jueves, 16 de febrero de 2017

PSOE y C's pueden controlar al Fiscal General / Pablo Sebastián *

Las actuaciones del fiscal general del Estado en los grandes casos de la corrupción de ahora -en lo que afecta a los presidentes de Murcia y La Rioja- y en los últimos años con lo ocurrido en Gürtel, Nóos, Bankia los Pujol, etc, están bajo sospecha de clara parcialidad por las instrucciones que recibe del Gobierno de Rajoy en favor de investigados del PP y de otros altos cargos o personas relacionadas con instituciones del Estado.

Unos hechos estos que provocan alarma e indignación social así como la denuncia justificada de los principales partidos de la oposición, que tienen en sus manos la posibilidad no sólo de pedir explicaciones al Fiscal General del Estado en el Congreso de los Diputados sino de obligar al Gobierno de Rajoy a un cambio radical de su actitud y el fin de la manipulación de la Fiscalía en los casos de corrupción.

Lo que la oposición puede lograr de manera inmediata con un plante en el Congreso de los Diputados de PSOE y C’s, bloqueando toda negociación política (en la Educación o los Presupuestos de 2017), si el Ejecutivo de Rajoy sigue amparando a los corruptos y los investigados por la Justicia.

Lo que por otra parte resta credibilidad al ‘ministerio público’ en casos de gran trascendencia nacional como es todo lo relativo al desafío catalán y ahora de especial manera a las decisiones del Tribunal Constitucional.

En el reciente congreso del PP tanto Rajoy como Cospedal reconocieron errores y haber actuado tarde contra la corrupción. Palabras vanas y falsas porque a las pocas horas de ser pronunciadas la Fiscalía se oponía a que se investigue la presunta responsabilidad penal del presidente de Murcia en un caso de corrupción que le afecta. Y lo mismo hizo hace poco en La Rioja, y es lo que recientemente ocurrió también ante el escándalo de la vista gorda del Banco de España en el ‘caso Bankia’ a pesar de las denuncias claras de la inspectores de la entidad.

La corrupción ha marcado la trayectoria política de Rajoy en el PP y así lo han denunciado PSOE y C’s. Y este último partido le exigió a Rajoy ante su reciente investidura la plena garantía en la lucha contra la corrupción. Pero el Presidente sigue actuando al margen de sus compromisos y poniéndose del lado de los corruptos y de los investigados, convencido Rajoy de que nadie lo puede sacar de la Moncloa, y menos aún en pleno desafío catalán, o cuando estamos peleando con la crisis económica o en defensa de un gobierno estable de España para abordar la incertidumbre internacional y Europea.

Pero Rajoy se equivoca porque PSOE y C’s lo pueden derribar y exigir al PP otro candidato a la presidencia del Gobierno, incluso si un Rajoy acorralado se lanza a unas nuevas elecciones porque aunque mejore su resultado no logrará la mayoría absoluta y una segunda investidura nunca la podría lograr. De manera que estos dos partidos de la oposición, PSOE y C’s tienen en sus manos la posibilidad de garantizar la imparcialidad del Fiscal General.


(*) Periodista


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