sábado, 23 de enero de 2016

Rajoy tan patético como Valcárcel / Apunte de Argárico *

Lo de este opositor tramposo de Pontevedra es tan patético como lo del donnadie de Valcárcel, aferrado al sillón de presidente del PPRM por miedo a que lo bajen y tenga de inmediato que responder de sus fechorías ante la Justicia emanada del Tripartito de la Regeneración. Si bien aquel también está del murciano hasta el gorro, no es momento de tomar decisiones, que es difícil lleguen ya a tiempo vista la espantá de torero resabiadillo. Rajoy sabe que el eurodiputado pimentonero no estará con él ni un minuto más si deja de tener las riendas del Gobierno y del partido, algo que el del barrio de Santa Eulalia parece sabe cercano por lo que oye en Bruselas a sus compañeros de euroescaño.

Ahora le está haciendo la cama, igual que antes sucedió con Garre, al caradura de Pedro Antonio, que ha tenido que refugiarse en las ubres de Mendoza frente a la que se le avecina con la judicatura más próxima al jefe. No hay favores para todos y los pocos que se puedan pedir y conseguir son para Valcárcel, que los va a necesitar en gordo si se abre paso en Madrid un gobierno de izquierda. En ese pánico coincide con Rajoy, que lo enmascara con teóricos peligros para todos los españoles cuando el riesgo cierto lo corre él y los suyos con el 'caso Bárcenas', reactivado y en progreso precisamente ahora. Así, que PAS dejado a su suerte para evitar que arrastre a viejos padrinos, y la renovación del PPRM al puro servicio de intereses espúrios.

Lo del bien de Murcia, lo del bien de España... es realmente el interés y prebendas a punto de perder por parte de este par de trileros de Rajoy y Valcárcel, corcomidos y corroidos por la corrupción, y que ahora prometen hacer lo que no han hecho en sus mandatos de gobierno.

Ahora resulta que esa tan cacareada renovación generacional del PPRM no era más que una coartada, un maquillaje de la podredumbre acumulada tanto en Murcia como en Génova 13, y que la verdadera impuesta por las circunstancias viene de fuera, no gusta y asusta por lo que pueda suponer de exigencia de responsabilidades ante los tribunales de justicia. Sabida ya por Valcárcel la salida procesal del actual presidente de la Comunidad Autónoma, condena cierta, el sátrapa se vuelve a presentar a la reelección como presidente del PPRM en el ya muy retrasado congreso regional del partido, para volver a controlar las listas de cara a unas elecciones generales que vendrán necesariamente adelantadas en dos años como máximo sino antes.

Uno dispuesto a colaborar con la Fiscalía Anticorrupción, llegado el caso, sobre la desalinizadora de Escombreras, es el cesado ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Adrián Ángel Viudes, apartado de su cargo en junio de 2014 precisamente por no ceder ante la mafia murciana - que se resiste a morir - para que firmase determinados documentos para dar, en algun aspecto, apariencia de legalidad a una obra que no lo era en origen. Antes habrá que escucharlo presumiblemente en la correspondiente comisión parlamentaria de investigación en la Asamblea Regional para hacerse una idea de lo que puede dar de si una comparecencia ante juez instructor.

Su sucesor, y acreditado lacayo político de Valcárcel por pura ambición personal, Antonio Sevilla, si legalizó situaciones de alegalidad al respecto firmando con fecha de 2014 autorizaciones de 2013 a Desaladora de Escombreras S.L., con carácter retroactivo y tras evacuar consultas, dice, con la Abogacía del Estado, referente al cajón de captación de agua de la dársena de graneles líquidos. Y ahí es donde espera su momento de decir algo al respecto el fiscal de delitos medioambientales del TSJ, con independencia de lo autorizado desde la Autoridad Portuaria, su fecha y por quien.

De poco le va a servir ya a Sevilla anatematizar a todos y cada uno de los funcionarios que establezcan comunicación con su antecesor Viudes en esas reuniones semanales celebradas a mediodía en Cartagena. El ex presidente tiene información puntual de todo cuanto acontece en su ex feudo durante veinte años. Nada se le escapa y, a buen seguro, que Sevilla terminará lamentando haber sido el voluntario para suceder a esta especie de capo aristocrático relacionado familiarmente con la independencia de los Estados Unidos en época del murciano Floridablanca y el malagueño Bernardo de Gálvez.

