CARTAGENA.- En Cartagena, un buque recibió por vez primera en Europa
suministro de gas natural licuado (GNL) como combustible desde una
planta de regasificación, una operación que ha tenido lugar a través de
las empresas Enagás y Repsol.
En concreto, el suministro se llevó a cabo directamente
desde la planta de regasificación de Enagás hasta el buque, al que se
suministró GNL procedente de Repsol a través de mangueras criogénicas
flexibles que han permitido conectar directamente el barco con la
terminal.
Según explicaron ambas compañías en un comunicado, el buque,
el "Damia Desgagnés", de bandera canadiense, recibió 370 metros cúbicos
de gas natural licuado, para lo que se requirió un tiempo de cinco
horas.
El GNL se llevó hasta la planta con el sistema 'bunker', y
por su cantidad es la mayor operación de 'bunker' que se ha llevado a
cabo en España, además de la primera de Europa con el sistema de
suministro directo de la planta al buque o 'bunkering pipe-to-ship'.
Este tipo de suministro ha sido posible gracias a las
adaptaciones que se están acometiendo en el pantalán de la planta de
Enagás en el Puerto de Cartagena, y se enmarca en el proyecto CORE LNGas
Hive, cofinanciado por la Comisión Europea y que coordina Enagás y
lidera Puertos del Estado.
El objetivo de esa iniciativa europea es ayudar a que España
se convierta en una referencia europea en este tipo de suministros de
combustible a buques, ya que el país se ubica en una posición geográfica
privilegiada con salidas al Mediterráneo y al Atlántico.
En el proyecto participan un total de 42 socios que
pretenden desarrollar una cadena logística integrada, segura y eficiente
para el suministro del gas natural licuado como combustible en el
sector del transporte, especialmente el marítimo.
La Autoridad Portuaria de Cartagena tiene previsto invertir
2,73 millones de euros para llevar a cabo labores de adaptación de los
pantalanes de la planta de Enagás para permitir este tipo de
operaciones, unas obras que estarán concluidas a lo largo de este año.
El uso de GNL como combustible contribuye a la mejora del
medio ambiente, ya que no genera emisiones de óxidos de azufre ni de
partículas a la vez que reduce sustancialmente las emisiones de dióxido
de carbono y de óxidos de nitrógeno.
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