Alarmados están los gestores de lo
revueltas que bajan las aguas después de que ellos reventaran el dique
de pronto y sin avisar hace ya casi cuatro meses. No se lo esperaban. No
estaban preparados. Y siguen sin estarlo. Jiménez, cada vez más
ostentosamente contrito y compungido, pide "respeto" a los compañeros y
no "insultos ni gritos". Nadie reconocería en él al agente que cumplió el designio de Díaz, cuando, al parecer, pidió la cabeza de Pedro Sánchez.
En
realidad, los de la gestora tienen miedo de perder las primarias por
goleada. La maniobra de diversión de Patxi López está en el alero. Todo
va a decidirse el próximo sábado, con sendos mítines/encuentros o como
se llamen de Sánchez por un lado y el repentino dueto Díaz/Rubalcaba por
el otro. Será interesante ver qué valoraciones se hacen de uno y otro y
qué criterios se usan.
Por
lo demás las gentes de la gestora podrían mostrar un mínimo de
sensibilidad democrática tratando de entender que eso que ellos
consideran tumulto, gresca, insultos, falta de respeto, etc, otros lo
llaman derecho al pataleo, un derecho de andar por casa, no
reconocido en ninguna declaración pero muy socorrido en infinidad de
ocasiones cuando la gente se siente acogotada por los que mandan, que no
la dejan hablar, quejarse, protestar. Si no hay mejor forma de
defenderse y hacerse escuchar, piensa la gente, se recurre al derecho al
pataleo.
Porque,
en estos cuatro meses, ¿cuántas veces ha hecho la gestora gesto alguno
de reconocimiento de la agitación de las bases? ¿Cuántas veces ha
entrado en diálogo con lo que las plataformas pedían? ¿Qué atención ha
prestado a la reiterada petición de convocar congreso y primarias mucho
antes de lo que lo ha hecho? ¿Qué sensibilidad ha mostrado hacia quienes
votaron "no" en la investidura?
Su
comportamiento ha sido arrogante, cerrado, excluyente y absolutamente
despreciativo. Han creído que su excepcionalidad era patente de
arbitrariedad y han actuado en consecuencia. Y siguen haciéndolo, no
dejando a la gente otro derecho que el del pataleo. Solo que ahora han
decidido que ese tampoco puede ejercerse.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
No hay comentarios:
Publicar un comentario