viernes, 14 de abril de 2017

Fomento deja al Mediterráneo fuera de las autopistas ferroviarias

VALENCIA.-Los gobiernos de Francia y España han abierto el plazo de consulta a diseñadores y fabricantes de material rodante para que presenten ofertas que conduzcan al establecimiento de una «autopista ferroviaria» de larga distancia sobre los ejes Atlántico y Mediterráneo que conecte el Norte y el Este de Europa con la Península Ibérica, según publica el diario Levante de Valencia.

La convocatoria del Gobierno para crear las autopistas ferroviarias deja fuera prácticamente a la totalidad del Corredor Mediterráneo, a excepción del tramo entre el puerto de Barcelona y la frontera (apto para el tráfico mixto y en ancho UIC).
Murcia, la Comunidad Valenciana, Tarragona y Almería, que generan el mayor volumen del tráfico de camiones que atraviesa cada día la frontera, no podrán beneficiarse de esta iniciativa debido al retraso en las obras del corredor y también por la existencia de túneles que no se han diseñado para el gálibo que requiere este tipo de transporte.
En el Corredor Atlántico, la autopista ferroviaria no será posible hasta que no finalicen las obras de implantación del ancho internacional en la denominada «Y» vasca, aunque el Gobierno ya cuenta con habilitar las infraestructuras necesarias para que llegue hasta Vitoria.

Práctico desplazamiento
El término «autopista ferroviaria» se aplica a los servicios de transporte ferroviario de mercancías que desplazan sobre vagones especializados bien las cabezas tractoras y los semiremolques (transporte acompañado) o solo los semiremolques (no acompañado), a los que espera en destino una cabeza tractora que lleva la carga en los últimos kilómetros hasta destino.
Dentro de este concepto alcanzan gran relevancia la ubicación de las terminales especializadas, conectadas a las redes ferroviarias principales y a la red de carreteras y equipadas para la carga, descarga y almacenamiento de estos vehículos.
Para la Región y el resto de comunidades del Arco mediterráneo resulta de gran trascendencia no quedarse fuera de esta iniciativa, sobre todo porque en Francia ya están operativos diversos servicios de autopistas ferroviarias como el existente entre Perpignan (Le Boulou)-Luxemburgo (Bettembourg), puesto en marcha en 2007 sobre una distancia de 1.050 kilómetros, y el servicio Calais-Le Boulou, con unos 1.500 kilómetros y cuyos primeros trenes comenzaron a circular en marzo de 2016.
También opera el servicio Alpine entre Bourgneuf-Aiton, cerca de Chambéry, y Orbassano, en la proximidad de Turín, que el Gobierno francés proyecta ampliar a la región de Lyon y al eje del Ródano. Actualmente son solo 150 kilómetros, pero pronto será posible conectar Calais con Orbassano (Turín).
Por el momento se trata de una convocatoria de «manifestación de interés» dirigida «a los diferentes diseñadores y constructores de material rodante interesados en suministrar equipos» que puedan circular en toda la red habilitada en ambos países.
Una vez recibida toda la documentación, que debe contemplar la posibilidad de operar trenes de hasta un kilómetro de longitud con dos tractoras, el consorcio, tras consultar con especialistas, decidirá sobre la opción más ajustada al proyecto.
En una segunda «manifestación de interés», lanzada cuando finalice la actual, pero probablemente este mismo año, concurrirán las empresas que estén interesadas en prestar el servicio bajo las condiciones técnicas marcadas por los fabricantes.

Ahorro energético y menor impacto de la contaminación
Además del ahorro de costes, el desarrollo de las autopistas ferroviarias permitiría reducir la congestión en carretera y mejorar la seguridad vial, reducir el impacto medioambiental del transporte: gases de efecto invernadero, polución, etc. y «optimizar» los sistemas de transporte existentes antes de crear nuevas infraestructuras. También favorece los servicios intermodales.
Según los estudios realizados por el observatorio franco-español de los Pirineos, la carretera constituye el modo de transporte más utilizado entre la Península Ibérica y la Europa a 15, con un 52% de la carga total. De ahí que ambos gobiernos tilden de «prioridad» la iniciativa.

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