BARCELONA.- El Consejo de Administración de Grifols ha aceptado la
dimisión de su consejero delegado, Víctor Grifols, y ha nombrado nuevos
consejeros delegados a su hermano Raimon Grífols Roura y a su hijo
Víctor Grífols Deu.
En una comunicación a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el regulador bursátil, la
empresa de hemoderivados informa de que la sustitución al frente de la
compañía será efectiva a partir del próximo día 1 de enero.
Víctor Grífols Roura dejará de desempeñar funciones de
dirección en el grupo, pero continuará en la empresa como consejero
dominical y como presidente no ejecutivo del Consejo de Administración.
El consejo de administración de Grifols, que se celebró el pasado día
16, acordó asimismo nombrar vicepresidente no ejecutivo al consejero
Thomas Glanzmann y mantener a Íñigo Sánchez-Asiaín Mardones como
consejero coordinador para garantizar una mayor independencia en el
control y gestión de la sociedad, a pesar de que esta figura no es
obligatoria por ley.
La compañía ya había anunciado
que su máximo responsable, Víctor Grifols, dejaría el cargo de consejero
delegado en 2017 para dejar paso a su hermano, Raimon Grifols Roura,
que ya forma parte del consejo, y a su hijo, Víctor Grifols Deu, como
consejeros delegados solidarios, si bien Víctor Grífols seguiría siendo
el presidente de la compañía.
Este plan sucesorio establecía que 2016 sería un año de transición para conseguir un relevo ordenado y planificado.
La compañía multinacional catalana mantiene una planta de producción en la localidad murciana de Las Torres de Cotillas.
El final del año han sido bueno para Grifols. Por un lado, el triunfo de Donald Trump en EEUU ha elevado las expectativas de beneficios de las compañías relacionadas con el negocio de la salud.
Por otro, el acuerdo para comprar la división de diagnóstico de transfusiones de la estadounidense Hologic ha animado a los bancos de inversión a elevar el precio objetivo, porque aunque aumenta momentáneamente la deuda neta del grupo, también suben la rentabilidad y la generación de caja.
El final del año han sido bueno para Grifols. Por un lado, el triunfo de Donald Trump en EEUU ha elevado las expectativas de beneficios de las compañías relacionadas con el negocio de la salud.
Por otro, el acuerdo para comprar la división de diagnóstico de transfusiones de la estadounidense Hologic ha animado a los bancos de inversión a elevar el precio objetivo, porque aunque aumenta momentáneamente la deuda neta del grupo, también suben la rentabilidad y la generación de caja.
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