martes, 21 de marzo de 2017

Fomento necesita adecuar sus modales si quiere apoyo para regular la estiba / José Hervás *

Los por­ta­voces de los dis­tintos grupos par­la­men­ta­rios fueron muy claros el pa­sado miér­coles tras de­rogar en el pleno del Congreso el Real Decreto Ley des­ti­nado a re­gular la es­tiba en España y cum­plir así con la de­ci­sión del Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo de di­ciembre del 2014 que obliga a España a ello.
Desde Unidos-Podemos, pasando por el Partido Socialista, hasta el representante de Ciudadanos aconsejaron al ministro de Fomento que se pusiera a negociar. Y parece que Íñigo de la Serna ha aprendido la lección. Su nombre quedará como el único ministro que ha perdido una votación en circunstancias similares a las de 1979. Pero la situación no es tan dramática.

Pese a lo que se ha dicho, la Comisión Europea podría no multar a España. El propio Gobierno ha admitido que Bruselas adquirió el compromiso de condonar la multa acumulada hasta ahora, una vez que ha visto la mejor disposición del Ejecutivo para cambiar la norma.

Según fuentes del Parlamento Europeo, este procedimiento de negociación que conlleva la amenaza de imponer importantes multas si no se cumplen las sentencias del Tribunal Europeo de Justicia, es tradicional en el Ejecutivo de la Unión Europea. Pero finalmente esas amenazas no se cumplen si el Gobierno del país concernido muestra toda su disposición para liberalizar el sector.

Es decir, que la multa impuesta por Europa de 27,522 euros diarios desde el 11 de diciembre de 2014, el día que se dio a conocer la sentencia en Luxemburgo, lo que supondría una sanción acumulada de casi 23 millones de euros no es una multa de obligado cumplimiento.
Interpretan diputados españoles en el Parlamento Europeo que sí podría ser un problema, si el Real Decreto Ley no se aprueba en fechas próximas, pues Bruselas podría retirar su compromiso de condonar la multa multimillonaria acumulada hasta el día de hoy. 

A ello se añadirían los 134.107 euros diarios de multa adicional si hay una nueva sanción del Tribunal Europeo de Justicia. Según los cálculos del Gobierno, la nueva decisión del Tribunal de Luxemburgo estaría al caer si la Comisión Europea no plantea ante el Tribunal la retirada de su demanda contra el Reino de España.

Pese a las urgencias, las multas son negociables. Lo que parecen menos negociables son las pérdidas que ya se están produciendo por la deriva de la descarga de algunos buques a puertos no españoles, a lo que hay que sumar el riesgo de pérdidas para el sector que supondrían las huelgas. Según los informes que manejan las empresas, cada día de huelga acarrearía unas pérdidas de unos 50 millones de euros.

Teniendo todos estos datos en cuenta, la iniciativa de De la Serna para que negocien las partes afectadas, patronal y sindicatos, con la presencia de la Administración y la mediación del presidente del Consejo Económico y Social, Marco Peña, debe ir acompañado de un mayor esfuerzo negociador con los partidos políticos.

Ciudadanos ha dejado claro que quiere que se le quiera y exige que se le den más explicaciones. No quiere quedar completamente desdibujado ante la opinión pública después de haber firmado un acuerdo con el Grupo Parlamentario que podría sumirles en la más absoluta indiferencia ante la opinión pública.

Su actuación de reivindicación de la moralidad y la transparencia en la vida pública parece estarle dando sus frutos. Los últimos sondeos les sitúan a unos 500.000 votos de los socialistas.

El Gobierno y el Partido Popular lo saben. La secretaria general del PP, con ocasión de la clausura del 16 Congreso Nacional, arengó a los suyos para que fueran a recuperar los votos que ha perdido a manos de Ciudadanos. Algo similar ha dicho este fin de semana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quien quiere recuperar la alcaldía de Madrid, y para lograrlo, se propone conseguir el voto perdido en manos de Ciudadanos.

Hasta tal punto compiten por los mismos votos, que esta semana el Partido Popular plantea una iniciativa en el Congreso para potenciar la contratación indefinida, justo cuando el líder de Ciudadanos había planteado al presidente del Gobierno una pregunta sobre si ¿Considera el Presidente que está haciendo todo lo posible para luchar contra la precariedad laboral?

Mientras, el ministro de Fomento negocia un acuerdo con los partidos políticos para aprobar, esta vez sí, el decreto Ley que regula las nuevas condiciones de la estiba en España.



(*) Periodista

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