jueves, 23 de marzo de 2017

De Guindos y Dijsselbloem, a cara de perro por la presidencia del Eurogrupo / José Hervás *

Las im­per­ti­nentes de­cla­ra­ciones del mi­nistro de Economía en fun­ciones ho­lan­dés, Jeroen Dijsselbloem, al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, en las que acusa a los países del sur de Europa de ‘gastarse todo el di­nero en copas y mu­jeres y des­pués pedir ayuda’ han reabierto el de­bate de la pre­si­dencia del Eurogrupo de ma­nera abrupta.

Guindos le advierte que no esté tan seguro de que se vaya a cambiar la norma para que Dijsselbloem presida el Eurogrupo mientras el ministro holandés sugiere que la polémica por las declaraciones al Frankfurter está alentada por el propio De Guindos.

Las reglas para presidir el que es con toda probabilidad el grupo más influyente en materia económica de toda la arquitectura comunitaria no están claras. Luis de Guindos las ha calificado de evanescentes. Lo que sí parece claro es que si no eres ministro del ramo en tu país de origen, en las condiciones actuales del Eurogrupo no puedes presidirlo.

España está moviendo todas sus teclas para recuperar parte del poder perdido en las instituciones comunitarias. La elección por segunda vez de Dijsselbloem produjo un malísimo sabor de boca a los líderes del Partido Popular que daban por hecho que el elegido sería Luis de Guindos.

Entre los responsables de las relaciones internacionales del Partido Popular no daban crédito a lo que había sucedido. Angela Merkel había comprometido su palabra con Mariano Rajoy de que Alemania apoyaría al ministro español, para cuando llegó el momento de la verdad decantarse por el titular holandés.

Fuentes del Partido Popular interpretan lo sucedido por la presión que ejerció el responsable de finanzas alemán, sobre su canciller Angela Merkel, con la justificación de que Wolfgang Schäuble se siente mucho más cómodo a la hora de mandar con el holandés que con De Guindos.

Schäuble habría manifestado que al ministro español le gusta pensar por sí mismo y que una vez investido para el cargo de presidente del Eurogrupo por dos años y medio hubiera querido volar por su propia cuenta.

El Eurogrupo es el órgano decisorio a la hora de aprobar los planes de ayuda a los países miembros de la eurozona. Como lo ha sido a la hora de imponer las condiciones a los países que han solicitado ayuda para su sistema financiero.

Esta situación está provocando diferencias entre el Gobierno y algunos líderes del Partido Popular. No todo el mundo tiene claro si es más importante recuperar un puesto en el órgano de gobierno del Banco Central Europeo o la presidencia del Eurogrupo.

En el PP los hay que consideran que el primer objetivo debería ser recuperar el sillón que perdimos en el 2012 en el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo. La oportunidad sería el próximo año. España podría aspirar incluso a hacerse con la vicepresidencia de la institución. El 31 de mayo finaliza el mandato del vicepresidente, el portugués Vitor Constancio.

Hacerse con este puesto exigirá mucho esfuerzo y capacidad de negociación. El primer error que deberá tratar de evitar España es el que cometió en la ocasión precedente cuando intentó que se nombrara al abogado del Estado, Antonio Sáenz de Vicuña.

El exconsejero del Banco de España, Ángel Luis López Roa, trató de explicar al Gobierno español que cambiara de candidato pues para este puesto se debe pensar en un ejecutivo no en un funcionario. No lo consiguió, como tampoco consiguió España el puesto deseado, pese a ser la cuarta economía de la zona euro y perdía así su puesto de representación en el Consejo de Fráncfort.

Bien es cierto que también los hay entre los líderes del PP que consideran que la capacidad de influencia e intervención del presidente del Eurogrupo es mucho mayor que la de un consejero en el Banco Central Europeo por lo que tratarían de hacerse con esa presidencia cuando Dijsselbloem finalice su mandato en enero del año que viene.

Las prisas del ministro holandés para que se cree un puesto estable de presidente permanente del Eurogrupo responden más a sus deseos y circunstancias personales que al calendario de Europa.

Aunque él ha salido elegido parlamentario, probablemente su partido, los socialistas del PVDA que han perdido 29 escaños no vuelva a formar parte del Gobierno holandés.

En ese caso tendrá muy difícil permanecer en un tercer mandato como presidente del Eurogrupo. Nunca ha sido presidido por alguien que no sea ministro de su país.

De ahí las prisas porque haya un cambio en las estructuras de la Unión. Como bien ha dicho su competidor, Luis de Guindos, en Europa las cosas se toman su tiempo para cambiarse.

Recuerda el ministro español que en la actualidad algunos países son partidarios de convertir el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en "una especie de Fondo Monetario Europeo. Otros proponen crear la figura de un ministro de Finanzas de la eurozona que asuma también las funciones del actual comisario de Economía y de presidente del Eurogrupo.

Estos debates no suelen resolverse de un día para otro. Para más inri, hasta que no se celebren las elecciones en Francia y Alemania nada va a cambiar, y menos de forma significativa. Pese a las incertidumbres, una cosa queda clara, que se han abierto las hostilidades por hacerse con el control de Eurogrupo por el que España tiene muchas opciones.



(*) Periodista

No hay comentarios: