MADRID.- El Ejecutivo prepara un plan estratégico para reforzar la "eficiencia y sostenibilidad" de Navantia, según ha comunicado en los últimos días la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) propietaria del 100% del astillero. El plan, aún en negociaciones, propone, entre otras medidas, nuevas contrataciones ante la necesidad de rejuvenecer la plantilla de la compañía, avanza hoy el diario 'El Economista'.
El senador socialista, Ángel Manuel Mato, explica a elEconomista
que hay envejecimiento en todos los centros de la empresa y que en
algunos de ellos, los trabajadores rondan los 60 años.
Del mismo modo,
Yolanda Díaz, diputada de En Marea, viene a confirmar los datos
asegurando que en el astillero de Fene, en la Ría de Ferrol, hay una
plantilla de unas 300 personas de las que aproximadamente 260 superan
los 60 años de edad.
Mato asegura que en los próximos
años va a hacer falta incorporar nuevos perfiles de puestos de trabajo,
más técnicos, y urge a que la transición se haga de acuerdo con los
trabajadores para que no se pierda el conocimiento ya adquirido por la
actual plantilla. Desde Navantia confirman que el plan de la Sepi pasa,
además de por el rejuvenecimiento de la plantilla que cumpla las
exigencias de las nuevas tecnologías, por la modernización de las
instalaciones y la digitalización 4.0.
La
situación económica del astillero pasa por uno de sus momentos más
críticos después de cerrar 2015 con unas pérdidas netas de 166,2
millones de euros, y con una previsión de aumentar los números rojos
para 2016, a falta de que se cierren las cuentas de éste ejercicio,
según confirman las mismas fuentes de la empresa. El senador Ángel
Manuel Mato se atreve incluso a estimar las pérdidas a cierre de 2016 en
unos 200 millones.
La Sepi tuvo que salir al rescate
de Navantia en 2015, último ejercicio del que hay cuentas presentadas
hasta la fecha. El grupo astillero cerró el año con un patrimonio neto
negativo de 90,4 millones de euros, situándola en causa de disolución,
según la ley mercantil. Para restablecer el equilibrio financiero de
Navantia, la Sepi transformó los préstamos que le había concedido "para
desarrollos tecnológicos militares" en préstamos participativos, según
reflejan las cuentas de 2015.
De este modo, la entidad pública
transformó dos préstamos destinados a la investigación para tecnología
militar por valor de 207,7 millones en préstamos participativos, y
además le concedió un tercero de otros 60 millones de euros. En total,
la Sepi inyectó en Navantia 267,7 millones de euros a devolver en 2020.
La operación, que garantizaba así
la viabilidad del astillero, también se hizo, según el grupo, con el
objetivo de "reforzar la capacidad financiera para afrontar los nuevos
contratos destinados a la defensa nacional y a los compromisos
internacionales, así como para mantener las capacidades industriales de
construcción naval definidas como estratégicas".
El
plan industrial para el grupo pone el foco en la necesidad del
desarrollo tecnológico de la compañía. Para el senador Mato es
imprescindible que Navantia se diferencia en la materia para competir en
valor añadido y por tanto tener un mayor rendimiento económico en la
producción de los barcos.
La diputada Yolanda Díaz, por su
parte, urge a la necesidad de adaptar los astilleros a los nuevos
tiempos en infraestructuras y digitalización.
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