viernes, 3 de marzo de 2017

El PP debe respetar el acuerdo firmado con C's en Murcia / Editorial de 'El Mundo'

La crisis abierta en el Gobierno autonómico de Murcia desde que se supo que su presidente, el popular Pedro Antonio Sánchez, tendrá que declarar en condición de investigado en el caso Auditorio ha puesto de manifiesto la difícil convivencia política entre PP y Ciudadanos. Según el acuerdo de investidura firmado entre ambas formaciones, Sánchez debería renunciar a su cargo hasta que se resuelva su situación judicial, algo a lo que se comprometió públicamente el propio Sánchez en varias declaraciones públicas y que sin embargo ahora se niega a cumplir. 

El presidente autonómico alega su derecho a la presunción de inocencia y advierte que no dimitirá hasta que no se abra juicio oral contra él. Ciudadanos, por su parte, le recuerda que, en virtud del pacto de lucha contra la corrupción firmado en Murcia, cualquier cargo público deberá abandonarlo desde el momento en el que sea imputado, una categoría procesal que ha sido sustituida por la de investigado. No hay que olvidar que Pedro Antonio Sánchez tendrá que responder el próximo lunes por presuntos delitos de prevaricación continuada, fraude, falsedad en documento oficial y malversación de caudales públicos.

No se entiende por tanto el enrocamiento del presidente autonómico ni el apoyo que desde la dirección de Madrid se le está brindando. Con esta actitud, el PP no sólo está poniendo en riesgo la estabilidad política en Murcia, sino que está actuando de forma irresponsable hacia toda la ciudadanía, que espera de él que cumpla sus promesas de regeneración política. La corrupción es, después del paro, el problema que más preocupa a los españoles y está en el origen de la desafección de los ciudadanos hacia la política y del auge de los populismos, que cuestionan el modelo político que ha procurado el mayor periodo de estabilidad y prosperidad de nuestra historia reciente. Es inevitable, por tanto, trabajar para recuperar el prestigio de la política y la confianza en las instituciones abordando una serie de medidas encaminadas a cortar de raíz comportamientos corruptos como los que está investigando la Justicia.

Hace bien Ciudadanos en exigir al PP el cumplimiento de los acuerdos firmados tanto en Murcia como a nivel nacional ya que lo que está en juego es más importante que el mantenimiento de determinadas personas en sus cargos.Pero no por ello debería caer en la tentación de dar el Gobierno autonómico de Murcia a un candidato acordado entre PSOE y Podemos en una posible moción de censura. C's debe agotar todas las vías de diálogo con el PP para evitar tanto esa posibilidad como la celebración de elecciones anticipadas, una salida que no verían mal algunos dirigentes populares que creen que en unos nuevos comicios podrían conseguir el escaño que les falta para alcanzar la mayoría absoluta y no depender de Ciudadanos. 

La dirección nacional del PP debe instar a Sánchez a que abandone su cargo y proponer a otra persona para dirigir el Gobierno autonómico. Por difícil e incómoda que les pueda resultar a muchos dirigentes del partido la necesaria convivencia con Ciudadanos, esa es la opción que han elegido los españoles. Pasados los años de las mayorías absolutas, los partidos políticos constitucionalistas deben aprender a gobernar en colaboración para frenar el deterioro de la vida política y garantizar la convivencia pacífica.


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