sábado, 4 de marzo de 2017

Los parques forestales de Murcia dispondrán por vez primera de un servicio de prevención y control fitosanitario


MURCIA.- La Concejalía de Urbanismo, Huerta y Medio Ambiente del municipio de Murcia ha elaborado el pliego de condiciones para contratar el servicio de trabajos para la contratación del Servicio de trabajos de prevención y control fitosanitario en los parques forestales del municipio.

De esta forma se llevarán a cabo distintas actuaciones para la prevención, control y lucha contra las plagas forestales de procesionaria del pino y de perforadores.
El Ayuntamiento de Murcia mantiene una red de parques forestales municipales contando actualmente con unas 3.000 hectáreas.
La situación actual de los parques forestales municipales hace necesario establecer un sistema de trabajo coordinado que contemple las labores necesarias de control, prevención y erradicación de los daños ocasionados por estas plagas presentes en el municipio que se centrarán en los perforadores (Tomicus destruens, Orthotomicus erosus) y la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa).
En resumen, los trabajos más adecuados para el tratamiento contra la Procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es el corte de bolsones que se encuentren en áreas recreativas o zonas de uso público en las que existe mayor concentración de usuarios, senderos señalizados o caminos forestales.
Igualmente se usarán tratamientos fitosanitarios por medios terrestres,  con rapidez de acción, buena persistencia y toxicidad nula, y de lucha biológica contra la plaga en forma de insecticida microbiano con la bacteria Bacillus thuringiensis var. Kurstaki.
Por su parte, para el tratamientos contra escolítidos (Tomicus destruens y Orthotomicus erosus), es necesario el uso de trampas de captura masiva, la colocación de árboles cebo y la eliminación de pies afectados o debilitados.
Con estos trabajos se busca evitar que estos focos se puedan extender a zonas colindantes con graves afecciones sobre el paisaje y las masas forestales a gran escala, conseguir estructuras vegetales formadas por individuos sanos, y con un mayor grado de perdurabilidad, disponer de áreas recreativas y zonas de esparcimiento libres de plagas forestales que permitan en el disfrute del medio ambiente y adecuar y sanear las masas forestales para evitar la proliferación de nuevos focos de plagas.
El parque de maquinaria del licitador contará al menos con un todoterreno, un cañón atomizador, una motosierra, un camión y mochilas para fumigar.
La dotación presupuestaria total es de 60.000 euros para una anualidad, con la posibilidad de prorrogar el contrato por una anualidad más por la misma cantidad.

Consejos de Sanidad

La Dirección General de Salud Pública y Adicciones de la Consejería de Sanidad aconseja tomar precauciones al pasear por zonas de pinos infestados por procesionaria a fin de evitar reacciones y alergias cutáneas causadas por la oruga de esta polilla.
Ante la presencia de procesionaria del pino en algunas zonas de la Región "es preferible no pasear por pinares infectados y que tampoco lo hagan las mascotas durante los meses en los que la oruga desciende 'en procesiones' de los pinos, sobre todo entre febrero y abril, y especialmente en días de viento", informó el director general de Salud Pública y Adicciones, Manuel Molina.
La oruga procesionaria del pino, fase larvaria de la mariposa nocturna Thaumetopoea pityocampa, produce reacciones leves y pasajeras, si bien puede provocar efectos más graves en casos de personas alérgicas. Lo habitual son afectaciones aisladas, aunque la exposición a pinares con gran infestación durante el ciclo biológico de la oruga y la acción del viento pueden dar lugar a un mayor número de casos.
Por tanto, además del necesario control anual por parte de los ayuntamientos en zonas públicas, que garantiza la neutralización del insecto en cerca de un 90 por ciento para evitar daños a los pinos, es recomendable prevenir posibles afecciones a las personas.
En caso de detectar procesiones de este insecto, "hay que alejar a los niños y nunca molestarlas, tocarlas ni barrerlas -ya que se levantan miles de dardos urticantes-, ni remover la tierra en pinares o márgenes de éstos", agregó Molina.
Los niños son especialmente susceptibles a la afectación por los lepidópteros, quizá por la curiosidad que les despierta, lo que les lleva a tocar las orugas, y también por jugar con la arena o vegetación que contiene a estos insectos.
Una medida aconsejable, en parcelas particulares, es mojar la zona para fijar los pelillos de las orugas al suelo.
Entre otras recomendaciones, se sugiere evitar recoger objetos del suelo, piñas o leña de los pinares infestados o tocar los nidos de las orugas, que presentan apariencia de bolsas y suelen colgar de las ramas de los árboles. En el caso de quienes residan en una parcela con pinos, se debe procurar no tender la ropa en el exterior durante los últimos meses del invierno y en primavera.
En los casos de exposición profesional, deben extremarse las medidas de precaución cuando se trabaje en pinares con esta plaga. Es importante exponer la menor superficie cutánea posible, utilizando prendas adecuadas como camisas y pantalones que cubran las extremidades y botas, además de gafas protectoras y mascarilla.
Los pelos urticantes, con forma arponada -que les permite clavarse en la piel y en las mucosas-, y las espículas de la oruga son los responsables de su efecto nocivo, que se produce por contacto directo o a través del aire, ya que se desprenden con facilidad y pueden ser transportados por el viento.
Presenta dos mecanismos de acción: uno inmediato tóxico-irritativo, al clavarse los pelos y espículas en la piel e inyectar un veneno con liberación de histamina y otro alérgico por exposiciones repetidas. En general, el primer mecanismo ocasiona cuadros de dermatitis y el segundo, urticarias generalizadas, disnea aguda, conjuntivitis, asma, rinitis y angioedema. En general, las lesiones se acompañan de intenso picor y tienden a desaparecer en pocos días.
La oruga alcanza una longitud de 27 milímetros, con un cuerpo de color oscuro y recubierto de pelos y espículas. Se trata de una de las 5.000 especies de insectos lepidópteros de Europa. Está considerada como la mayor plaga de insectos defoliantes de los bosques de pinos de España y su extensión es considerable, con infestaciones más abundantes en la mitad oriental de la Península Ibérica.

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