Lo de Escombreras tiene todos los visos de gran tumba política, los hombres de Antonio Cerdá en la CHS incluidos, ahora que la ministra Tejerina -a propósito de lo de Acuamed- va a entrar a fondo en todos los contratos de su Ministerio con FCC y que el abogado gallego Núñez ha elevado una queja al Consejo General del Poder Judicial para que su querella interpuesta hace ya meses ante el juzgado nº 9 de los de Murcia, vacante y con interino, se remita al juzgado nº 5 donde están las actuaciones presentadas por el abogado murciano De Ramón al respecto, y así comience a andar la investigación judicial sobre la desalinizadora de Escombreras.

Pero lo más interesante que se espera es tener acceso a un documento, por vía judicial, que por presión del propio Valcárcel sobre el entonces consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio de la Región de Murcia, firma Antonio Sevilla Recio dirigido a 'Sacyr' como integrante principal de la empresa concesionaria del aeropuerto de Corvera y, pese al consejo en contra del exvicepresidente Juan Bernal, donde la Comunidad Autónoma desiste del contraval y del compromiso de que asuma Aeropuerto de Murcia S.A. a la plantilla de Aena en el aeródromo de San Javier tras una eventual apertura del nuevo aeropuerto internacional. Unas instalaciones que, según el discurso oficial de Valcárcel, no iban a costar ni un solo euro a los murcianos aunque ahora vayamos ya por 22.000 diarios.


(*) Pseudónimo de un veterano periodista murciano

La propuesta del Rey / Ignacio del Río *

La Constitución no establece ninguna norma limitativa en la propuesta del candidato a la investidura como Presidente del Gobierno que debe transmitir el Rey, Jefe del Estado, al Presidente del Congreso de los Diputados. No hay otra condición que la consulta a los grupos políticos con representación parlamentaria, conforme al artículo 99.

La Constitución no impone al Rey un orden de propuesta predeterminado por el resultado electoral. Si así fuera no sería necesaria la previa consulta a los grupos políticos y la propuesta sería un acto formal que se formularía de manera debida.

En tal caso la Constitución diría en su artículo 99: “1.Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey a través del Presidente del Congreso, propondrá como candidato a la Presidencia del Gobierno a la persona designada por el grupo político que tengan mayor número de diputados adscritos a su grupo parlamentario”.

Y tampoco establece la Ley fundamental cuantas sucesivas propuestas deben presentarse ni en qué plazo debe hacerse, si no se otorgase la confianza a la primera propuesta.

Por tanto, es una facultad conferida al Rey sin limitaciones, no regulada por Ley Orgánica que tampoco se prevé en la Constitución, lo cual no excluye que pudiera desarrollarse el artículo 99 si en algún momento se considera conveniente por el Congreso.

Debe además recordarse que es un facultad del Rey que no requiere el refrendo del Presidente del Gobierno en funciones, obviamente pues no sería lógico que refrendase en el caso de continuidad su propia propuesta, aun cuando esta exclusión no se recoge en la enumeración de actos sin refrendo que establece el artículo 65.2: nombramiento y cese de miembros civiles y militares de su Casa.

El refrendo como es sabido traslada la responsabilidad a la persona que refrenda, dado que el Rey simboliza, arbitra y modera pero no gobierna.

Estamos, por tanto, si fracasa la primera propuesta, ante un proceso político sin precedentes que marca un hito en la historia de la aplicación de la Constitución de 1978.

Desde el punto de vista político y bajo el principio de que el Rey simboliza, arbitra y no gobierna es evidente que las consultas a los grupos políticos van dirigidas a explorar si concurre una voluntad mayoritaria para la investidura del Presidente del Gobierno, sea o no el líder del grupo político que cuente con más diputados en su formación.

Por tanto, no hay ningún elemento jurídico que sustente una propuesta vinculada al candidato que ganó las elecciones, si en las consultas resulta que el Rey recibe la conformación de una mayoría alternativa.

Y desde el punto de vista político, como dice el artículo 56 de la Constitución, El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones. Su actuación, por tanto, está guiada por el funcionamiento regular de las instituciones y el Congreso de los Diputados que representa la soberanía nacional es un pilar institucional que está inserto en la base constitucional.

En el ambiente político que quiere propiciar Pedro Sánchez, con un silencio sorprendente de los demás partidos y especialmente del primer afectado que es el Partido Popular, se constata una estrategia dirigida a convertir la primera sesión de investidura en una especie de moción de censura a destiempo a Mariano Rajoy a quien se pretende someter a un juicio político de su Gobierno y de su persona. Una autentica trampa dirigida no a proyectar el futuro sino a ajustar las cuentas del pasado. Un pasado que ha situado que bajo el liderazgo de Sánchez ha situado al PSOE en el peor resultado desde 1978.

