ALICANTE.- El inmenso lastre de la herencia inmobiliaria de la CAM que anida en el balance del Banco Sabadell
sigue cosechando pérdidas casi seis años después de la ruina de la caja
alicantina, lo que permite concretar la enorme dimensión del agujero
ocasionado por estos activos tóxicos, publica El Mundo.
Según consta en el informe
financiero anual presentado por el Banco Sabadell ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el antiguo holding de la CAM, Tenedora de Inversiones y Participaciones (TIP),
que aglutinaba la mayor parte de las inversiones de la caja en
sociedades vinculadas al ladrillo (hoy aún concentra lo poco que queda
en empresas inmobiliarias), ha registrado unas pérdidas de 219,5 millones de euros en 2016.
TIP, que formó su cartera en los años del boom del sector
inmobiliario, fue una especie de banco malo de la CAM:la mayoría de los
activos que la caja se adjudicaba (suelos, viviendas y participaciones
en empresas cuyo valor era escaso) pasaban a esta compañía. La magnitud
del boquete creado por el holding se observa si se computan los números
rojos cosechados desde 2011, año en que quebró la CAM
y fue absorbida por el Sabadell. Desde ese ejercicio hasta 2016,
Tenedora de Inversiones y Participaciones ha perdido 1.589 millones de
euros.
El año que más dinero se dejó fue 2012, cuando el
resultado negativo se disparó hasta los 497 millones. Desde ese
momento, y una vez que el Sabadell toma las riendas de la CAM, las
pérdidas se atenúan, y se mueven entre los 109 millones de mínimo de
2014 y los 219,5 de máximo del año pasado.
Con todo, el Sabadell está protegido del impacto de estos números gracias al Esquema de Protección de Activos (EPA)
con el que cuenta para amortiguar las pérdidas generadas de toda la
cartera inmobiliaria que pertenecía a la CAM. El 80% de estos números
rojos los asume el Fondo de Garantía de Depósitos; el banco catalán se
hace cargo del 20% restante.
En diciembre de 2015, Banco Sabadell tuvo que realizar una aportación de 1.087 millones para compensar pérdidas de Tenedora de Inversiones y Participaciones. El activo de TIP alcanza los 2.295 millones.
Fuentes del banco recuerdan la «complejidad» de gestionar una cartera tan expuesta como la de la CAM y sostienen que el trabajo de los últimos años ha permitido mitigar buena parte de las pérdidas previstas.
Los impagos
Otro dato que da idea de la escasa calidad crediticia
de la cartera de ladrillos de la antigua CAM está en los impagos. Según
las cuentas de 2016 del Sabadell, el ratio de morosidad total de los
créditos que forman parte del EPA y que por tanto pertenecían a Caja
Mediterráneo es del 63,9%. Es decir, casi dos de cada tres euros que prestó a la CAM en el sector inmobiliario ha resultado fallido.
Prueba
de ello es el desolador balance de los préstamos otorgados a la
promoción inmobiliaria. La morosidad del crédito promotor del EPA de la
CAM llega al 90%. O lo que es lo mismo: de los 3.760 millones
de euros que aún están en las cuentas del Sabadell y que proceden de
los préstamos que la caja alicantina prestó al sector promotor, 3.384
millones están en situación de impago. El 80% de estas pérdidas serán
asumidas por el Fondo de Garantía de Depósitos.
Y si el ladrillo de la CAM es la cruz, Solvia,
la inmobiliaria del Sabadell, es la cara. La compañía con sede en
Alicante obtuvo un beneficio antes de impuestos en 2015 de 24 millones
de euros, mientras que el de 2016 ha sido de 57,8 millones.
Su aportación del resultado consolidado del grupo es de 41,6 millones.
La firma vendió activos por 1.557 millones de euros el pasado año, un
40% más que el ejercicio precedente, con 14.533 operaciones, un 27% más.
Solvia incrementó un 87% su plantilla en 2015 al pasar de 243 empleados a 453 trabajadores. El 56% de estos se encuentran en Alicante. En la actualidad, Solvia tiene más de 550 empleados.
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