jueves, 26 de enero de 2017

España debe apoyar a México / Pablo Sebastián *

No ha estado afortunado el Rey Felipe VI al decir que espera que la relación de España con la presidencia norteamericana de Donald Trump alcance el nivel de ‘excelencia’ que se logró bajo el mandato de Obama. Usar el término ‘excelencia’ en una relación con Trump es una temeridad como el tiempo lo demostrará. Y si no que mire el monarca cuales son los niveles actuales de ‘excelencia’ que Trump está utilizando con México y que ya han provocado la suspensión del viaje del presidente mexicano a Washington y una escalada de la tensión entre ambos países.

El gobierno de España debe declarar su apoyo a México ante la desmedida y burda agresividad -nunca vista en la diplomacia USA- del presidente Donald Trump contra este país hermano -con el que nos une una relación histórica- y contra nuestro querido pueblo mexicano.

Y no debe de tardar el presidente Rajoy en posicionarse ante esta crisis, que por otra parte le brinda a España la oportunidad de estrechar los lazos con toda Latinoamérica (reforzando así las Cumbres Iberoamericanas) al tiempo que si hace algo así, rompiendo su inmovilismo habitual, a buen seguro que Rajoy conectará con el sentimiento muy ampliamente mayoritario del pueblo español.

Además si Rajoy rehúye esa declaración presidencial puede ser desbordado por otra declaración ampliamente mayoritaria del Parlamento español, como cabe esperar que así ocurra en una fecha próxima.

Naturalmente criticar a Trump tiene sus riesgos vistos los modales que gasta el mandatario USA pero eso dará más valor a la decisión española porque, a través de las descalificaciones de Trump contra la UE y la OTAN, España ya ha sido también agredida por este personaje que se declara favorable a la tortura y al que los primeros dirigentes democráticos del mundo deben de empezar a pararle los pies.

Que es lo que debía de haber hecho el Congreso de los Estados Unidos ante la colección de mentiras y disparates que adornan el despegue de Trump y que están generando una oleada de protestas en USA, donde 30 millones de ciudadanos son de origen mexicano.

España debe mantener una relación correcta y amistosa con los EE.UU pero no puede callar ante esta agresión a México o cuando Trump anima a otros países de la UE a seguir los pasos del Brexit británico para destruir nuestro gran proyecto y realidad europea, de ahí el interés que despierta la visita que la ‘premier’ británica Theresa May inicia hoy en Washington.

Además en la relación bilateral de España y USA son los americanos los que están en posición más delicada por el uso de las bases españolas como una parte esencial de su estrategia militar en Europa, el Mediterráneo y África, y ahí incluido el escudo anti misiles que tiene su base en Rota.

En cuanto a México hora es que España se ponga de su lado en este trance, como lo van a hacer otros países latinoamericanos y europeos. Como ocurrió cuando Obama restableció las relaciones diplomáticas con Cuba, un histórico paso -que Trump puede destruir- y España quedó rezagada y fue superada incluso por Francia.

Prudencia y firmeza pues con Trump y mucha atención a sus movimientos en política exterior. Esa debe ser la posición española y también la de la UE que está asombrada y paralizada ante los continuos desafíos internacionales del presidente de Estados Unidos que al grito de ¡América First! quiere poner a todo el mundo entre su espada y la pared, o el muro en México y puede que también y en fecha cercana en Jerusalén.


(*) Periodista

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