Hoy mismo ha insistido en un estado de cierta excitación que “Rajoy o se presenta o se debe ir a su casa”. Una afirmación que le es directamente aplicable después de haberse proclamado en un exceso verbal de auto afirmación “arquitecto del cambio”. Si no se presenta a la investidura es por que no tiene una mayoría a su favor y, por tanto, aplicando la misma receta también debería irse a su casa, un destino que le auguran compañeros de su partido.

Si el Rey propone a Mariano Rajoy para su investidura es porque se dan dos condiciones: es el líder del partido con mas diputados y el Jefe del Estado no ha recibido una propuesta alternativa. Si recabada la opinión de los partidos políticos le manifiestan que han conformado una mayoría alternativa es evidente que esa sería la propuesta que trasladaría el Rey al Presidente del Congreso.

Esta constatación de la realidad tiene gran transcendencia política, ya que así debería comenzar su discurso Mariano Rajoy ante el Congreso de los Diputados: “Me presento ante su señorías para solicitar su confianza dado que se han cumplido las tres condiciones que exigen los principios democráticos para comparecer ante este Congreso de los Diputados. Represento a la lista más votada por los ciudadanos. Me respalda el grupo parlamentario con mayor número de diputados. Y su señorías no han ofrecido al Jefe del Estado una mayoría alternativa que tenga mayor respaldo”.

¿Qué sucederá si fracasan las dos primera investiduras?¿Habrá un intercambio de cartas entre los grupos políticos representados para que Sánchez obtenga la investidura que convierta a la Cámara y a la política en España en un zoco en el que todo vale y nada importa?

Los ciudadanos tenemos derecho a conocer cuales son los intercambios, los pactos y los compromisos que se asumen si realmente nos creemos que la nueva política es una realidad y no una farsa.

Si se ha criticado los pactos en los despachos en los Ayuntamientos, el PSOE no puede propugnar este modelo elevado a la séptima potencia cuando está en juego la gobernanza del país y la voluntad democrática expresada el 20 de diciembre.


(*) Abogado y registrador de la Propiedad


Rajoy, al final del camino por su mala cabeza / Melchor Miralles *

No está todo el pescado vendido. La política da muchas vueltas. Y Mariano Rajoy Brey no es fácil de derrotar. Creo que nos quedan muchas cosas por ver antes de tener Gobierno, o elecciones. Pero lo tiene crudo.

El PSOE es un mar de dudas y recelos. Cruz de navajas por el control. Se ha instaurado en parte de la prensa y la opinión pública el estado de optimismo respecto a Sánchez. Pero tiene enemigos y problemas. Buena parte de los dirigentes autonómicos no quieren que gobierne a cualquier precio, a braga quitada, y pretenden que el Comité Federal de fin de mes deba autorizar el acuerdo que se trajina con Podemos, IU, PNV y fuerzas independentistas variopintas. Ojo no vaya a ser que Sánchez crea tener La Moncloa a mano y le den un golpe interno, como los que él mismo ya ha dado, y se queda a las puertas del palacio.

Podemos juega con las líneas rojas, que suben y bajan, o desaparecen. La pasta es la pasta, y el poder el poder. Ahora dicen que el derecho a decidir no es línea ni es rojo. Pero se ponen campanudos con las políticas sociales que a Sánchez se le pueden poner en un pico que le haga un agujero en Europa y nos reviente las costuras al personal.

Y Rajoy, Mariano-se-fuerte-te-llamo-mañana, por su mala cabeza, puede estar en el final del camino. Y el PP al borde del precipicio, porque si el jefe no consigue revalidar, los cuchillos van a volar en Génova y alrededores, y el partido se va al carajo. Al menos este partido.

Hay quien le recomienda al presidente que ni le solicite al Rey la investidura y de un paso atrás previo. Son los que ven ya cocinado el pacto de izquierdas con el poyo nacionalista y separatista. Quizá le haya sucedido a Rajoy que no ha sido consciente, y nadie de su entorno le ha hecho ver, que esta vez las cosas no dependen de él, tan acostumbrado a hacer lo que le venía en gana, o en desgana. Por su mala cabeza lleva toda la legislatura sin escuchar, sin comprender, sin atisbar que tanta derrota acumulada no la levanta ni una macroeconomía a favor.

Rajoy y su entorno parecen tener asumido el final, la derrota definitiva. No se ha lanzado a saco a la arena porque no sabe hacer política. No ha sido capaz de trasladar a los ciudadanos que si no hay pacto PP-PSOE-Ciudadanos es porque Sánchez no quiere. Acostumbrado a su peculiar manejo del tempo político, instalado en el dulce no hacer nada para que todo siga igual, ha sido incapaz de entender que la cosa ha cambiado, que la peña se ha cansado. Y llegado el tiempo de la negociación, la mano izquierda, la cintura, el diálogo y la finta, se ha quedado sin sitio ni pareja de baile que le sirva.

