lunes, 6 de febrero de 2017

Unas 1.300 mujeres y niñas, en riesgo de mutilación genital en la Región

MURCIA.- Unas 1.300 mujeres y niñas están mutiladas genitalmente o en riesgo de sufrir esta práctica en la Región de Murcia, la mayoría procedentes de Senegal o Nigeria, según avanzó la consejera de Sanidad, Encarna Guillén, que presentó este lunes, con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, el Protocolo de prevención y actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina.

Dicho protocolo se ha incorporado al Plan Estratégico Regional de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres, que abarca las actuaciones del Gobierno regional en este área en el periodo 2016-2020, con el objetivo de que "no sea una costumbre en la Región la mutilación genital femenina".
Acompañada de la directora general de Asistencia Sanitaria del Servicio Murciano de Salud (SMS), Mercedes Martínez-Novillo, la consejera explicó que dentro de los países que realizan esta práctica, Senegal y Nigeria "son los que tienen a un mayor número de mujeres mutiladas o en riesgo de que las niñas se desplacen a los mismos de viaje y se le practique".
Por este motivo, la Comunidad, a través de las consejerías de Sanidad y de Política Social y Familia, va a extender a todos los servicios sanitarios regionales la puesta en práctica de un protocolo de prevención y actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina.
Y es que, resaltó Guillén, "tres millones de niñas al año sufren esta mutilación y 200 millones de mujeres están mutiladas". Se realiza principalmente en unos 28 países de África Subsahariana, así como en otros de Oriente Medio y asiáticos o zonas musulmanas.
En la Región de Murcia, un 2,4 por ciento de la población femenina procedente de estos países sufren esta práctica y aunque la incidencia no es tan elevada como en Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía o Cataluña "se ha puesto en marcha dicho protocolo".
"Más del 50 por ciento de las niñas entre 5 y 14 años suelen ser mutiladas", comentó la consejera de Sanidad, quien abogó por detectar estas situaciones y ayudar a que el impacto sea el menor posible para aquellas mujeres que ya han sido mutiladas.
El protocolo articula políticas públicas para promover el valor profesional, cultural, científico y deportivo de las mujeres de la Región como elemento clave en el desarrollo y transformación de la sociedad.
Así, el plan abarca ocho áreas de actuación: empleo, emprendimiento y empresas, conciliación, educación, cultura y deporte, medios de comunicación, salud, participación y violencia de género.
Guillén manifestó que el objetivo es "proporcionar herramientas y circuitos a todos los profesionales sanitarios, especialmente desde Atención Primaria, de modo que contarán con indicaciones para abordar situaciones de riesgo".
De manera que la Consejería de Sanidad va a realizar acciones formativas destinadas a los profesionales para aplicar este repertorio y trabajará en estrecha colaboración con las organizaciones sociales que tienen relación directa con estas familias.
El documento incluye actuaciones preventivas generales y se especifican cuáles son las principales situaciones de riesgo para que el profesional las pueda identificar y el circuito que debería seguir para cada caso. Le indica cómo debe actuar y realizar el seguimiento dependiendo de la edad de la paciente, si es niña, adolescente o mujer, si está mutilada o no.
Los ámbitos asistenciales donde se pueden detectar y atender casos son consultas en los centros de Atención Primaria, incluidas las de trabajo social, servicios de urgencias hospitalarias y extra hospitalarias, servicios de obstetricia, ginecología, urología y salud mental.
Para los casos en los que puede existir riesgo de mutilación genital y la familia vaya a viajar a su país de origen, donde crece este riesgo, se ha previsto una 'Carta de compromiso', en la que los progenitores se comprometen a preservar la salud de sus hijas, previa información por parte de los profesionales del riesgo que conlleva esta práctica para la salud.
Las consecuencias en mujeres y niñas mutiladas genitalmente son muy importantes, tanto psicológica como físicamente, ya que llegan a poner en riesgo su vida y se pueden generar grandes complicaciones durante los partos.
Esta práctica, que se realiza por cuestiones culturales y de creencias, la realizan personas que no tienen conocimientos médicos y que utilizan, además, utensilios no esterilizados, sin anestesia y en malas condiciones higiénicas.
La consejera ha agradecido el trabajo de más de una veintena de profesionales sanitarios que han participado en la elaboración de este protocolo y la colaboración de organizaciones sociales, y especialmente la de Demusa, por sus aportaciones.

No hay comentarios: