viernes, 3 de febrero de 2017

El PSOE abre una nueva etapa de incertidumbre política al no apoyar los Presupuestos / José Hervás *

La decisión socialista de no apoyar los presupuestos sólo ha supuesto una sorpresa para una parte de los negociadores del Partido Popular con el PSOE. La gran mayoría, sobre todo los que están en el día a día de las reuniones en el Grupo Parlamentario Popular, venían percibiendo ya una negativa a facilitar que se puedan aprobar las cuentas para este año.

Este jueves les han co­mu­ni­cado que si fi­nal­mente el Gobierno pre­senta los Presupuestos para este año, el PSOE pre­sen­tará una en­mienda a la to­ta­li­dad.

Entre los op­ti­mistas se en­con­traba el mismo pre­si­dente del Gobierno. Con oca­sión de la ce­le­bra­ción en el Senado de la Cumbre de Presidentes, donde coin­cidió con Javier Fernández, pre­si­dente de la Gestora y del Principado de Asturias, Mariano Rajoy per­cibió la mejor dis­po­si­ción para fa­ci­litar la go­ber­na­bi­lidad del país.

Pero sin Presupuestos del Estado para el ac­tual ejer­ci­cio, re­sulta im­po­sible trans­mitir a las Comunidades Autónomas los fondos adi­cio­nales acor­dados con Hacienda. Este era uno de los ar­gu­mentos de Cristóbal Montoro para pre­sionar a los pre­si­dentes so­cia­listas de las au­to­no­mías para que estos for­zaran a los miem­bros de la ges­tora de su par­tido a dar el visto bueno al acuerdo. Pero de mo­mento no habrá tal acuerdo.

El caso es que a úl­tima hora del jueves se co­nocía que el PSOE no fa­ci­li­tará con su voto que haya nuevos Presupuestos. Solo habrá cuentas si el PP con­sigue el apoyo de las demás fuerzas po­lí­ti­cas. Pero si no lo con­si­gue, lo normal es que pa­sados unos me­ses, con pro­ba­bi­lidad tras el ve­rano, el Ejecutivo tendrá que con­vocar de nuevo elec­cio­nes. O prro­ro­gar­los, como su­girió Rajoy, ante el efecto in­ter­na­cional sobre la in­go­ber­na­bi­lidad de España.

La ex­pli­ca­ción de esta de­ci­sión es que las cosas no dis­cu­rren bien para Susana Díaz. No tiene pre­pa­rada su su­ce­sión en Andalucía. Mientras no deje la pre­si­dencia no podrá venir a Madrid a li­derar al PSOE en el Senado. La Ley an­da­luza hace in­com­pa­tible a los altos cargos con la Cámara Alta.

Incompatibilidades
En con­creto, la ley 19/2007 la in­com­pa­ti­bi­liza con el cargo de Senadora. En su Artículo 2, ‘Personas de­sig­na­bles e in­com­pa­ti­bi­li­da­des’, dice a su vez en el punto 2 que ‘Los Senadores y Senadoras que se de­signen es­tarán afec­tados por las causas de in­com­pa­ti­bi­lidad es­ta­ble­cidas en la le­gis­la­ción elec­to­ral. En todo caso, son in­com­pa­ti­bles los altos cargos de la Administración de la Junta de Andalucía, miem­bros de la Mesa del Parlamento de Andalucía, Presidentes y Presidentas de Diputaciones Provinciales y Alcaldes y Alcaldesas’.

El revés que ha su­puesto para Susana Díaz no poder ejercer ese con­trol a Rajoy en el Senado que le per­mi­tiera mayor pre­sencia ins­ti­tu­cional en toda España hay que sumar el temor al éxito que está ob­te­niendo Pedro Sánchez en sus des­pla­za­mien­tos.

Sánchez con­si­guió en Dos Hermanas mu­chos más se­gui­dores que los que logró con­vocar la propia Susana un día des­pués en su in­ter­ven­ción en Alcalá de los Gazules pese a tra­tarse de su propio te­rri­to­rio.

Aunque nadie se atreve a dar ci­fras exactas de asis­ten­tes, lo que cuentan quienes han es­tado esta se­mana en Castellón con Pedro Sánchez es que aba­rrotó. El salón de actos donde caben unas 900 per­sonas es­taba lleno y en la calle se que­daron sin en­trar otras 200 per­sonas más.
Nada que ver además con la falta de atrac­tivo de Patxi López, a quien cada día son más los que le re­co­miendan que se piense si no con­viene aban­donar su in­tento de li­derar al par­tido.
Como con­se­cuencia de la in­de­fi­ni­ción en el li­de­razgo dentro del PSOE, los ac­tuales ges­tores han con­ve­nido que hasta que no se ce­lebre el Congreso no to­marán una de­ci­sión fa­vo­rable a un acuerdo con el Partido Popular para ne­go­ciar los Presupuestos Generales.

El Banco de España con­si­dera que si hu­biera ha­bido go­bierno y sin los pro­blemas del Brexit y las in­cer­ti­dum­bres ge­ne­radas por la elec­ción de Trump, la eco­nomía es­pañola po­dría haber cre­cido 4 dé­cimas más. Ya po­demos em­pezar a cal­cular la que se nos viene en­cima.



(*) Periodista

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