Hay quienes tratan de armar un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos para después sumar a un PP sin Rajoy. Otros tratan de trajinar un acuerdo PP-PSOE-Ciudadanos con un presidente independiente. Incluso hay quien plantea ahí a Albert Rivera como solución.

Hay mucho movimiento. Nada se puede dar por cerrado. Pero Rajoy está al borde del abismo, y con Rajoy un Partido Popular repleto de cobardes que con su silencio cómplice han posibilitado este drama para el centro derecha. Si se consuma la tragedia van a tardar un rato en recomponerse. Por la mala cabeza de Rajoy y el miedo insoportable de sus mariachis.


(*) Periodista 


Tú primero / Josep Borrell *

Desde que se acabó el recuento de votos, Pedro Sánchez ha insistido en que el primero en intentar conseguir el apoyo del Congreso para formar gobierno debía ser el candidato del PP, por ser el partido más votado y, aunque lejos de la mayoría absoluta, el que ha obtenido más escaños.

Sánchez ha seguido argumentando que si Rajoy no reúne los apoyos adicionales necesarios para tener más votos a favor que en contra, los socialistas tratarían de formar gobierno apoyándose en una “mayoría de progreso”. Ese planteamiento excluía, y sigue excluyendo, cualquier apoyo por activa o por pasiva, léase abstención, a un gobierno del PP, sea con Rajoy o con cualquier otro candidato, considerando que la repetición de las elecciones era la ultima solución y que había que intentar evitarla.

Este esquema secuencial daba tiempo y ocasión para alargar las negociaciones, despejando las distintas alternativas posibles. Primero Rajoy y, una vez que no consiguiera la investidura, negociaciones para conformar un gobierno alternativo, sin el PP, y contando con los apoyos explícitos de unos y las abstenciones de otros.

Tenía su lógica. Pero este planteamiento ha saltado por los aires con las dos jugadas simultáneas e inesperadas de Rajoy y de Iglesias. El primero renunciando a someter su candidatura al voto del Congreso, porque admite que no sólo no tiene una mayoría a favor sino que tiene una mayoría absoluta en contra, al no haber conseguido ni un solo apoyo en todo el Parlamento adicional al de su grupo, salvo quizás el de Gómez de la Serna.

Rajoy reconoce que el PP esta hoy en una absoluta, y bien ganada soledad, y que en estas condiciones pedir la investidura equivaldría, en el mejor de los casos a un serio hándicap para futuras maniobras, y en el peor a un suicidio ritual.

De manera que Rajoy cede cortésmente el paso a otro candidato. Vd. primero por favor. Pruébelo Vd. que yo, hoy por hoy, no puedo. Mañana, ya veremos. Depende de como le vaya a Vd. en ese primer intento. Si se estrella, se abren nuevas posibilidades. Incluso puede que nuevos interlocutores. Porque Rajoy sabe, como todo el mundo, que dentro de la globosesfera socialista hay una considerable división acerca de la conveniencia de intentar formar un gobierno en alianza con Podemos y otras fuerzas minoritarias, desde la posición de debilidad que representan los magros resultados electorales obtenidos.

Y al mismo tiempo, el líder “confederal” de Podemos le ha marca a Sánchez el terreno para plantear ese primera formación de mayoría parlamentaria. Gobierno de coalición. Olvidada, o difuminada, la línea roja del referéndum de autodeterminación para Catalunya que hacia imposible el dialogo Psoe-Podemos según las restricciones a la negociación definidas por el Comité Federal socialista. La cuestión catalana, que estaba desestabilizando la política española como lo hizo en los años 30, ya no es un impedimento, al menos para sentarse a hablar.

Así, Podemos marca el terreno de juego. Nada de apoyos a un gobierno minoritario a cambio de algunas concesiones políticas y programáticas. Plena participación en un Gobierno de coalición con los puestos repartidos entre las fuerzas que lo componen proporcionalmente a sus fuerzas relativas.

Un anuncio público mediatizado sin advertencia previa a los socialistas, explicando a los ciudadanos en directo lo que le había trasladado al Rey en las consultas.

Como en Portugal, pueden argumentar. Pero por mucho que Sánchez e Iglesias hayan ido a Lisboa en busca de ejemplo, conseja o inspiración, la situación portuguesa y la española son muy diferentes desde el punto de vista de formar una coalición de izquierdas. La diferencia en escaños entre PSOE y Podemos es mucho mas pequeña que en Portugal entre socialistas y comunistas, su cohesión interna menos solida y sus perspectivas electorales no están en alza. Y en Portugal la izquierda radical ha preferido apoyar al gobierno sin entrar en el.

