martes, 7 de marzo de 2017

Tovar se tira a la piscina / Ángel Montiel *

El jefe del PSOE se lanza a la piscina. Pero ¿hay agua? Ha anunciado una moción de censura contra Pedro Antonio Sánchez en el plazo de quince días, y se supone que es el tiempo en que pretende llenarla. Hace tan sólo unos días González Tovar pedía paciencia a Podemos cuando desde ese partido le urgían a iniciar las negociaciones para promover esa iniciativa, que sólo pueden presentar los socialistas por el requerimiento del número de diputados que deben firmarla. 

Debe ser que ha llegado el plácet de la Gestora de Ferraz, que es lo que probablemente justificaba la apelación a la paciencia. Aparte de que toda negociación del PSOE que empiece por Podemos podría significar una retracción de Ciudadanos, sin el cual no hay moción posible. Y Ciudadanos no está por la labor, a pesar de las afiladas declaraciones de sus dirigentes nacionales, que siguen sin articular esas tres palabras seguidas: moción de censura.

La iniciativa anunciada por González Tovar, matizada después sin desmentirse (muy propio de un líder agotado y superado que aspira a ser presidente por defecto para salvar una carrera que nunca debió iniciar) pretende, hay que suponer, colocar precisamente a Ciudadanos frente a sus contradicciones. Les viene a decir: no lo penséis más, es ahora o nunca. O sea, ya. ´Ya´ son quince días, un fragmento de tiempo infernal para PAS, pues en su situación las horas y los minutos se ralentizan y son muchos telediarios destilando imágenes y demasiadas tertulias alimentando una impresión desagradable para la Región, más la sensación de parálisis del Gobierno. 

A esto se añade una incipiente movilización de la calle, con el riesgo de que alcance la transversalidad social y política, y un clima, como poco, de escepticismo sobre los pretextos gubernamentales, tanto por su simpleza o torpeza como por el hecho de que se producen en un contexto en que la ciudadanía está bombardeada por ejemplos poco edificantes en la reacción política y judicial ante casos de corrupción muy evidentes más las maquinaciones alrededor de las fiscalías. Es la tormenta perfecta que PAS pretende atravesar a la espera del carpetazo del caso, que es una hipótesis en absoluto descartable, con alto porcentaje de probabilidad, frente a quienes dan al presidente por amortizado.

De manera que la oposición no puede esperar demasiado para aplicar la solución final, y quince días son incluso muchos, pues la resolución judicial podría producirse incluso antes de ese plazo. Pero ya se ha insistido en que la moción de censura, un recurso aparentemente a mano, es imposible por la dificultad de concertar a tres grupos que se rechazan entre sí por distintas razones, y ni siquiera la convergencia casual en el repudio a PAS consigue armonizarlos, menos aún por las implicaciones de la política nacional. 

Sin embargo, hay que recordar que Podemos y Ciudadanos mantuvieron inicialmente muchas coincidencias reflejadas en iniciativas que son ya ley o norma en la política regional (la nueva ley electoral, entre ellas), si bien aquel periodo pudo justificarse por la convergencia en ´políticas regeneracionistas estructurales´ tras veinte años de Gobierno del PP a sus anchas. La ´unidad de acción´ frente a los populares se deshizo definitivamente tras el fiasco de las enmiendas conjuntas a los Presupuestos de 2016 y, de manera más gráfica, tras el pacto de gobernabilidad Rajoy/Rivera.

La iniciativa de Tovar, enunciada al estilo ´arrancada de caballo y parada de burro viejo´, tal vez se pueda contemplar como el intento de protagonizar la moción de censura desde el principio, evitando que Ciudadanos pueda sugerir, como al PP, un cambio en la cúpula: otro en vez de Tovar, con quien no mantienen química alguna.

A esto, involuntariamente, claro, ayudaba ayer la hija del secretario general, María González Veracruz, quien en su calidad de diputada por Murcia apareció en Las Mañanas de Cuatro, en una entrevista extraordinariamente amable a lo largo de la cual se le preguntó quién sería el candidato socialista para sustituir a PAS. 

Veracruz, para evitar pronunciar el nombre de su padre, dijo que había que empezar por debatir sobre el programa, pues esta era la manera de construir la casa por los cimientos, y ya se vería quién sería el candidato. El razonamiento podría ser impecable, pero a los efectos reproduce la impresión de que el PSOE no pone, de entrada, la figura de Tovar como indiscutible para una posible alternativa a PAS. Eso, al menos, se deduce de las declaraciones de su propia hija. Con más razón, tal vez Ciudadanos ponga pegas al candidato socialista, más que nada para marear la perdiz a la espera de una resolución judicial que se espera muy próxima.

Tovar se quiere tirar a la piscina, pero el agua la pone o no la pone Ciudadanos. Estamos donde estábamos.


(*) Columnista


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