lunes, 12 de diciembre de 2016

Cebrián no dijo la verdad / Marcello *

Nadie que esté en su sano juicio y conozca un poco como funciona la vida política, económica y mediática de este país puede creer las afirmaciones que Juan Luis Cebrián hizo anoche a Jordi Évole en el programa ‘Salvados’ de La Sexta TV‘ cuando aseguró que los medios del Grupo Prisa, El País y la SER, no están sometidos a los intereses del núcleo duro de los accionistas del citado Grupo Editorial (donde según Cebrián figuran Telefónica (13 %); y los bancos HSBC (8 %), Santander (4 %) y La Caixa (4 %), en conjunto el 29 % de las acciones, lo que los coloca como dueños del ‘paquete de control’ de la empresa).

Como también es falso que Cebrián diga que él no influye en la línea editorial e informativa del diario El País, cuando en realidad es el único que manda de verdad en el diario (y en la SER). Y quien, a todas luces, utiliza la influencia y los medios de PRISA para favorecer a su empresa y condicionar el marco político español. Y en fechas recientes ‘forzar’ al PSOE a facilitar la reciente investidura de Rajoy y a echar a Pedro Sánchez -a quien Cebrián calificó de ‘mediocre’- de la secretaría general. Y todo ello con el visto bueno de sus poderosos accionistas del Ibex y en connivencia con Felipe González que completa esa ‘trilateral’ que de vez en cuando se convierte en ‘cuarteto, cuando a sus sigilosas andanzas se les une el ‘emérito’ Rey Juan Carlos I.

Lo sorprendente de Cebrián es que mienta de manera vergonzante y niegue a sus primeros accionistas y su estrecha relación ‘conspirativa’ con González cuando no hay nada de malo en ello. Más bien al contrario podría decirse que esa presunta ‘conspiración’ pro Rajoy en el Gobierno y pro Susana Díaz en el PSOE entra en una lógica y coherencia aplastante, como lo reconoció Cebrián al subrayar que él no quería terceras elecciones sino estabilidad política. Que es justo lo que desean los bancos y grandes empresas -como los accionistas de El País- y por supuesto las pequeñas empresas y muchos españoles.

Lo malo de todo ello son los modales y el oscurantismo que se evidencia en la máscara de Darth Vader que Cebrián lucía en esa portada del suplemento Jot Down que El País nunca publicó, porque Cebrián se lo pensó dos veces y a buen seguro la vetó. Maneras y ‘maniobras orquestales en la oscuridad’ que desbordan el campo del periodismo en este tipo de operaciones que se rodean de sigilo para ocultar que: El País en los últimos años ha girado hacia la derecha de manera coherente -porque el Grupo editor cambió de dueño-; y para evitar perder su credibilidad, influencia y lectores entre los ciudadanos progresistas y los militantes y votantes del PSOE.

Porque esa relación de González y Cebrián ha sido muy importante durante los pasados largos años de la transición y muy beneficiosa para los intereses del Grupo PRISA. El que, bajo el liderazgo empresarial de Cebrián, sufrió un serio quebranto por la OPA que lanzaron por el control de Sogecable en vísperas del estallido de la crisis financiera de 2008. Lo que se convirtió en una de las causas de su endeudamiento brutal de PRISA hasta que llegó el ‘séptimo de caballería’ del IBEX a salvar la situación, mientras se sucedían duros ajustes de la plantilla en PRISA que, como le dijo Évole a Cebrián no afectaron a su sueldo espectacular. Un comentario este del entrevistador que provocó la ira del periodista/empresario.

Al fondo de todo ello -pero ahí no llegan ni Évole ni su Redacción- está el fin del bipartidismo del PSOE y PP y el riesgo, para PRISA y para su declinante ‘hegemonía editorial y cultural’ en la izquierda española, de que Podemos llegue a liderar la izquierda y la oposición en España.

Porque ello llevaría a los poderes económicos -ellos son así- a tener que pactar en el flanco zurdo de la política con Pablo Iglesias en lugar de Felipe González. Y si eso ocurriera y el PSOE se hunde como en Grecia el PASOK, el efecto dominó llegará a las ingentes ayudas empresariales o financieras que siempre recibió PRISA del gobierno de turno y del IBEX y que podrían disminuir poniendo en peligro este Grupo editorial que aún mantiene un alto endeudamiento.

Lo que no impide que, al margen de su dependencia política y económica que sin duda afecta su línea informativa y editorial, el diario El País continúe siendo el mejor diario de España por sus espacios de calidad, su presencia en la UE y Latinoamérica y porque ninguno de sus competidores les presenta batalla en el ámbito de la influencia y la calidad. Y eso los mantiene en el liderazgo de la prensa nacional. A pesar de los pesares de Cebrián quien, por cierto, en estos mismos días ha publicado un libro auto hagiográfico donde cuenta con naturalidad y sin rubor como él blanqueó su pasado franquista/periodista en vísperas y al inicio de la transición.


(*) Pseiudónimo de un veterano y brillante periodista cordobés


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