MADRID.- El ministro de Economía, Luis de
Guindos, ha tomado nota de la presión de Bruselas y el BCE y prioriza
ahora la venta de BMN en el mercado a una integración de Bankia. La
oposición de las autoridades comunitarias al proyecto de fusión de las
dos nacionalizadas y las quejas mostradas por los principales banqueros
del país han provocado un cambio en las prioridades del Ejecutivo para
determinar el futuro de ambas, según publica El Economista.
En
este contexto se enmarca el mensaje lanzado anteayer por Guindos durante
una intervención en unas conferencias organizadas por el Santander, en
la que no se refirió a los planes de unir las dos entidades, pero sí
apremió a una desinversión de los grupos que están bajo el control del
Estado. Entre los puntos claves que debe abordar el nuevo Ejecutivo en
materia económica, el ministro destacó que es "preciso culminar el
proceso de reestructuración del sector financiero, con la privatización
de las entidades aún nacionalizadas". Fuentes del Ministerio indican que
no ha habido cambios sobre BMN y Bankia.
El Departamento que dirige
Guindos lanzó la operación a finales de septiembre -cuando ocupaba el
cargo en funciones- mediante el anuncio del fondo de rescate público
(Frob) de abrir el proceso para explorar la integración de los bancos
presididos por José Ignacio Goirigolzarri y Carlos Egea, sin renunciar a
otras alternativas para el futuro de BMN.
El organismo, que posee el 65% de
ambos grupos, informaba tan sólo tres semanas después de que antes de
proceder a la integración iba a poner en marcha un procedimiento para
comprobar el interés en el mercado por el grupo liderado por la antigua
Caja Murcia. Este nuevo detalle fue suministrado el último día de la
visita que miembros de Bruselas y el BCE realizaban a España para
verificar los progresos del programa rubricado con las autoridades
comunitarias y el FMI en 2012 con motivo del rescate financiero, en las
que expresaron su negativa a la absorción de BMN por parte de Bankia.
Pocos días después ambas
instituciones comunitarias publicaban sus conclusiones sobre dicha
visita, en las que no sólo obviaban por completo la fusión de Bankia y
BMN, sino que apremiaban al Ejecutivo de nuestro país a acelerar la
privatización de estas dos nacionalizadas, dando a entender que daban
prioridad a una venta de las mismas a terceros sobre su unión para
recuperar cuanto antes las ayudas públicas concedidas.
La fusión de las nacionalizadas
llevaría al Gobierno a aplazar los periodos marcados para la
privatización de ambas, con el fin de poder recuperar la mayor parte de
las ayudas concedidas a Bankia y BMN, que ascienden a más de 24.000
millones. El plazo para llevar a cabo la desinversión concluye a finales
de 2017, en el caso de la primera, y en marzo de 2018, en el caso de la
segunda. El Ejecutivo tendría que cambiar la legislación nacional para
extender el tiempo en Bankia, ya que la fecha fue fijada en una
normativa impulsada por el Departamento que dirige De Guindos.
La decisión final que adopte el
Ejecutivo tras la nueva postura dependerá de las valoraciones que se
realicen. El Frob ya ha recibido las ofertas de los consultores externos
para analizar cómo y a qué precio Bankia se haría con BMN, además de
calibrar las posibilidades para la recuperación de las ayudas. Pero aún
no se ha comunicado quién ha sido la firma seleccionada.
Una vez hecha esta valoración,
que tendrá que estar concluida para primeros de febrero, el Frob
iniciará una segunda fase, en la que se contratará a otro experto para
verificar el apetito de terceros.
En las últimas semanas las
grandes entidades no han descartado participar en este proceso, de
ponerse en marcha, salvo Bankinter, aunque han declarado que sus
prioridades pasan por un crecimiento en España a través de una aumento
del negocio sin adquisiciones. Es decir que su interés es mínimo, pero
que dependerá de las condiciones. En otras subastas de nacionalizadas,
el Estado ha ofrecido a los compradores determinadas garantías para
minimizar pérdidas de activos en problemas y costes extraordinarios,
judiciales la mayor parte.
El cambio de planes de Economía,
tras la frialdad de Bruselas y el BCE, se ha visto reforzado al
comprobar cómo los responsables de la banca mostraban públicamente uno
tras otro su rechazo a la fusión y reclamaban una subasta para BMN,
salvo el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que veía
correcta la integración de las nacionalizadas si el Gobierno así lo
entendía.
La primera que se opuso a los
planes de Economía fue la número dos de Bankinter, María Dolores
Dancausa, que fue además la que se pronunció con mayor contundencia.
"Bankia lo que tiene que hacer es devolver las ayudas públicas antes de
hacerse con BMN", porque, de lo contrario, se alterarían las reglas del
juego a mitad del partido y se daría una mayor ventaja que al resto de
competidores, dijo.
El resto de máximos responsables
del sector se han manifestado en este sentido, reivindicando que las
nacionalizadas vuelvan cuanto antes al sector privado.
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