MADRID.- El líder de Ciudadanos ha cambiado de estrategia. Atrás ha quedado ya
el sencillo Congreso interno que tuvo que afrontar en su partido para
salir reelegido como líder, pero Albert Rivera sabe que
hay que dar un impulso a la formación naranja más allá de los
argumentos y discursos habituales en los medios de comunicación.
En
ellos, se incide en que Cs es un partido para ayudar a las gobernaciones
de las regiones del país, así como haber permitido la investidura del
presidente del Gobierno en el ámbito nacional. Pero la realidad es otra,
como en cualquier carrera política: alcanzar los cielos, según el análisis de http://www.diariocritico.com.
Rivera ya ha podido comprobar cuál es su potencial, dónde están sus
límites y cuáles son sus puntos fuertes. Estos años de experiencia le
han hecho ver que si bien juega a su favor la imagen de político
negociador, flexible y compatible tanto con PP como PSOE para decidir
algunos gobiernos regionales (como los casos de distinto color en los
ejecutivos autonómicos de Madrid, Andalucía, Murcia...), todo tiene un
límite.
Por eso ha metido la segunda marcha tras haber arrancado con buen pie
y quiere que Cs se vaya alejando de la imagen negativa del PP, siempre
ligada a casos de corrupción no sólo del pasado, sino de otros que
siguen siendo presente en los periódicos. Es el caso del 'caso
Auditorio', que ahora golpea al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez.
Rivera y su partido han puesto a prueba el pacto con el PP, y han
podido corroborar que es papel mojado. El PP intentará mantener a
Sánchez hasta que pueda, aunque la 'operación Púnica' también le esté
salpicando.
Pero Rivera también sabe medir tiempos y no precipitarse. Por eso ha
preferido usar como lanza en su ofensiva el caso de la regeneración
política, donde denuncia que el PP se niega a ir dando recorrido al
acuerdo de investidura que permitió sentar de nuevo a Rajoy en el despacho presidencial de La Moncloa.
En el caso de Murcia, Rivera respaldó la decisión
de su partido de romper el pacto con el PP y dijo que buscarán
"alternativas" si el PP no echa a su imputado y pone a un candidato
"limpio". El líder de Ciudadanos lamentó que Rajoy proteja a su
"implicado", lo "blinde" y lo atornille en el escaño".
"Por ahí no
pasamos, porque nos han votado para que no haya un presidente imputado",
enfatizó.
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