Por eso, la actitud de Podemos puede que no sea tanto la de abrir sinceramente la puerta a la negociación de una alternativa al gobierno del PP, como Sánchez venía pidiendo ,pero para después del fracaso de Rajoy en su investidura, como la de hacer imposible esa alternativa. Mas que en Lisboa están pensando en Atenas, no en gobernar con el PSOE sino en superarlo como fuerza hegemónica de la izquierda.

Las estrategias de Rajoy y de Iglesias son claras. Para Rajoy, se invierten las tornas, Vd. primero Sr. Sánchez, y si Vd. no lo consigue todavía estaré yo vivo para seguir en el juego. Para Iglesias, ser el primero en poner sobre la mesa una oferta de máximos que deja claro que no favorecerá la investidura sin importantes contrapartidas en términos de responsabilidades políticas, visibilidad mediática y sobre todo la percepción de la victoria en las negociaciones.

Y si estas no prosperan, hacer recaer sobre el PSOE la responsabilidad del fracaso en el intento de formar un gobierno “de progreso”. Y de paso, ahondar en las contradicciones internas de la familia socialista donde muchos verán en la propuesta de Podemos un regalo envenenado o, como ya se ha dicho, una “humillación”.

Pero, por mucho que así puedan considerarlo algunos, ahora Sánchez no tiene más remedio que acelerar los contactos con Podemos. Jugar a dos bandas, por una parte con Podemos y por la otra con Ciudadanos, acariciando la posibilidad de conseguir la investidura gracias al voto favorable de Ciudadanos y la abstención de Podemos (y de todos los demás), se ha hecho más difícil. Después de la oferta de Podemos, es muy dudoso que se repliegue aceptando ese delicado equilibrio.

Que Rajoy le cediese el primer envite no estaba en los planes de Sánchez. Puede decir que si Rajoy no quiere ir al Congreso tiene que irse a su casa. Pero nada le obliga a hacerlo, Rajoy esperará a ver que es capaz de conseguir Sánchez, sin haber pasado por el desgaste de un rechazo.

Habrá que negociar, y ahora sin el tiempo y la calma del escenario secuencial que Sánchez había imaginado.


(*) Ex presidente del Parlamento Europeo

El póker de la Zarzuela / Marcello *

Decíamos ayer que, después del circo de ‘ocupa el Congreso’, o mejor dicho de la entrada de Podemos en el Congreso de los Diputados con el bebé de Bescansa mamando, puños en alto, griterío y prometiendo la Constitución por las bravas, Pablo Iglesias iba a montar otro número con motivo de su visita al palacio de la Zarzuela para su primer diálogo oficial con el Rey Felipe VI.

Y así ha sido, y el líder de Podemos ha vuelto a robarles la merienda a Rivera, Sánchez y Rajoy con su propuesta, ante el Rey, de un Gobierno de coalición entre PSOE, Podemos e IU donde él mismo sería vicepresidente.

Y ahí está el titular, con luces de neón inundando Time Square: ‘Iglesias se postula para ser vicepresidente con Pedro Sánchez’. Le falto añadir que también está dispuesto a pactar con Merkel y con Trump.

Y todo lo demás se quedó en un segundo plano hasta las últimas horas de la tarde del viernes que fue cuando Rajoy creyó llegada su hora en esta partida de póker que se ha convertido esto de la investidura a la presidencia del Gobierno y se dio un ‘pase negro’ diciendo que declina someterse a la investidura. Pero que no se va y se mantiene a la espera. Y todos sorprendidos hasta en el PP donde a Soraya le han puesto unas gafas enormes propias del ‘Un, dos, tres, responda otra vez’, porque la pobre está confundida y no las ve.

Y Pedro Sánchez que estaba muy gallito se desconcertó con la espantá de Rajoy y su adjunto Luena afirmó que Mariano era ‘un anti sistema’ por estropearle el plan a Pedro. O sea que Iglesias le ofrece a Sánchez una sonrisa para que sea el presidente del Gobierno y que ahora, antes de lo que se esperaba, le toca turno a Sánchez para envidar, mientras en el PSOE -¡Rubalcaba ha vuelto!- ya está armado el patín. Los unos diciendo que Iglesias humilla al PSOE, otros que el pacto con Podemos es una locura y Sánchez convencido de que ésta es su oportunidad.

Efectivamente, Sánchez lo tiene claro: o entra por la puerta grande de la Moncloa o sale por la enfermería. Está como un novillero con ganas de triunfar en Las Ventas, ahora que sus imbéciles compañeros de Córdoba votaron contra los toros en la capital del califato del toreo. Pero lo malo es que ‘los millonarios’ que ha contratado Sánchez para que lo saquen a hombros por la puerta de Alcalá son los de Podemos. Y con estos nunca se sabe si finalmente lo van a pasear o lo van a tirar al Manzanares.

