sábado, 27 de mayo de 2017

La última cruzada / Rosa Roda *

En la Última cruzada de Indiana Jones el doctor Jones, interpretado por Sean Connery, logra derribar un caza alemán armado solamente con un paraguas que abre y cierra hasta que consigue que decenas de gaviotas alcen el vuelo y choquen contra el avión que acaba estrellándose irremediablemente contra una montaña. En ese momento el doctor Jones dice: «Y entonces recordé lo que dijo Carlomagno: Que mis ejércitos sean las rocas y los árboles y los pájaros del cielo». Garre no es el doctor Jones pero parece haber emprendido su última cruzada política armado solamente con un paraguas, el de su buena reputación. 

La plataforma cívica que ha montado junto a una treintena de personas no es otra cosa que el embrión de un partido político regionalista aunque, de momento, solo quieren hablar de plataforma transversal abierta a todos los murcianos (de cualquier ideología política) que quieran sumar y apoyar para que la Región de Murcia sea tratada como se merece. «No es justo que cuando llega la negociación de los Presupuestos Generales del Estado haya regiones que eligen a la carta mientras la Región de Murcia se tiene que conformar con el menú del día porque hay diputados que anteponen los intereses del partido a los de su región y acatan la orden de votar, callar y cobrar», asegura Garre.

Para el ex presidente autonómico «hay asuntos como el agua que no son negociables. Si cedes te conviertes en un siervo, el Congreso está lleno de siervos y alguien tendrá que terminar con eso alguna vez». 

En el Partido Popular aseguran que no están preocupados porque admitirlo transmitiría un mensaje de debilidad, pero dedicaron casi toda una Junta Directiva reciente a tratar el tema del posible partido regionalista y Pedro Antonio Sánchez está visitando las agrupaciones locales advirtiendo a todos de que «están tocando a nuestra gente para desestabilizarnos y lo hacen en cafeterías». 

Los populares señalan que todavía quedan dos años, que los votantes populares son los más fieles y que los partidos de corte regionalista nunca han cuajado en la sociedad murciana. 


Miras no entusiasma. En realidad, como mucho, queda año y medio porque en enero de 2019 el pescado ya estará todo vendido. Los votantes populares son fieles pero hasta un punto. Muchos de ellos están cansados de promesas incumplidas y no han encajado nada bien la designación de Fernando López Miras como presidente autonómico con solo 33 años y un currículo bastante exiguo. No creen que Pedro Antonio Sánchez resolviera bien la crisis desatada tras su imputación en el 'caso Auditorio'. Y aunque es verdad que los partidos de corte regionalista nunca han cuajado en la sociedad murciana (el PADE de Juan Ramón Calero fracasó), no es menos cierto que nunca los encabezó un expresidente autonómico bien valorado como lo es Alberto Garre, ni la sociedad estaba tan harta como ahora de esperar cosas que nunca llegan: agua, financiación, trenes modernos, vías enterradas, desdobladas y electrificadas, respeto e igualdad de trato con otras regiones. 

Dirigentes del Partido Popular admiten en privado, porque en público no se atreven, que deberían haber elegido ahora al candidato de 2019. Así habría aprovechado la visibilidad que da la presidencia regional para hacerse fuerte. Pero perdieron la oportunidad y permitieron que Pedro Antonio Sánchez designara personalmente a Fernando López Miras. «Solo os pido que confiéis en mí y apoyéis mi propuesta», dijo a su Junta Directiva el día que dimitió de la presidencia regional y, como viene siendo habitual en un partido acostumbrado a acatar órdenes, todos dijeron AMÉN, aunque cruzando los dedos disimuladamente intentando ahuyentar los malos presagios. 


El futuro de PAS. En el PP dicen «estamos centrados en solucionar lo nuestro» y con 'lo nuestro' se refieren a las dos causas judiciales que afectan a Pedro Antonio Sánchez cuyo desenlace está cada día más próximo y nadie se atreve a vaticinar porque con los jueces nunca se sabe y más ahora que tanto se ha cuestionado su independencia. 

Sobre la trama Púnica y a pesar del fiscal general Maza y sus maniobras, el TSJ le acaba de citar a declarar el próximo 6 de junio como investigado (antes imputado) por los presuntos delitos de fraude a ente público, cohecho y revelación de información reservada. La decisión del juez Quiñonero nada tiene que ver con su petición de ir a declarar voluntariamente 'para aclarar', que es lo que siempre dice. Podría haber solicitado lo mismo hace meses ante el juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional e incluso haber acompañado a su asesor David Conesa, que ya está procesado. 

Con respecto al 'caso Auditorio', pronto sabremos si Sánchez se sentará o no en el banquillo. El juez Pérez Templado ha emplazado a las partes a que se pronuncien sobre las diferentes peticiones de sobreseimiento. En contra de lo que se ha venido contando, el juez aún no ha pedido a las partes que redacten sus escritos de acusación. 

