lunes, 24 de abril de 2017

Don Claudio / Adrián Viudes *

Santa Cruz de Mudela, histórico municipio de la provincia de Ciudad Real. Ojeo de perdices en un más que afamado coto de caza. Escopetas distinguidas; la que más: Su Excelencia el Jefe del Estado, Caudillo Francisco Franco.

Comienza el lance cinegético. Al Caudillo le han colocado de “secretario” en el puesto a un gran conocedor del coto, del vuelo y querencia de la “patirroja”, que así llaman los cazadores a la perdiz hispana

Los ojeadores levantan los primeros bandos y Paco, el secretario dicta:

-Don Claudio, vuelan bajas y con viento de cola, déjelas pasar y tire.

El ayudante sigue aconsejando:

-Don Claudio, por su izquierda, altas, rápidas, adelante el tiro.

Don Claudio por aquí, don Claudio por allá.

Cambio de puesto, mientras van andando su Excelencia le pregunta al secretario -¿Por qué me llama todo el tiempo don Claudio? Y aquel buen hombre de campo le contesta: -Porque no tengo confianza para llamarle a usted “Claudillo”-.

El comportamiento de PAS antes, durante, y después de la decapitación, ha sido típicamente caudillista. El grandilocuente alegato de su despedida declarando que su salida es un sacrificio por su partido, por Murcia y por España; cuando la realidad es que los suyos le han cortado el cuello; esa mentira, repetida hasta la saciedad, del peligro del tripartito; ese dedo nombrando al sucesor a su capricho; son modos y maneras lamentables, con un cierto regusto totalitario.

Pero olvidemos al caído y pongamos el foco en los directivos del Partido Popular: los “tragaldabas”, ¡Vaya colección de gargantas profundas!. Tragaron que el gran Jefe Valcárcel quitara y pusiera a su antojo a dos Presidentes. Tragaron que un Presidente: PAS, investigado por muy serios delitos, ocho hasta ahora, siguiera al mando del Gobierno. 
Tragaron con la escandalera nacional que se montó por culpa de la errónea estrategia de resistencia numantina, sin importarles nada el tremendo daño que se le ha hecho a nuestra Región. Hicieron Presidente del partido a un sospechoso, dando a entender que no había entre los militantes nadie mejor. Y si no es porque en Génova se dieron cuenta del peligro que suponía perder el gobierno, hubieran seguido tragando con tal de no molestar al “Claudillo”.

Y para más escarnio acaban de tragar que el degollado ex Presidente, señale, con su dedo aún activo a pesar de tener la cabeza en el cesto, a su sucesor, un absoluto desconocido, sin más “hazaña” política recordada que haber otorgado la Televisión murciana a una empresa de Martínez Pujalte su segundo padrino.

Y después de tanta trágala pretenden que los comprendamos y respetemos, y que cuando llegue el momento los votemos.

Este es el nuevo “mantra”: “Aunque penséis que somos unos inútiles tenéis que votarnos antes que permitir que gobiernen los malos, los que nos pueden traer el fuego del infierno”.

Recuerdo lo que aquel vasco le dijo al cura cuando predicaba sobre los males del infierno -“Oiga padre si al infierno hay que ir se va pero no nos acojone”.

Una de las ventajas de los sistemas democráticos es la alternancia. Cada temporada el pueblo tiene, durante un día, el poder de quitar y poner a sus dirigentes; y pasado el tiempo reglamentario, si lo han hecho bien, a gusto de la mayoría, repiten y siguen disfrutando de sus prebendas, canonjías, y mamandurrias, y si no, a su casa, a su oficio, sin más beneficio que el que puedan obtener con los rendimientos de su trabajo.

El “O yo o el caos”, con el que nos amenazaba PAS en su despedida, no es más que un tic totalitario, un gesto propio de un “Claudillo”.

Ahora estamos en tiempos de pacto. Ciudadanos intentará poner condiciones a la investidura del candidato: “desaforamiento”, regeneración y promesas de estabilidad. Pero el daño a la Región ya está hecho y la confianza perdida, no es posible la estabilidad.

Por culpa de la estúpida manera con que estos caciques se han empeñado en resolver la crisis no hay otra solución que convocar a los murcianos a las urnas.

“Habla pueblo habla”. Y, a buen seguro, que más de uno, y más de dos de estos “tragaldabas” se iban a llevar un buen susto.
(*) Ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena (1997-2015)


Publicado hoy en el diario La Verdad

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