El lío es menudo y el caballo sin cabeza’, como le dijo un picador a El Litri en la Monumental de Méjico cuando tras una embestida del toro el castoreño se cayó al suelo y el mozo de estoques lo subió al revés en el caballo mirando a la grupa. Pues eso, el lío es menudo.

E Iglesias, que va de farol, hace como si llevara ‘trucha’ (un trio) de ases en la mano, y se pavonea en la sala de prensa del Congreso de los Diputados presentando a sus ministros, con el JEMAD Rodríguez con cara de palo y cachondeándose de media o toda España, porque lo que Iglesias quiere de verdad es dinamitar el PSOE para convertirlo en el PASOK y él ocupar el sitio de Tsipras.

Y ahora Rajoy, como Curro en sus buenos tiempos, ha dicho que él no torea ese bicho negro zaino de la investidura y que salga Sánchez si tantas ganas tiene de triunfar. La verdad es que Mariano no lleva una buena racha de un tiempo a esta parte. Sánchez le llama deshonesto, le dan un puñetazo en Pontevedra, un falso Puigdemont le toma el pelo, Sánchez no quiere hablar con él y al final se retira de la investidura. Y hace bien porque le han vuelto a imputar a otro tesorero o tesorera y ya van tres, e incluso al PP por destruir los discos duros de Bárcenas.

¡Pobre Mariano! Se da un pase negro con las mismas cartas, ‘la mano del muerto’ que tenía ‘el salvaje Bill’ cuando le pegaron un tiro en la cabeza: dobles parejas de ases y ochos. Poca metralla para amedrentar a sus adversarios. Pero de momento Mariano, que tiene mucho tiempo libre como confesó a su falso Puigdemont, se irá unos días a descansar en lugar de preparar el debate de investidura, al que pensaba acudir en ese Congreso que se ha convertido en la caja de los truenos nacionales.

Pobre Mariano, con lo malo y perverso que ha sido durante la pasada legislatura -que se lo pregunten a Gallardón-, y ahora está hecho polvo y nadie quiere hablar con él. Y el novillero Sánchez lo insulta cada vez que abre la boca, lo que dicho sea de paso no está nada bien.

Eso sí, el que se lo está pasando bomba es el Rey. El monarca está en el estrellato disfrutando con la partida y además se ha ganado al coleta, lo que tiene su importancia porque los monárquicos siempre pensaron que Podemos, a la primera oportunidad, le sacarían a los Reyes Felipe y Letizia dos pasajes para Cartagena. Pero de momento Pablo Iglesias se ha deshecho en elogios del monarca: ‘muy preparado, informado y capacitado’, dijo del Rey después de comentarle que al entrar en el monte de El Pardo camino del palacio de la Zarzuela había visto unos ‘ciervos muy bonitos’. ¡Angelito!, este Iglesias es como un niño.

¿Ven como este chico, Iglesias, no es tan fiero como lo pintan? Ayer corrió la voz en Wall Street de que la vicepresidencia de Iglesias sería peor que lo del petróleo, y en Davos varios banqueros se echaron a llorar. Pero al final la cosa se tranquilizó porque subió algo el petróleo y los chinos empezaron a respirar.

Al Rey Felipe el que le gusta es Albert Rivera, y puede que después Iglesias -por lo menos a la Reina Letizia-, y los que menos le gustan son Sánchez y Rajoy. Pero el monarca tiene que disimular y tratar a todos por igual. Y además todavía tiene investidura para rato, porque el 27 vuelta a empezar, lo que le encanta a Pablo Iglesias porque así podrá volver a ver los ciervos y los Bambi del palacio -igual se aparece por allí ZP- y si tiene suerte también verá los jabalíes, pero en ese caso que no se acerque por lo que pueda ocurrir.


(*) Pseudónimo de un veterano periodista cordobés


Drácula nunca muere / Ramón Cotarelo *

Nunca. Hay que matarlo clavándole una estaca en el corazón. Mientras tanto, vuelve siempre. Huyendo de la luz del sol, al amparo de la noche y el sueño; el sueño de la razón, que engendra monstruosidades, como el gobierno del PP de los últimos alucinantes cuatro años.

