VALENCIA.- Los accionistas que intervinieron en la junta de Bankia
celebrada este viernes en Valencia avanzaron que su próxima batalla será
la devolución de los gastos financieros de las hipotecas, mientras que
los representantes de los trabajadores pidieron no ser los paganos de la
posible fusión con BMN.
Únicamente dieciséis accionistas tomaron la palabra en el
turno de intervenciones abierto tras el discurso del presidente de
Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, un número pequeño en comparación con
el registrado en juntas anteriores.
Una de ellos, Lorena García, de Adicae, como se repitió en
varias ocasiones durante la junta, reconoció el esfuerzo realizado por
la entidad para dar una solución a los afectados por la salida a Bolsa y
las cláusulas suelo, si bien expuso su malestar por las "mínimas
cuantías" que fueron devueltas "a cuenta del rescate", de "solo" 1.836
millones de euros de un total de 23.300 millones de aportaciones
públicas.
Goirigolzarri, en una respuesta posterior, afirmó que los
4.400 millones correspondientes a la devolución por la salida a bolsa y
los híbridos, de no haberse producido, habrían ido a la compensación de
las ayudas.
Además insistió en que, excepto en la primera junta de
Bankia, en todas ellas se ha tratado de dar soluciones a temas complejos
como los híbridos, las cláusulas suelo y la salida a bolsa, actuando
con "la máxima transparencia" y ofreciendo "sencillez" para la
recuperación del dinero.
Como ejemplo de ello, citó que 137.000 personas tienen el
dinero abonado de sus participaciones preferentes gracias al arbitraje,
frente a la demanda colectiva de 3.695 afectados que acudieron a la vía
judicial y que ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha
desestimado.
Desde UGT se reclamó aprovechar la fusión con BMN para
eliminar las diferencias salariales y exigir que no produzca pérdida de
empleo, y CC OO instó a hacer una integración "ordenada y sin medidas
traumáticas".
Goirigolzarri manifestó que se reunirán con los sindicatos
"como siempre" y defenderán los intereses de los accionistas
minoritarios en el proceso de fusión.
Representantes sindicales se quejaron además de la
imposibilidad de devolución de las cuantías por las cláusulas suelo a
los empleados, y reivindicaron que el banco les compense el esfuerzo que
les supone el plan de formación puesto en marcha para 5.300 empleados.
Sobre la política retributiva de los consejeros cuestionada
por algunos accionistas, recordó que los consejeros ejecutivos
renunciaron a la retribución variable anual en 2014 y 2015, y el
ejercicio de 2016 será el primero que cobrarán por este concepto, si
bien ha dicho que las retribuciones del consejo de Bankia están "muy
alejadas" de las de otros competidores.
Una portavoz de la Plataforma por una banca pública pidió un
banco público que garantice los ahorros de la ciudadanía, pero
Goirigolzarri calificó de "error" utilizar un banco comercial como
Bankia como instrumento de política económica.
Un accionista manifestó esperar que en la fusión con BMN "no
quede resto de la delincuencia de los consejos de administración de las
cajas de ahorro anteriores" y que, una vez concluya el proceso, "los
sapos y las ranas se conviertan en príncipes y princesas".
Otra accionista, que dijo ser "una persona del pueblo",
proclamó que al final le han ganado "en casi todo", en referencia a las
subordinadas, las preferentes y las cláusulas suelo, pero ahora quedan
los gastos hipotecarios.
En varias intervenciones se felicitó a los gestores de
Bankia por los resultados obtenidos y la gestión realizada, e incluso la
campaña Banca Armada tuvo su espacio de protagonismo para exigir
responsabilidades en la implicación del banco en empresas que producen o
venden armas.
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