jueves, 23 de febrero de 2017

¿De qué se quejan PSOE, Podemos y C’s? / Pablo Sebastián *

Parece como si los tres grandes partidos de la oposición PSOE, Podemos y C’s hubieran nacido ayer a los pies de un guindo de cuyas ramas cayeron al suelo, y de pronto descubrieron que en el PP hay corrupción a granel y que Rajoy, lejos de romper con ella -no puede hacerlo sin correr riesgos- se afana en ocultarla bajo la alfombra de la Moncloa. Y si queda un cabo suelto envía a sus fiscales-PP aleccionados por el descarado Catalá para tapar, frenar y proteger a los delincuentes amigos y ‘aliados’.

Y claro los portavoces parlamentarios de la Oposición están que trinan, sobre todo Albert Rivera, que firmó un pacto con el PP para la investidura de Rajoy en materia de corrupción y de ello no queda ni el rabo. Y Rivera pone el grito en el cielo, mientras Antonio Hernando brama por los pasillos del Congreso, y Pablo Iglesias sube el tono de sus acusaciones a su amigo Rajoy mientras sigue el baile de los jueces y fiscales que pastorea el ministro Catalá.

Pero ¿acaso no conocían Rivera, Hernando (en cuyos oídos retumba el ‘no’ de Sánchez) e Iglesias las artes malabares de Rajoy con la corrupción? Pues sí, pero entre estos tres entronizaron a Rajoy en La Moncloa. Iglesias con su ‘no’ a la investidura de Sánchez y Rivera y Hernando con su ‘sí’ y abstención, respectivamente, a la investidura de Rajoy.

Podían haber exigido otro candidato al PP, haber pactado un Presidente independiente (‘operación Mario Monti’) e incluso haber dejado gobernar a Sánchez. Y Rivera pudo haber entrado en el Gobierno del PP, y en ese caso haber exigido el Ministerio de Justicia y el control de la Fiscalía del Estado. Pero no hicieron nada y los tres PSOE, Podemos y C’s escogieron a Rajoy y lo hicieron presidente del Gobierno, y ahí está a sus anchas y muerto de risa ante los sollozos de la Oposición.

La misma que lo encumbró y que lo puede derribar cuando quiera y el reglamento del Congreso lo permita. Y esa es una operación muy sencilla a nada que los jefes de la oposición tengan algo de coraje y capacidad de pactos entre ellos, lo que por otra parte no es fácil de imaginar salvo que Sánchez, ‘el rojo’, gane las primarias del PSOE lo que tampoco conviene descartar.

Ahora bien, dicho esto cabe preguntar ¿por qué Rajoy vuelve a retozar en el fango de la corrupción por salvar al Presidente de Murcia? visto lo que le ha pasado como Barberá, Soria, Mato y algunos más, Rajoy no debería abusar de su posición ni tentar la suerte porque nadie es imprescindible -ni siquiera bajo el volcán incandescente catalán- y un día de estos la Oposición si lo desea lo puede relevar en un abrir y cerrar de ojos. Y entonces se acabarán los aforamientos, los fiscales obedientes y las intrigas del Poder Judicial.

De manera que mucha precaución y prudencia en La Moncloa, donde por lo visto no saben sumar los escaños de la Oposición, porque Rajoy está sentado en un sillón eyectable al vacio -como los de los pilotos de aviones de combate- y el botón de lanzamiento no está a su alcance sino que lo tiene el pleno de la Oposición.


(*) Periodista


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