¿Qué significa el adverbio ahora? Es una ilocución pobre, como si no quisiera expresar todo lo que el hablante pretende. Sería quizá más justo que dijera que renuncia por ahora, de donde se sigue que puede volver, que no se va del todo. Drácula no muere. Hay que ir a matarlo. ¿Y cómo va a volver? Rajoy tiene un método de afamado prestigio: se queda uno en la penumbra, en silencio, viéndolas venir y espera uno mejores momentos. Aunque sea a costa no ya de la estabilidad del sistema, sino de su misma racionalidad. ¿Acaso no lo hizo en aquel episodio de la renovación del Tribunal Constitucional, que bloqueó durante años hasta obtener una composición favorable de esa alta instancia? Con la semirrenuncia de Rajoy, el Rey reabre consultas la semana que viene. Si tampoco se resuelve, será preciso abrir más consultas. Y en todas vendrá Rajoy, a decir que "por ahora", renuncia.  A lo mejor se llega antes a unas elecciones nuevas por sucesivos fracasos que experimentando un gobierno polícromo y minoritario de la izquierda que también fracasará en cosa de meses.

Por eso Rajoy no ha preparado su investidura. Se ha preparado su nombramiento como candidato al gobierno de su partido en caso de nuevas elecciones. Si las hay, Drácula-Rajoy regresará a vampirizar de nuevo el sistema.

La única forma de evitarlo es el gobierno de coalición PSOE-Podemos. Como es obvio. Con los dos náufragos de IU. Es la fórmula que Palinuro ha propugnado siempre y en unas proporciones muy realistas. Sin olvidar algo esencial: con sus 90 diputados, el PSOE es el partido de la famosa centralidad política por más que los de Podemos sigan poniéndose plumas de farol, como ese último de que la retirada de Rajoy es obra suya. Todos los pactos posibles pasan por el PSOE. Si "centralidad" quiere decir algo, supongo, es esto. No hay coalición PP - PSOE porque el PSOE no quiere. Puede haber coalición PSOE - Podemos con mayor probabilidad que la de PSOE - C's. Quizá podrían los supuestos izquierdistas, esos de la transformación imaginaria, dejar la cantinela de la igualdad entre el PP y el PSOE a la luz de los datos. Pero da un poco igual. En el fondo, nadie racional lo cree. Lo dicen los fanáticos, pero esos pueden decir cualquier cosa.

El pacto PSOE - Podemos se lo ha enunciado Iglesias al Rey ex abundatia cordis y el Rey, que está aquí de correveidile, se lo ha soplado a Sánchez. Son verdaderos cortesanos: se comunican a través del Rey, no directamente de tú a tú como hacemos los ciudadanos. Tiene gracia. Estos tienen de republicanos lo que Palinuro de jesuita. El anuncio responde a una táctica que parece afirmativa, performativa, provocadora, tiene un tufo a petulancia de novato que echa para atrás. Iglesias pide para sí la vicepresidencia a la que había renunciado expresamente hace un par de semanas (sin que en ningún caso se la hayan ofrecido) y reparte a voleo varios ministerios entre su guardia pretoriana en Podemos
 
Por cierto, podían dejar de aparecer en piña, prietas las filas, como en una sesión del soviet. Para decir lo que dice Iglesias, basta con él. El mudo coro detrás con caretos de guiñol en descanso, es ridículo. Y el mejor ministerio, uno que han excogitado, llamado ministerio de la plurinacionalidad que no estaría mal si alguien consiguiera determinar de forma comprensible cuál sea su ámbito, contenido o competencia. Hay quien ve en la propuesta de Podemos un intento de "humillar" al PSOE. Me parece un vocabulario trasnochado, como tomarse el debate político en términos melodramáticos. Los de Podemos hacen bien en plantear sus exigencias. Lo que no parece es muy inteligente. Lejos de quedar humillado, el PSOE queda "avisado".

La cuestión es si entiende el aviso. Podemos ofrece formar gobierno porque la presión de la izquierda social para ello es irresistible y, si hay ruptura y nuevas elecciones, es muy probable que el responsable lo pague caro. La idea de "nuevas elecciones" no es grata a nadie. No lo es al PSOE y tampoco a Podemos que quizá no pueda reproducir las franquicias. Solo le interesan al PP. Razón de más para no hacerlas. No hacerlas, formar un gobierno y gobernar es clavar la estaca en el corazón de Drácula, impedir que Rajoy vuelva. Es dar tiempo a que en su partido se organice la resistencia y se le busque sustituto. 

El PSOE tiene muy fácil la negociación con Podemos. Si esta es buena noticia o no en Andalucía y entre los barones es otro asunto de importancia relativa porque, hecha la coalición, el posible malestar interno sería de partido, pero no de Parlamento, mientras que una hipotética rebelión interna en Podemos sería más de Parlamento que de partido y tendría otro carácter. El PSOE tiene que negociar un gobierno capaz de derogar la legislación más antipopular, injusta y troglodita de esta derecha neofranquista, combatir la corrupción en todas las esferas que, como se ve, son todas, y atender a las necesidades más urgentes de la gente: el paro, las condiciones laborales, los servicios públicos de todo tipo, la reforma fiscal.

