CARTAGENA.- La plataforma ciudadana Pacto por el Mar Menor alerta
de la presencia y distribución de plaguicidas en sedimentos marinos
superficiales de la laguna. Uno de los miembros del colectivo, el
ingeniero técnico agrícola y ambientólogo Óscar Alcaraz, explica ayer un estudio publicado recientemente en 'Environmental Science and
Pollution Research' advierte sobre la presencia y distribución espacial y
estacional de plaguicidas en los sedimentos marinos superficiales del
Mar Menor.
Este informe es obra de R. Moreno-González y V. M. León, dos
investigadores del Centro Oceanográfico de Murcia -perteneciente al
Instituto Español de Oceanografía- y fue publicado en enero en la citada
revista, según precisaron fuentes de la plataforma. El estudio arroja
datos sobre las sustancias registradas durante los años 2009 y 2010, así
como sobre la influencia de dos episodios de fuertes lluvias que se
produjeron en esos años.
El informe concluye que la mayor entrada de plaguicidas a la
laguna -39 kilogramos en total a través de la Rambla de El Albujón- se
produjo en esos episodios de fuertes lluvias. Según recoge, se llegaron a
detectar 13 plaguicidas en el sedimento marino en 2009 y 19 durante el
año 2010.
En cuanto a las sustancias químicas detectadas, destaca, con
niveles más altos, la terbutilazina. Esta, según remarcan las fuentes,
es un herbicida muy persistente y contaminante para el control de malas
hierbas, que está incluido en la lista negra de ISTAS -que recoge
aquellas sustancias susceptibles de causar un daño a la salud- por ser
disruptor endocrino y sensibilizante.
Esta sustancia, remarcaron desde la plataforma, tiene
prohibido su uso como desinfectante en salud pública y privada. Fue
prohibido temporalmente por el Gobierno de España durante un episodio de
contaminación de aguas para el consumo humano en Córdoba. La Junta de
Andalucía lleva solicitando su prohibición total desde el año 2002.
Según explica el estudio al que alude este colectivo, las
entradas al Mar Menor de terbutilazina pueden producirse principalmente a
través del canal de drenaje de las Salinas de San Pedro, a la altura
del Molino de Quintín, probablemente debido al uso del herbicida en el
propio canal para el control de cañas; en la desembocadura de la rambla
de El Albujón y Miranda (uso en agricultura); la desembocadura rambla de
La Maraña en Los Alcázares (uso en agricultura); y en la Playa de la
Hita (uso del herbicida para el control de cañas).
Otra de las sustancias que también aparece reflejada, por
encima de los valores normales, es el clorpirifos, un insecticida
organofosforado muy tóxico, tanto para la salud humana como para
organismos acuáticos. Las concentraciones observadas en el estudio han
superado el estándar de calidad medioambiental.
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