miércoles, 10 de mayo de 2017

Aceite de palma, todo lo que debes saber

 MADRID.- En el último mes o dos meses hemos empezado a recibir información sobre el aceite de palma y una alarma constante de sus perjuicios para nuestra salud. Está claro que hemos de evitar su consumo pero ¿sabes por qué? O mejor, ¿sabes qué es lo siguiente que van a hacer los productores de alimentos y en lo que no tienes que caer? Sigue leyendo y aclara finalmente tus dudas sobre este alimento, pide http://blogs.menshealth.es.

¿Qué es el aceite de palma?
El aceite de palma es un aceite que proviene de la fruta del árbol Elaeis guineensis, nativo del oeste y suroeste de África, dónde ya se utilizaba en la antigüedad para fabricar este alimento. Sí, hace miles de años ya se consumía aceite de palma en la alimentación de la zona, eso sí, sin refinar, cuando el aceite de palma tiene, de forma natural, un color rojizo-anaranjado.

¿Por qué lo utiliza la industria?
La industria utiliza este tipo de aceite tanto para usos alimentarios cómo para productos farmacéuticos o cosméticos. Su éxito radica principalmente en dos motivos:
  • Sus usos tecnológicos: ya que da una interesante a los productos, se conserva fácilmente y tiene un punto de fusión de 35ºC aproximadamente, lo que hace que resulte untuosa y apetecible.
  • Su precio. Por mucho que fuera sabroso (un buen aceite también lo es) la industria no lo elegiría si su precio no fuera tan económico comparado con otros.
¿Antes no existía el aceite de palma?
El aceite de palma se encuentra presente en multitud de alimentos procesados: bollería, pizzas, galletas, masas, tostadas, potitos de bebé, precocinados…y antes también estaba presente en ellos pero bajo el nombre de aceite vegetal. Esta práctica no se permite desde que en 2011 se aprobó el Reglamento 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, pero hasta entonces sólo veías el tipo de aceite que consumías si habían añadido aceite de oliva. Es decir, si les servía para promocionar y vender más.

En la actualidad, gracias a ese reglamento, puedes consultar el tipo de aceite que llevan los productos que consumes simplemente mirando la lista de ingredientes.
¿Por qué es malo para la salud?
El aceite de palma, por su composición en ácidos grasos saturados (en especial de ácido palmítico), podría estar relacionada con el aumento de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Con esto no quiero que extraigas el concepto de que todas las grasas son malas para la salud, que es un concepto que ya debería estar erradicado. En este caso nos referimos al palmítico en particular.
Por otro lado la EFSA, la autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, emitió un informe en el que relacionaba el refinado del aceite de palma, y de otros aceites, con la creación de sustancias que favorecen potencialmente el desarrollo de diferentes tipos de cáncer.

El aceite de palma y el medio ambiente
Además de no ser la mejor opción para tu salud, el aceite de palma reporta otros problemas, no para tu organismo directamente sino para el medio ambiente en general.
Aunque, cómo comentaba antes, el árbol productor de palma es originario de África, los principales productores de aceite de palma son Indonesia y Malasia, países tropicales y húmedos, ideales para el cultivo de palmeras de aceite. Para hacerlo posible, se ha deforestado gran parte de los bosques tropicales de la zona para plantar esta nueva especie, en ocasiones utilizando malas prácticas cómo los incendios provocados.
Según este informe el 45% de la tierra del sudeste asiático utilizada para plantar aceite de palma era hace 30 años bosque. Esto afecta no sólo al calentamiento global, sino a la biodiversidad de la zona ya que las plantas y los animales autóctonos se están viendo eliminados o acorralados a pequeñas zonas. 
Por otro lado, se han denunciado prácticas abusivas contra los trabajadores en muchas de las plantaciones de este tipo de aceite.
Sumado a todo esto, cómo siempre que no consumimos productos locales, traer los productos desde tan lejos supone una huella de carbono enorme que paga nuestro planeta día tras día. Ya no sólo por tu salud, sino por todos estos motivos, ten en cuenta que contribuir a la utilización de aceite de palma en los alimentos, los cosméticos o incluso en la fabricación de biodiesel no es una buena opción.

No te dejes engañar: mira el conjunto
Antes de terminar el artículo quiero responderte a la pregunta que te he planteado al inicio ¿sabes lo qué es lo siguiente que van a hacer los productores de alimentos y en lo que no tienes que caer?
Cómo siempre que existe una alarma por un nutriente u alimento en concreto la industria correrá a retirarlo. Seguramente pronto podrás ver un croissant sin aceite de palma o unas galletas sin aceite de palma y aquí es dónde viene el engaño y dónde la mayoría de la gente cae de narices. Qué un alimento no contenga un producto insano en su composición, no lo convierte en sano. Es decir, que te vendan unas galletas sin aceite de palma o sin azúcar añadido no las hará menos procesadas y poco adecuadas. Por ello, empieza a mirar los alimentos en su conjunto y a comer comida real. Cuántas menos etiquetas entren en tu cocina, ¡mejor para tu salud!

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