La dificultad mayor de ese gobierno de izquierda es el referéndum de autodeterminación en Cataluña. Ignoro si Podemos lo mantendrá o no. Supongo que En Comú Podem lo exigirá y ahí aparecerá la primera grieta en el gobierno de la izquierda. Este encontrará apoyo seguramente en C's ante cualquier eventualidad referente a la autodetermación catalana. El gobierno estará obligado a pactos de geometría variable y no son descartables crisis periódicas que pondrán en riesgo la coalición. El mantenimiento de esta coalición es imprescindible si se ha de clavar la estaca en el corazón de Drácula e impedir el retorno de ese súcubo de la vulgaridad que es el presidente de los sobresueldos.

Paradójicamente, casi diríamos que es un sarcasmo del destino, la estabilidad del gobierno de España depende del apoyo que le preste la minoría catalana de ERC (nueve diputados) y DiL (ocho). Ese gobierno podría apoyarse, en el mejor de los casos, y sumando los seis diputados del PNV y los dos de Bildu, en 165 escaños. Lo suficiente para ganar a un voto unitario de PP y C's y necesitando la abstención de los catalanes. Con su voto positivo, el gobierno de coalición llegaría a la mayoría absoluta.

En resumen, el gobierno de España depende del voto y/o la abstención de quienes pretenden independizarse de España. Tiene su ironía.
 
P.D.) La noticia de la disposición de PSOE y Podemos a formar gobierno contando con IU es tan buena y alentadora que no resisto la tentación de subir un post de urgencia para celebrarla porque coincide con lo que Palinuro lleva pidiendo desde hace mucho tiempo. Véase, por ejemplo, el 25 de marzo de 2015.
 
Pedro y Pablo, apóstoles en falta. Mañana intentaré un análisis más reposado. Este es solamente para señalar algunos puntos a los que habrá que prestar atención:

El acuerdo es muy conveniente en interés de los dos partidos y de la gente en general. El 20D ha dejado ver que el país está harto de esa pandilla de ladrones, meapilas y franquistas que le han amargado la vida a todo el mundo mientras rompían España (por usar su terminología) a base de su incompetencia. Ahora toca un gobierno de izquierda para retornar a la senda de la democracia, los derechos, la dignidad y el bienestar.

La oferta ha sido transmitida por Felipe V + I de Pablo a Pedro. Mal hecho. ¿No pueden hablar entre ellos? Al final resulta que los verdaderamente cortesanos son los supuestos republicanos.

Pablo ha tomado la iniciativa. Eso está bien, aunque sigue revelando bisoñez. Por un lado se le ven en exceso los deseos de ocupar poltronas (ya se lo están echando en cara en las redes) y de presionar a Pedro, lo cual es todavía más ingenuo porque da tiempo a este a responder con el lema del arte de Cúchares: parar, templar y mandar. Pero, sobre todo, lo que entierra, es de esperar que definitivamente, es toda la demagogia de PP = PSOE, el búnker y otras imbecilidades para consumo de fanátic@s. Cómanse ya el antisocialismo "visceral" estilo Anguita.

Pedro ha reaccionado con mesura y hasta cierto sorprendente sentido del humor. Dice que ya le han hecho el gobierno y se permite el lujo de señalar que la cuestión no son los cargos sino las políticas. Pero, si lo piensa bien, su posición no es tan fácil. Podemos viene dispuesto a presionar por la izquierda y hace muy bien. Y por la izquierda plurinacional y hace mejor. Pero él tendrá que bregar con la señora Díaz, cuya baza sigue siendo Santiago y cierra España, como en el PP. Y, sobre todo, tendrá que administrar sabiamente sus relaciones con C's que, en lo que al PSOE respecta actuará como el Doctor Jeckyll y Mr. Hyde, según le interese.

A su vez, los dos necesarios aliados, PSOE Podemos, no pueden olvidar que, paradójicamente, dependen de la benevolencia de los independentistas catalanes, como también señaló Palinuro el mismo 20D. Pero de todo esto hablaremos mañana.

De momento, saludemos el primer paso hacia la formación de un gobierno de izquierda, de personas normales, que se dedique a resolver los problemas de la gente en lugar de robarle e insultarla que es lo que lleva cuatro años haciendo esta asociacion de sinvergüenzas y malhechores a los que el juez ya ha imputado por la destrucción de los discos de Bárcenas, o sea por un presunto delito de obstrucción de la justicia.
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED