jueves, 23 de febrero de 2017

¿Y si PAS convocara elecciones? / Ángel Montiel *

A ver: Ciudadanos exige la dimisión de PAS desde el mismo momento en que adquirió la condición de imputado por la citación del TSJ, y los portavoces nacionales de ese partido aseguran que no cejarán en su empeño para que renuncie. «Den por seguro que Sánchez, imputado, no seguirá de presidente», declaraba ayer el portavoz Girauta.

Sin embargo, su partido prevé que siga en ese cargo, al menos hasta el día 3 de marzo, fecha en que el líder regional, Miguel Sánchez, tiene concertada en San Esteban una entrevista con PAS para pedirle que se marche y deje en su lugar a otro diputado del PP. «Váyase usted, señor Sánchez, pero quédese hasta el día 3», le están diciendo implícitamente.

Ah, ¿pero no tenía que haberse ido el mismo lunes de esta semana? Si su situación es ilegítima desde ese momento ¿por qué se le presta reconocimiento institucional con una visita oficial a dos semanas vista? Váyase, pero quédese hasta que vayamos a visitarle. 

Lo que le van a decir en esa visita se lo podrían haber hecho saber en la misma carta en que solicitaban la entrevista. Sabemos de antemano el contenido del diálogo. Ciudadanos: dimita y proponga a un candidato a presidente. PAS: No hay Plan B; el Plan B es el Plan A, que soy yo.

¿Y qué hará Ciudadanos a partir de ese momento? Llorar por las esquinas si es que no quiere, como es obvio que no quiere, sumarse a Podemos y al PSOE para concertar una moción de censura que dé la presidencia al socialista González Tovar, cosa que tampoco quieren, en el fondo, ni Podemos ni la corriente renovadora del PSOE que espera a junio para iniciar el relevo del todavía líder socialista. 

Bien: hay otro método de persuasión en manos de C's, consistente en presionar a Rajoy con la retirada de apoyos en su política parlamentaria. En teoría, es lo más efectivo, pero, cuidado, ahí está el PSOE de Ferraz, a la espera de que C's deje de ser el aliado natural del PP para convertirse él en el interlocutor preferente de Rajoy aprovechando el hueco y a sabiendas de que al presidente del Gobierno le place más negociar con los socialistas que con sus adversarios electorales más próximos, esos incómodos socios.

Lo que más desearía el PSOE es que Ciudadanos se convirtiera en la oposición frontal al PP en el Congreso, pues esto le facilitaría más oportunidades de influir en la gobernación como única muleta de Rajoy. Esto que digo no es una extravangancia, sino el reflejo de la política socialista que viene promoviendo la Gestora. 

Es cierto que la presión política y mediática está minando duramente la posición de PAS, pero éste, hasta el momento, no ha perdido apoyos en la estructura central ni regional del partido, de modo que le queda oxígeno para llegar a su declaración y para la resolución judicial que se producirá tras ésta si es que el TSJ no se entretiene en nuevas diligencias, dado que están cumplidas todas por la juez de Lorca y sólo queda examinar las aportaciones del presidente.

Es una carrera contrarreloj en cuyo entreacto se acumulan titulares de prensa, editoriales más o menos preventivos, aperturas de telediarios, chanzas en programas humorísticos, viñetas gráficas, hilos tremebundos en redes sociales, tertulias radiofónicas y televisivas, presiones diversas a la línea de contención del PP nacional y del Gobierno de Rajoy... 

Es una situación infernal, que cualquiera vería como insuperable. Sin embargo, el PP, de momento, ha cerrado filas de una manera tan compacta que ni siquiera se ha observado en algunos de los casos que han afectado a su líder nacional. Diríase que van a jugar la partida hasta el final, en la convicción, hay que suponer, de que hay una extendida fe en el archivo de la causa, algo que parece inconcebible para quienes dan por hecha la salida condenatoria. 

Pero es preciso subrayar que en el PP murciano no hay duda de que el caso Auditorio carecerá de alcance, razón por la que se alude al lema ´no hay Plan B´, y ahí están los más de 5.000 avales que ha obtenido PAS para convertirse, como candidato único, en nuevo presidente regional del PP en unas pocas semanas.

¿Se dirige el PP hacia un callejón sin salida al no prever alternativa? Se sabrá en unas pocas fechas, pero la propia posibilidad de plantear esta pregunta sería cuestionar el futuro de PAS, de modo que su sustitución ni siquiera se contempla. Obsérvese aquí, de paso, una nueva contradicción de Ciudadanos: si el PP tuviera que proponer, por fuerza de causa mayor, un candidato a la presidencia de la Comunidad distinto a PAS, como le exigen, y éste se mantuviera como líder del PP, igualmente seguiría incumpliendo el pacto de investidura, pues la imputación afecta, en la letra del acuerdo PP-C's, no sólo a los cargos institucionales sino también a los orgánicos. Sería, por tanto, una renuncia de C's que ayudaran a sustituir a PAS en San Esteban mientras éste permanece, si es que permaneciera, como jefe de su organización política. 

Cuando C's concluya su reunión con PAS, tres días antes de la declaración de éste ante el TSJ y tras haberse dado un largo plazo para apartarse de la opción ´moción de censura´ que promueve inicialmente Podemos, se encontrará con una estrategia agotada, y cabe la posibilidad, aun remota, de que amenace, como opción excepcional, con sumarse a esa iniciativa. Pero si el PP viera venir una moción de censura a la desesperada de los tres grupos de la oposición para relevarlo del poder, aunque fuera con el propósito extremo de convocar nuevas elecciones, podría adelantarse y convocarlas él mismo.

En los aledaños de San Esteban se asegura que, en el periodo de trámite de esa iniciativa, PAS podría quedar exculpado, ya que, como se supone, la actuación judicial será rápida, y tal vez llegaría a tiempo de convertirse en el único candidato que repetiría como cabeza de lista de entre los que concurrieron a las autonómicas de mayo de 2015, dado que los otros tres, por razones ya comentadas en artículos anteriores, no parecen suficientemente afianzados, por suerte o por desgracia según los casos, en sus respectivas organizaciones.

Se trata de un escenario demasiado imaginativo, pero no cabe desconsiderarlo en una situación que todo cabe, y esta posibilidad es una pieza más que conviene situar en el tablero porque alguien ha insinuado que podría ponerse en juego.

 


(*) Columnista


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