Destacados miembros de su partido dan por hecho que si es procesado dimitirá como presidente de la organización política e incluso renunciará al escaño, aunque lo más probable es que no haga ni una cosa ni la otra hasta que no haya sentencia. Apelará a la presunción de inocencia y a la persecución de la que asegura ser víctima, aunque pocos se creen ya esa versión de la película. Es sorprendente ver qué diferentes son el PP de Sánchez y el PP de Cifuentes. En Madrid los altos cargos dimiten de inmediato en cuanto les llega una citación judicial; en Murcia el lema es resistir hasta el final aunque eso perjudique gravemente los intereses de un partido que a pocos meses de las elecciones puede quedar descabezado si las cosas se siguen torciendo. 

Y no parece que López Miras sea el líder que necesitan de cara a 2019. Tampoco creo que estén pensando en él como candidato porque su proyección mediática es prácticamente nula. En el tiempo que lleva en San Estaban solo ha dado dos entrevistas a periódicos gracias a las cuales sabemos que no está de acuerdo con la limitación de mandatos ni con la Ley de Transparencia que él mismo votó siendo diputado. Tampoco cree que se den las circunstancias políticas y económicas para exigir el trasvase del Ebro con lo que se deduce que ha renunciado a ello aunque es el río más caudaloso y el que más agua vierte al mar. Pedro Antonio Sánchez (recuerden) iba a entrevista diaria cuando se convirtió en presidente y el cura hizo repicar las campanas de la iglesia de Puerto Lumbreras. 


Cambio de tono. Los consejeros no dicen machaconamente «gracias al Gobierno de López Miras». Ahora solo dicen «gracias al Gobierno regional» mientras que con su antecesor no se les caía de la boca la frase «gracias al presidente Pedro Antonio Sánchez?». López Miras se prodiga tan poco (no se sabe si por decisión personal o impuesta) que hay quien empieza a creer que el presidente en realidad es el diputado Francisco Bernabé, porque últimamente no sale de la región y su presencia en medios de comunicación es diaria. 

El Partido Popular debería diseñar un plan porque se avecinan tiempos convulsos y no solo por las cuestiones judiciales que afectan al ex presidente regional. El verano puede ser terrible con los trasvases cero. 

Los agricultores se han desesperado viendo como el consejero de Agricultura, Francisco Jódar, ha vuelto esta semana de Madrid sin autorización para abrir los pozos de sequía pero satisfecho por la cordialidad del primer contacto con un alto cargo del ministerio, ni siquiera con García Tejerina. ¿Primer contacto a estas alturas? Quizá por eso la asociación de productores hortofrutícolas, Proexport, ha aprovechado su asamblea general para exigir al Gobierno regional, una vez más, que sea más reivindicativo. Su presidente, Juan Marín, lamenta que no haya nadie capaz de solucionar la falta de agua, mientras Jódar repite de forma cansina que hay cuatro millones para abaratar el precio del agua desalada. También ha vendido como logro nuevo, aunque es un logro antiguo, que la desaladora de Torrevieja aportará 21 hectómetros cúbicos a los regantes que el Sindicato Central ya repartió. 


Regeneración y reivindicación. Y si el AVE llega en superficie partiendo la ciudad (puede que para la Nochevieja de 2018, aunque la comisión de presupuestos del Congreso baraja el año 2021) será un logro de difícil venta en campaña electoral porque habrá miles de personas de los barrios del sur recordándoles día y noche que hay viviendas con un muro a las puertas. 

Todo es susceptible de empeorar porque el Partido Popular se ha negado a pasar página mientras que la plataforma/partido de Alberto Garre ofrece un discurso que cualquiera estaría dispuesto a firmar con los ojos cerrados porque regeneración, agua, infraestructuras y financiación no son cuestiones de rojos, azules o naranjas, son cuestiones de decencia con una parte de España que da mucho más de lo que recibe. 

En una sociedad electoralmente cambiante, donde se terminaron las mayorías absolutas, los sondeos ya no aciertan y hay una ley electoral que favorece a los partidos minoritarios, cualquier cosa puede suceder. El alcalde de Cartagena, José López, podría conseguir escaño (los debates parlamentarios podrían ser memorables) y el partido de Garre podría entrar con tres o cuatro escaños fácilmente. Los populares no han tenido en cuenta que muchos de sus votantes son personas mayores que no experimentarían con otros partidos nuevos, pero sí con Garre, porque a él le conocen y no les da miedo. 

En Ciudadanos, un partido de donde se están yendo sus concejales por falta de transparencia y democracia interna (hay quien nunca ha visto un censo de ese partido), también están preocupados porque son un caladero de votos en el que echará sus redes el partido regionalista prometiendo regeneración real y no descafeinada. Los estatutos de la plataforma cívica en los que están trabajando incluyen literalmente el artículo 54 de la Ley Regional de Transparencia para poder ser expeditivos con cualquier asociado que les salga rana. Y les saldrán muchas ranas porque, desgraciadamente, los mejores no están en política y sí muchos mediocres a los que nada seduce más que la posibilidad de un puesto bien remunerado para poder vivir sin trabajar. Algún sapo ya les acompaña.


(*) Periodista y Jefa de Informativos de Onda Cero Murcia



http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/05/27/ultima-cruzada/832655.html 

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