martes, 18 de abril de 2017

Recuperar y rehabilitar las fortalezas de Cartagena serviría para que la ciudad fuese Patrimonio de la Humanidad


CARTAGENA.- Recogidas  ya más de 2.000 firmas en Internet, a través de la plataforma virtual Change.org, para exigir al Ayuntamiento la recuperación de los castillos, fortalezas y baterías de costa de Cartagena. La petición fue iniciada hace 48 horas por Emilio y María Dolores Pedrero. Anoche ya contaban con 2.001 firmantes. Las rúbricas se entregarán en Alcaldía, según La Opinión.

En el escrito, el promotor de la campaña señala que «la trimilenaria ciudad de Cartagena posee un cinturón de castillos, fortalezas y baterías de costa único en España. Estas joyas históricas y arquitectónicas son un patrimonio cultural, que necesita ser puesto en valor, y que se integre en el conjunto histórico, cultural y patrimonial de una ciudad con un legado como pocas en el Mediterráneo y en el mundo».
Asimismo, la petición indica que «Cartagena necesita recuperar esos tesoros que son parte inseparables de su historia, y es necesaria una hoja de ruta definida en el tiempo, con una senda financiera para restaurarlas, que situe en pocos años a Cartagena ante la posibilidad de pedir para la ciudad la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad».
Los firmantes secundan que «se cree una comisión municipal, para que ésta inicie una hoja de ruta que vuelva a poner en marcha el proyecto, que se lanzó en el año 1999, para que se culmine de forma real».
El alcalde José López ya ha manifestado públicamente su interés por recuperar las baterías cartageneras. La Demarcación de Costas destinó 245.000 euros a obras en Castillitos y El Atalayón el pasado año.
El regidor cartagenero pidió un observatorio oceanográfico en la de Santa Florentina. Por otra parte,  explicó en febrero que, desde hacía cuatro meses, permanecen abiertos los trámites con Defensa para conseguir la cesión de la batería de Fajardo, así como la de Podadera, que es la que, según él, «más se está deteriorando».
Change.org critica que la recuperación de las baterías «no se ha estudiado con la intensidad que merece».

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