domingo, 15 de enero de 2017

Torre-Pacheco estudia acciones legales contra tres guarderías por dejar sin calefacción a los niños

TORRE-PACHECO.- El Ayuntamiento de Torre Pacheco estudia acciones legales contra la empresa concesionaria que se encarga de gestionar tres escuelas infantiles en Los Dolores, Balsicas y San Antonio, y le exige que cumpla hasta el final con su contrato, que concluye en junio. 

En concreto, el Ayuntamiento estudia llevar a la empresa a los tribunales por haber dejado a los niños sin calefacción, «poniendo en riesgo la integridad física de los menores».
La concesionaria exige al Ayuntamiento el pago de unos gastos que no se le reconocen, y ha colgado un cartel anunciando el cierre «inmediato» de los centros. Al respecto, el alcalde del municipio, Antonio León, pide tranquilidad a los padres porque «la actividad continuará».
El primer edil explicó que en el año 2012 el anterior equipo de gobierno, con el voto desfavorable de la oposición, decidió privatizar tres de las cinco escuelas infantiles del municipio, «a pesar de su buen funcionamiento». 
 Desde ese momento, las escuelas infantiles Colorines del Barrio de San Antonio en Torre-Pacheco, de Balsicas y de Dolores de Pacheco pasaron a ser gestionadas de forma indirecta por la empresa conocida por el nombre comercial de Cativos.
El contrato de concesión del servicio de esta concesionaria, «no exento de polémica desde el primer momento, generó al poco tiempo numerosos conflictos con la empresa adjudicataria que han ido acumulándose a lo largo del desarrollo del contrato».
A escasos meses de la finalización de dicha relación contractual en junio de este año, la empresa reclama al Ayuntamiento una serie de gastos que, una vez fiscalizados, «no se consideran procedentes en su mayoría». 
En concreto, ha detallado el primer edil, «piden gastos desde 2012 de personal, agua, consumo eléctrico que no justifican y señalan que con las cuotas que pone el Ayuntamiento no pueden hacer frente a los gastos».
El alcalde acusa a la concesionaria de «recurrir al chantaje con actos que consideramos intolerables, como por ejemplo jugar con la salud de los más pequeños suprimiendo la calefacción».

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