pedro Sánchez en la votación propuesta finalmente a mano alzada en el Comité Federal del PSOE provenía de la Federación Socialista de la Región de Murcia (PSRM); una organización que el líder nacional pensaba estaba absolutamente controlada por la dinastía republicana murciana del médico Tovar y su inteligente hija María, entonces todavía a la diestra del gran triunvirato madrileño-riojano, a la cabeza hoy de una falacia política a la orilla del río Segura.

Gente como Tovar y su niña hace tiempo que venían engañando a Sánchez con lo que no se veía pero ellos sabían. Resentidos con la dinastía alqueriense y huertana como la ingeniera cartagenera Sara García y el ex seminarista ciezano Ramón Ortíz esperaban su oportunidad de venganza tras ser apeados de las últimas candidaturas. De otra manera, hartas del statu quo dinástico, las ambiciosas y universitarias alcaldesas Esther Clavero (Molina de Segura) e Inmaculada Sánchez (Santomera) y por persona interpuesta (el bibliotecario Ramón Román) la no menos ambiciosa y muy peligrosa para cualquier liderazgo alcaldesa de Águilas, la bióloga inédita Carmen Moreno, siempre viviendo de la política. 

No sabemos, en cambio, que hubiese votado la ambigua Rosa Peñalver, presidenta de la Asamblea Regional. Ni el nada comprometido maestro nacional Paco Oñate, ahora senador designado por la Cámara autonómica. Ni el abogado Juan Luis Soto Burillo, el otro senador del PSRM por imposición legal electoral. O la expresidenta de la Comunidad Autónoma, la abogada molinense María Antonia Martínez, eso sí, ésta en la crítica velada también desde una ambiguedad calculada para que no peligre el empleo privilegiado de su marido.  Estaban todos con los golpistas y callaron su opinión para no alarmar a destiempo en la calle Princesa.

Sí sabemos, en cambio, que la iletrada Belén Castejón, vicealcaldesa socialista de Cartagena, se llegó a pronunciar en contra avisada a tiempo por alguien. Pero es de suponer que todos los anteriores están antes que nada con sus intereses personales conservadores de lo que tienen: poltrona con buen sueldo seguro tres años más. Ir a unas terceras elecciones les aterraba y Sánchez iba directo a por ellas con un incierto pronóstico para el PSOE y para la unidad de España.

Con este panorama, el muy parcial presidente de la nueva Comisión Gestora socialista, el ingeniero de Minas asturiano Javier Fernández, no ha incluido a socialistas murcianos en dicho órgano ante la imagen de división presentada y, porque visto lo visto, en el PSRM solo hay chapuceros nada de fiar tras comprobar empíricamente que, lejos de hacer sumar a Pedro Sánchez, le han restado sobre la cifra que el ahora perdedor daba por segura. Así, el socialismo murciano será anatematizado por Ferraz en los años inmediatos, ocupe quien ocupe en el futuro el despacho de secretario general.

Como bien se ha visto, los únicos votos seguros eran los de quienes tenían algo que perder si doblaban a Sánchez: Tovar el liderazgo del partido en la Región; su nena, la mamandurria en Madrid (escaño en el Congreso de los Diputados incluido) dada su desconocida competencia profesional y el profesor universitario pachequero Pedro Saura, la portavocía de Hacienda en el Grupo Parlamentario Socialista. El caso de la doctora vasca García Retegui era más de principios y porque su no a Rajoy es genético al margen de la supuesta presión de su colega (médico de familia) Tovar padre.

El declive de la dinastia Tovaroff tiene mucho que ver con el reiterado fracaso electoral en las dos últimas elecciones generales pese a tener enfrente a un PP regional de genética mafiosa y criminal por mor de la corrupción. Un comportamiento político tibio con los poderes fácticos regionales, más que evidente para la sociedad murciana y la opinión pública desde que Tovar sucedió a Pedro Saura al frente del PSRM, ha sumido a este partido en una organización perezosa a la espera de la fruta madura que consolide una especie de turno político en San Esteban por la insostenible situación de Pedro Antonio Sánchez ante la UCO y la Justicia, que no se termina de precipitar en los plazos previstos por la sede socialista de Princesa. 

Ese mal cálculo y el fracaso electoral continuo y secuencial ha encendido los ánimos de la 'joven guardia roja' desde el alcalde de Lorquí y presidente de la Federación Murciana de Municipios, el joven abogado Joaquín Hernández, hasta las mencionadas alcaldesas, pasando por el totanero y portavoz adjunto del PSRM en la Asamblea Regional, el también abogado Joaquín López Pagán. Aquí está el futuro una vez concluya 'la era Tovar'.

Yerra quien piense pues ahora que es el momento del ex alcalde de Calasparra, el muy sospechoso por lo del marchante de Bullas, Jesús Navarro; del ex alcalde de Beniel, el presuntuoso Roberto García. O del defenestrado candidato a la alcaldía de la ciudad de Murcia, el un poco paleto Pedro López, ex pedáneo de Los Martínez del Puerto. Nada de ésto querrá Madrid por desecho de tienta. Ni nada que se suponga subalterno de la volada dinastía. Más parece que se apueste por un relevo generacional muy crítico con la niña de Alquerías, una huertana del siglo XXI y de muy escasa cintura en las duras. 

Lloró y salió corriendo de Ferraz a las primeras de cambio, con la atenuante de embarazo misterioso y puede que hasta federal. Aunque no es probable que el niño nazca ya dentro de contexto pese a que Pedro Sánchez gane las primarias. No lo creo. Tovarich y la Tovaricha no están en sus planes tras el fiasco del pasado sábado por razón de informaciones convenientes pero que no se ajustaban a la realidad del PSRM hoy. Total: una quinta parte de la forzada dimisión del héroe tiene nuestro marchamo para que nunca nos olvide.


(*) Pseudónimo de un veterano periodista murciano

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