jueves, 16 de febrero de 2017

La sentencia contra Urdangarin provocará polémica / José Oneto *

Después de varios meses de debates entre las tres magistradas que tienen que emitir sentencia sobre el caso Nóos, esa sentencia se hará publica este viernes al mediodía, y será comunicada a las partes, sin necesidad de que los procesados estén presentes en la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca, por lo que se espera que los dos principales procesados, la infanta Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe VI, y su esposo Iñaki Urdangarin, principal acusado de la trama delictiva recibirán, la noticia en su residencia de Ginebra, donde instalaron su domicilio tras el estallido del escándalo, aunque este jueves la Infanta se encontraba en Barcelona asistiendo a un acto organizado por La Caixa para la que ella trabaja.

El llamado “caso Urdangarin”, la utilización de un Instituto supuestamente sin afán de lucro para cobrar de las Administraciones autonómicas de Baleares, Valencia y Madrid seis millones de euros con una serie de contratos firmados al margen de las condiciones que deben regir en las concesiones publicas por ser el Duque consorte de Palma, algo que para la Fiscalía Anticorrupción supondría malversación, estafa, fraude a la Administración, prevaricación, falsedad, delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Su esposa, la infanta Cristina está acusado de colaboración con su marido en dos delitos fiscales, por los que la acusación particular de Manos Limpias pide ocho años de cárcel.

El escándalo Urdangarin es lo que más daño ha hecho a la Monarquía, a la Familia Real e incluso al actual Rey, aunque desde que estalló el caso, que produjo una profunda división en toda la familia, tanto él, como la reina Letizia, rompieron prácticamente toda relación, con el matrimonio de los Duques de Palma e, incluso pidieron que renunciara a los derechos de sucesión como Infanta. Sin embargo, fue el rey emérito Juan Carlos de Borbón, el que más sufrió las consecuencias del escándalo, hasta el punto que tuvo que abdicar en Junio de 2014, aunque esa abdicación fue presentada como un simple traspaso de poderes a una nueva generación que representa su hijo Felipe VI.

Las declaraciones del socio de Urdangarin, Diego Torres y de otros procesados, insistiendo en que nada se movía en el Instituto Nóos sin el visor bueno del Palacio de la Zarzuela y el hecho de que un hombre de la Casa del Rey, Carlos García Revenga, secretario de las Infantas, estuviese al tanto de todas las operaciones de Nóos, según testimonio del propio Urdangarin y de su esposa la infanta Cristina, ha sumido el caso en una nube de sospechas que ha llegado hasta el propio Tribunal que tiene que emitir sentencia este viernes.

Este tema habría sido la principal causa de que el fallo judicial se haya retrasado más de lo previsto, ya que en el propio tribunal formado por las magistradas Samanta Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín, no se ponían de acuerdo sobre ese delicado tema. La magistrada Roció Martin no solo estaba en contra de una rebaja en las condenas de Urdangarin, sino que insistía en que había que introducir un párrafo sobre el comportamiento de la Casa Real en el caso, teniendo en cuenta, sobre todo, la declaración de los principales imputados que, durante el juicio, utilizaron a la Casa Real como defensa para eludir su propia responsabilidad. Desde el banquillo de los acusados, el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, que filtró numerosos correos del Duque de Palma, afirmó repetidamente, que la Casa Real realizaba un “control total” de las actividades del Instituto: “No decidíamos nada sin su consentimiento”, afirmó.

Por lo que se sabe, la sentencia que ha sido objeto de un amplio debate entre las tres magistradas, liberaría a la infanta Cristina de entrar en la cárcel ya que la Fiscalía Anticorrupción no ha pedido para ella ningún tipo de pena, sino una multa que ya ha pagado a Hacienda (la única petición ha sido la del sindicato Manos Limpias, cuyo máximo responsable está en prisión por extorsión, y que como acusación particular ha pedido ocho años de cárcel) y condenaría a Iñaki Urdangarin a ocho años de prisión, menos de la mitad de lo que solicitaba la Fiscalía. Este aspecto de la sentencia es, probablemente, lo que provocará más polémica, aunque todos veamos la entrada en la cárcel de un cuñado del actual Rey… una escena insólita en la Historia de España.


(*) Periodista y economista


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